

Juan Enríquez, representante del espacio Camino a la Victoria, señaló que la prioridad de la política debe ser reconectar con la realidad cotidiana de los barrios y llamó a construir desde la escucha y la empatía.
Por Verónica Llonto
Juan Enríquez es referente del espacio Camino a la Victoria en La Matanza y milita desde hace años en los barrios populares del distrito. En un contexto económico adverso y con una ciudadanía cada vez más alejada de la política, el dirigente dialogó con Diario NCO y analizó el impacto del ajuste en la vida cotidiana, la falta de representación de las bases y la necesidad urgente de reconstruir la organización desde abajo.
“El gobierno no solo aumenta los alimentos y los impuestos, también te va sacando de a poco. Llega un momento que, ganes lo que ganes, no te alcanza. Van por los jubilados y ahora también por los chicos, como lo que pasó con el Garrahan”, sostuvo Enríquez en referencia al recorte de partidas para hospitales nacionales.
El referente relató la situación crítica de una fábrica de fundición donde trabaja un compañero suyo. Enríquez comentó: “Hace más de tres meses que solo van a limpiar porque no hay pedidos. Les pagan las horas básicas, pero parece que de a poco quieren limpiar a la gente. Las empresas aprovechan para echarte con la excusa de la crisis”. A su vez, el entrevistado denunció que muchas pequeñas industrias frenaron su producción frente a la avalancha de importaciones.
Enríquez declaró que “es el peor momento económico y la falta de interés en la política no ayuda a que esa situación mejore. Cuando la gente no investiga ni se informa, no puede votar bien. La política define tu vida, tu progreso o no. Por eso hay que volver a hablar con la comunidad, organizarnos desde abajo, con reuniones reales, no de escritorio”.
Despolitización, juventud y organización popular
Consultado sobre la participación de los jóvenes, el entrevistado consideró que aún hay interés, pero hace falta mayor formación. “Un pibe que no pertenece al peronismo me preguntaba qué propone Kicillof, sin saber que no es candidato. Ese desconocimiento marca el problema. Hay hambre de política, pero falta contenido y trabajo de base”, analizó el dirigente.
Enríquez señaló que “en muchos casos, la gente prioriza la supervivencia cotidiana por sobre el debate político. Muchos tienen que elegir entre comprar un kilo de pan o una docena de facturas. Algunos le piden al panadero si les puede regalar algo. Esa es la realidad. No se puede vivir en un microclima político”.
Asimismo, el entrevistado criticó: “Hay que detener los intentos de privatización del gobierno sobre servicios esenciales como el agua. No se puede privatizar AYSA. Algo tan vital no puede estar en manos de empresas. Necesitamos dirigentes nuevos, rebeldes, firmes con sus ideas y con ganas de cambiar el sistema desde los barrios”.
Por último, Enríquez remarcó la necesidad de reorganizar al peronismo. “Yo mismo siento que me falta formación justicialista. Pero creo que con el recurso humano que hay en los barrios podemos salir adelante. La desocupación es enorme, pero con organización, conciencia y trabajo político podemos empezar a transformar esta realidad”, concluyó el entrevistado.
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