El ex participante de Gran Hermano combina su pasión por el modelaje con un recorrido de vida marcado por los vínculos, la superación y un sueño que late fuerte: actuar en una ficción.
Por Florencia Belén Mogno
En el mundo contemporáneo, la televisión aún constituye un semillero de figuras que, tras su paso por la pantalla chica, encuentran nuevos horizontes para desarrollar su carrera. Más allá del rating y los contratos, muchos participantes de reality shows lograron trascender la mera exposición mediática para proyectar sus sueños y talentos hacia otras áreas.
Desde la industria de la moda hasta la actuación, pasando por la creación de contenido digital, las oportunidades se multiplican cuando la visibilidad se combina con la determinación personal.
La historia de Lisandro Tomás Navarro, que se hizo conocido a nivel nacional como participante de Gran Hermano 2023, refleja esa dinámica. A sus 34 años, este joven logró transformar el impulso inicial de la televisión en un motor para explorar nuevas facetas: desde el modelaje hasta el entrenamiento personal, con la mira puesta en la actuación como horizonte soñado.
En diálogo con Diario NCO, Lisandro relató cómo comenzó esta etapa que lo llevó de la pantalla a la pasarela y más allá. A su vez, profundizó en otros aspectos de su vida y habló acerca de los sueños que aspira a poder concretar.
La TV como una “vidriera”
En lo que concierne a su participación en el famoso reality, el entrevistado comentó: “A los 33 años un amigo me convenció de anotarme en Gran Hermano y mandé el video y el formulario a modo de ‘joda’ y me llamaron”; esa anécdota, que surgió casi como un chiste, se convirtió en el punto de partida para una nueva etapa en su vida.
La participación de Lisandro en el famoso reality no solo lo acercó a la popularidad, sino que también le permitió encontrar la posibilidad de vivir de lo que siempre le apasionó: la moda.“Siempre me gustó la moda y había participado en alguna campaña de modelaje antes pero Gran Hermano me dio la oportunidad de vivir de esto”, explicó y así, con el reality como trampolín, pudo darle un lugar central a esa pasión y convertirla en un modo de vida.
Si bien su trayectoria incluye estudios de economía y una experiencia como asesor financiero, Lisandro confesó que ya no ejerce esa profesión. “Entreno mucho y soy personal trainer. Amo entrenar, jugar al fútbol, tenis y hacer snowboard”. Su rutina diaria combina la disciplina física con la creatividad y el trabajo en la moda, un equilibrio que, según él, es clave para mantener su energía y su bienestar personal.
A la hora de hablar sobre qué lo hace destacar en un mundo tan competitivo, el influencer no dudó en remarcar la importancia de su autenticidad y de las lecciones que la vida le dejó. “Creo que me destaco por mi personalidad, soy un pibe con las cosas claras, viví muchas cosas que me marcaron y me hicieron la persona que soy hoy”. Esa forma de pararse frente a la cámara, sin pretensiones parece ser una de las claves que lo conectaron con un público que lo acompaña hasta hoy.
Luchar por los sueños
Por otra parte, la vida del modelo no estuvo exenta de momentos difíciles. En ese sentido, recordó uno de los más duros que atravesó cuando era joven y tuvo que poner en pausa sus propios sueños para ayudar a su madre en un contexto muy delicado: “Mi mayor desafío fue cuando era joven dejar todo para ayudar a mi mamá, era chico y fue muy duro pero por mi vieja doy la vida”. Esa experiencia marcó su carácter y su forma de entender el éxito, mucho más allá de la superficie.
En otra instancia, cuando se le preguntó qué consejo le daría a alguien que quiere lanzarse en un proyecto como el suyo, el entrevistado fue directo y alentador: “El único consejo que daría es que se animen por más que todos se rían de vos, las inseguridades de los demás siempre intentan trasladártelas porque no soportan que vos te animes a lo que ellos no. Juégensela sin miedo a que les vaya mal”.
Hoy, mientras su carrera en el modelaje avanza, Lisandro se permite soñar con un futuro que lo acerque a su mayor pasión: la actuación. “Mi sueño sería hacer una ficción. Amo actuar y me encantaría vivir de eso”, confesó con entusiasmo. Su historia, de la mano de ese anhelo, muestra cómo la búsqueda personal y el deseo de contar historias siguen siendo motores tan poderosos como cualquier contrato o colaboración de moda.
Fuente fotografías: Facebook.com
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