Número de edición 8481
La Matanza

Compró un sándwich y vino con una cucaracha adentro

¡A lo Marley! Compró un sándwich y vino con una cucaracha adentro.

Así lo señaló Yamila Clara en su cuenta de Facebook. Según mencionó, el hecho ocurrió el 17 de mayo pasado, en el local de Subway, en Ramos Mejía. “Cuando ya estaba por terminar de comer mi sándwich, noto como algo duro y con sabor feo. Saco de mi boca ‘eso’ y me encuentro que era un bicho”.

“No suelo hacer estos ‘escraches’ públicos, pero si lo voy a hacer es para que tomen precauciones y no les pase la asquerosidad que me paso a mí”, señaló la joven.

Redacción de Diario NCO

Según comentó, el mediodía del jueves 17 no fue común para Yamilia, cuando fue a comprarse un rico sándwich de pavo al local ubicado en Avenida de Mayo 550. “Compré el Sub del día (pavo) y le agregué los condimentos que quería, aboné y me lo llevé”, dijo.

El momento

“Cuando ya estaba por terminar de comer mi sándwich, noto como algo duro y con sabor feo. Saco de mi boca ‘eso’ y me encuentro que era un bicho (cucaracha por lo que se puede ver). Después de todo el asco que me dio, me acerqué nuevamente al local para hacer el reclamo y para exigir el libro de quejas”, indicó.

¿Cucharacha o aceituna?

Sin embargo, aclaró que la empleada le dijo que “no tenían tal libro y no solo que dudó de lo que yo decía sino que encima me dijo que ‘eso’ era una aceituna negra. Ahí termine de perder la poca paciencia que me quedaba”.

“¿Desde cuando una aceituna tiene patas? ¿y un sabor asqueroso? Acto seguido le pedí que me ponga en contacto con el responsable del lugar, al cual llamo por teléfono y quedó conmigo en encontrarnos en el local a las 12:15”, señaló.

Asimismo, explicó que recién el 23 de mayo pasado porque es la fecha “en la que se dignaron a comprar un libro de quejas y pude dejar mi reclamo en el local de forma correcta (es obligatorio que deben contar con uno siempre). Hoy me presenté y no se encontraba el señor Kevin. Al contrario me ofreció (nuevamente por teléfono) que ‘ya que iba a hacer trámites a Morón que me acerque al local de allí’”.

“Claramente quedó demostrado el poco interés que tiene por sus clientes y la cobardía de no poder dar la cara pidiendo las disculpas correspondientes. Hoy sí pude dejar mi queja en un libro de actas que aparentaba ser recién comprado y también ya hice la denuncia correspondiente en Defensa del Consumidor. ¡Espero que no les pase como a mí! Obviamente yo por mi parte, no vuelvo a pisar nunca más un Subway en mi vida”.

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