Número de edición 8481
La Matanza

Villa Luzuriaga: Identidad Colectiva: Presentaron en sociedad un Centro de Discusión Política

pag.3 _Horacio Acuña
Con instalaciones colmadas de militantes se realizó la presentación en sociedad del Centro de Discusión Político Cultural de la agrupación “Identidad Colectiva”, ubicado en Guido Spano 1840, se llevó adelante con el firme apoyo del Movimiento Integración Peronista de La Matanza, delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) del distrito, integrantes de entidades sociales y vecinales de la zona de Villa Luzuriaga, Villa Colombo (Ramos Mejía) y gran grupo de trabajo en Virrey del Pino.
Con la presencia del Diputado Nacional Carlos Gdansky; el Secretario General de UOM Matanza, Hugo Melo; el Subsecretario de Políticas Productivas, Horacio Acuña; el Subsecretario de Cultura, Alejandro Enrique; el ex secretario de Medio Ambiente, Raúl Magario; el Concejal Ricardo Maidana; el Delegado de Ramos Mejía, Hugo González, representantes de organizaciones gremiales como Oscar Bouso de AEFIP, Eduardo Nesci, Taxistas, Smata, Sutaca, la Juventud Peronista, Centro de Estudiantes de la UNLAM, JP Evita y Felipe Vallese, entre otros agrupamientos gremiales y juveniles que acompañaron el encuentro.

“Empezamos a creer”

pag.3_Identidad Colectiva

Horacio Acuña destacó que “Identidad Colectiva, cuando comenzó toda esta esperanza, toda esa fuerza que nos dio Néstor Kirchner, pensábamos con los jóvenes de tener también nuestro espacio. Pensábamos que no importaba cómo se llama una agrupación sino que, esté apostando a este modelo nacional y popular”.
El dirigente sostuvo que esa “Identidad Colectiva tiene que ver directamente con nuestras raíces, desde el nacimiento de nuestra patria que comenzó más allá de estos doscientos años de historia” y recordó hombres de la historia como “San Martín, Juan Manuel de Rosas, Felipe Varela, Chacho Peñaloza, Hipólito Irigoyen”.
Horacio Acuña manifestó que “La Patagonia rebelde, la semana trágica, la formación de Forja, el 17 de octubre del ‘45, los 10 años maravillosos de nuestra patria, después vino la resistencia, la primavera del 25 de mayo del ‘73, la represión, los desaparecidos, la exclusión del neoliberalismo, la esperanza del ‘83, la frustración de los ‘90, y el 2001 hasta llegar a 2003, son hitos importantísimos de nuestra historia”.
En ese punto, Acuña sostuvo que marcaron a la sociedad con “El no te metas” y de esta forma “Desde el ‘76 hicieron que entre nosotros perdiéramos la solidaridad, quisieron hacernos perder el sentido de lo colectivo y embarcarnos en el individualismo”. Pero aseguró que a partir de la irrupción de Néstor Kirchner en la escena nacional “A partir de mayo de 2003 empezamos a creer”.

Las divergencias no son de los jóvenes

En tanto, el Diputado Nacional del movimiento obrero, Carlos Gdansky, sostuvo que “No es nuevo que haya una división en la CGT ó una interna en el peronismo, porque son grandes grupos de personas que siguen una misma causa pero tienen distintos puntos de vista”, sin embargo advirtió que “Los que tenemos algunos años más tenemos que reflexionar junto con los jóvenes, para que nos ayudemos juntos, reflexionar sobre las cosas que nos perjudicaron”.
Gdansky aseguró que los jóvenes “Deben tratar de evitar los antagonismos entre quienes siguen los mismos objetivos, acá hay compañeros que seguramente tienen distintos puntos de vista pero estamos juntos persiguiendo el mismo objetivo que es ver la Argentina que queremos”.
Asimismo, el titular de la CGT Matanza destacó que “Los jóvenes tienen la necesidad de participar y de algún ámbito que los contenga, en los ‘70 se creó un gran antagonismo entre grupos de jóvenes que buscábamos el mismo objetivo que era la felicidad del pueblo, tener esa gran argentina como la que buscan hoy, y nos enfrentábamos por un problema de los dirigentes, como pasa en el movimiento obrero que es una división de los dirigentes y no de los trabajadores”.

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Un Comentario.

  1. ¿Cuál es mi posición política, económica y religiosa?

    Veo las fallas del sistema y quiero corregirlo, en mi juventud, probé el comunismo, por suerte no llegué muy lejos, lo digo, por las atrocidades cometidas contra la humanidad por ese sistema, yo siempre he sido amante de la paz y respeto la vida como sagrada.

    El asunto es que ahora me doy cuenta que vivir en contra del sistema político, económico y religioso, o vivir a favor de él, tiene un efecto similar, al final está contribuyendo con la perpetración del sistema.

    El sistema es producto de la conciencia colectiva, ya sea a favor o en contra, existe porque lo hemos creado, aunque se ha escapado de nuestras manos, la única manera de mejorarlo es participando como ciudadano y no negar nuestros derechos y obligaciones como tales, el sistema es el resultado de lo que todos creemos, tenemos que manifestarnos en todos los aspectos.

    Habrá los blancos, los azules, los rojos y de todos los colores y cada uno creerá que la suya es la mejor manera y tratará de cambiar la manera de los otros a las buenas o a las malas, utilizando todos los medios masivos de manipulación de masas, marchas de protesta, pancartas, escritura en paredes, violencia, etc.

    La indiferencia y aceptación del status quo sin desafiarlo, aparentemente es la posición más confortable que elige la mayoría, ¿Es lo más saludable esperar que la solución la den otros? ¿Regirse por las opiniones de”Los expertos”, que “saben cómo acomodarle el mundo”, sin tener que pensar por uno mismo ni tener ideas propias?

    Dejar la conducción de la sociedad a los que quieren aprovecharse creando puestos de autoridad y poder, que marginan al resto, no es la solución. No entraré más en detalle aquí porque no es mi intensión deshilvanar todo el teje y maneje de este orden de cosas, sino de señalar la posición que considero la más sana para mí y que recomiendo a todos.

    El sistema no existe, como existe una patata, que tiene una existencia intrínseca, como nosotros mismos, el sistema no es un ser natural, es una creación nuestra, aunque lo demos por sentado solo tiene el valor que nosotros acordemos darle, o que aceptemos que otros le den, esto quiere decir que puede ser falsificado, cambiado o modificado.

    Creo que este sistema debe cambiarse, no puedo hacerlo yo solo, no puedo cambiar el valor del dinero o las leyes ni nada por mi cuenta, si hay un puesto de frontera tendré que parar, si tengo que pagar un peaje, tendré que pagarlo para continuar, no tengo que aceptarlo ni rechazarlo, si no tengo el dinero, no puedo seguir viaje y punto.

    Así que todo se reduce a tener el dinero, el dinero por el que todos andamos luchando, el dinero además da poder, poder para lograr que otros le sirvan, el dinero termina corrompiendo el gobierno, la economía y la religión. La preocupación por el dinero, para conseguir bienes, reputación y poder, junto con la creencia que el fin justifica los medios, genera deshonestidad, servilismo, etc.

    Tengo que someterme al sistema, para sobrevivir y moverme dentro del marco que me dejan, pero no soy indiferente, observo en el exterior, exploro en mi interior, el espejismo del sistema producto de las creencias colectivas y las inconsciencias de los que esperan entumecidos ser conducidos como ovejas al matadero.

    Entonces, finalmente el problema se reduce a desarrollar una conciencia propia, legítima, original e individual, porque la comunidad es la reunión de individuos y sin individuos no existe comunidad, la comunidad como entidad no piensa, los que piensan son los individuos que la conforman, las creencias colectivas, son el resultado de las creencias individuales.

    El problema es que damos mayor valor a la conciencia colectiva que a nuestra conciencia individual y al final somos marionetas en la mano de algunos que se autoproclaman representantes de la voluntad popular.

    Carl J. C. Jung estudió el trastorno por valorizar la conciencia colectiva por encima de la propia, en creer más en las opiniones de otros que en las de uno.

    Hay quienes quieren influenciar la conciencia individual, para hacerla creer que lo que dicen es la conciencia colectiva, tratando de hacer una paella con todos los cerebros y comérsela. Es la publicidad, tratando de sobre escribir nuestras opiniones diciendo: Todos usan tal producto, tú también deberías usarlo, de otra manera no encajarás.

    No basta con pagar los impuestos que son extorsionados para mover la sobre-pesada administración pública para recortar las libertades del ciudadano; hay que participar en la constitución, desarrollo y control del gobierno sin partidos políticos, caso contrario se desboca, no puede sentarse cómodamente en el carruaje con los caballos desbocados sin control, si pone a alguien a controlarlos, tiene que decirle adonde quieres ir, caso contrario le llevará adonde no quiera llegar.

    El resultado es que el individuo es marginado del poder público, se presume que una cierta elite es el cerebro de la comunidad y que va a dar los mandamientos que el resto tendrá que cumplir, le cuadre o no le cuadre, aunque lo vistan en armas y lo manden a la guerra.

    Cada ley o regulación es una nueva amputación de la libertad individual, con el añadido que se tienen que crear nuevos mecanismos de control para esa nueva ley, con nuevos costos y nuevos impuestos.

    Al disminuirse la confianza en el individuo, lo hace evasor de la ley, lo criminaliza y pierde sus cualidades naturales de bondad y decencia humana y el estado pasa de ser un servidor público a ser un enemigo público temible, en el que el individuo ha perdido la confianza y la causa de todo esto es la existencia de partidos políticos, algo totalmente inconsecuente en el siglo XXI.

    Conclusión: Desarrolle la conciencia individual y sea más consciente y menos autómata seguidor del sistema y cumpla responsablemente expresando sus deseos y aportando algo de su tiempo al servicio a la comunidad.

    Piense y haga pensar, busque en la profundidad infinita del ser de la naturaleza, no siga corrientes colectivas como -ismos: feminismo, machismo, socialismo, racismo, populismo, etc., no tome partido en contiendas partidarias, sea Ud. mismo, le cuadre o no le cuadre al resto y no se preocupe por el sistema, porque nosotros lo creamos o permitimos, desarrollar la conciencia y participar es lo que puede generar uno mejor.

    Los controladores, auto proclamados conductores de la sociedad inventan leyes y regulaciones para conformar una sociedad perfecta de autómatas obedientes, pretenden que el ser humano es malo por naturaleza, Pero ellos ¿que son, no son seres humanos también? ¿qué es lo que los hace mejores? El ser humano es bueno de naturaleza, ellos crean la desconfianza y el resto se la cree.

    ¿Hasta dónde se puede perpetuar un sistema en espiral auto-destructivo? ¿No será que las guerras y revoluciones vienen a lavar con sangre la indiferente permisividad del ciudadano irresponsable para hacerlo reflexionar? Bueno, como dicen, lo único que podemos aprender de la historia es que no aprendemos de la historia, y que cada pueblo tiene el gobierno que se merece.

    Individualismo o individualidad no quiere decir no participar, quiere decir ser original y diferente; lo que no se puede evitar, cada uno es diferente y separado, aceptar las diferencias participando juntos en nuestra comunidad y sus decisiones, tiene que ser parte activa de nuestra vida. La unidad en la diversidad, tal es como funciona la biodiversidad de la naturaleza, la falta de algo inicia una reacción destructiva en cadena.

    El ciudadano normal ha sido marginado y solo participa para legitimisar las pretensiones de algunos que no tienen los intereses individuales como prioridad, sino los suyos propios.

    Esto no justifica que el individuo permanezca indiferente, porque aunque no pueda participar, puede pensar y tener la intención de participar, si esto se hubiera hecho desde el principio, este orden de cosa no existiría, pero ahora hay fuerzas muy interesadas en mantener el status quo porque se nutren abundantemente de este.

    Hemos sido arrinconados por los supuestos servidores públicos que nos han obligado a elegir y que se sienten por encima nuestro, tratamos de evadir los pesados tributos y multas siendo criminalizados por la ley, parecería que hemos sido conquistados por una potencia bárbara. Si sintiéramos que nuestro gobierno cuida nuestros intereses públicos y nos sintiéramos parte de él, todos querríamos dar y colaborar.

    Me siento hay veces como en un mundo hostil, porque al sentirnos criminalizados por un sistema criminal, nos hemos vuelto unos contra otros y hemos perdido cualquier sentimiento fraternal buscando la rapacidad mutua y la feroz competencia.

    Cumplir mi obligación de expresar esto contribuye a sentirme en un mundo que me protege, porque a pesar de lo que haga todo el resto, yo siempre voy a estar bien, siempre lo he estado, siempre he tenido el dinero necesario para hacer todo lo que es bueno y me gusta, en fin, puedo sentirme a gusto y protegido porque el universo reconforta y protege a los que cumplen con él.

    Sentirse bien con uno mismo y ser una persona íntegra resulta en seguridad, lo que se puede medir con pruebas kinesiológicas, aunque estamos en un mundo que nos criminaliza y nos persigue, yo sé lo que hay que hacer para corregirlo y participo dando mis opiniones y promoviendo el pensar individual en un camino de paz.

    Si al final la conciencia colectiva sigue dejando indiferente que los partidos políticos y este sistema corrupto prevalezca, entonces no tendré responsabilidad, he cumplido con mi responsabilidad política y podré disfrutar la vida como Dios manda.

    Cada nueva ley disminuye la ética, la dignidad al ser humano, la bondad natural y caridad hacia el prójimo, etc., es importante decirlo, así yo me sacudo el polvo de la suela de mis zapatos, yo no creo que yo merezca este tipo de gobiernos, pero depende de la mayoría, si la mayoría es indiferente y no toma responsabilidad, entonces se merece las consecuencias perpetuas de este sistema.

    En cuanto a mí, podrán apresar mi cuerpo pero no mi alma y estoy dispuesto a ayudar a todo aquel que quiera ayudarse.

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