Número de edición 8481
La Matanza

Vecinos de Virrey del Pino denuncian a una empresa por contaminación

Bajo el lema “Klaukol mata”

En la zona hay casos de cáncer y enfermedades respiratorias.

Por: Nora Adámoli
Nova.periodismo@gmail.com

“Necesitamos ayuda”, dicen los habitantes del kilómetro 44 de la Ruta Nacional Nº3 que viven desde hace 30 años con la empresa de materiales para la construcción. “La mayoría tenemos problemas para respirar, además de los múltiples casos de cáncer que hay, especialmente en los más chicos”, comentó Hilda, una de las querellantes.

El caso está en la Justicia desde hace un año y medio, se hicieron análisis y según dijo la mujer, si bien se redujo la cantidad de polvillo en el aire, “de noche no se puede tomar aire, parece que estuviésemos en el desierto”.

“Continuamos en la lucha porque sabemos que está contaminando. Hay muchas gentes enfermas en la zona, chicas y grandes. Hay nenes de cuatro años con cáncer. Tenemos pruebas”, dijo.

En este sentido, especificó que la denuncia la tomó una abogada y que la causa se encuentra en el Juzgado Federal de Morón. “En el mes de mayo del año pasado que iniciamos este proceso, además realizamos un acampe en la embajada francesa, ubicada en Capital Federal y en la entrada a Klaukol Virrey del Pino”, mencionó Hilda.

A esto, agregó: “No tenemos respuesta de ningún lado. Nosotros salimos en Canal 9 y luego apareció el ingeniero. Dijo que no había operarios enfermos y que todo estaba en condiciones, pero nosotros que no es así, hasta Acumar estuvo aquí”.

Asimismo, señaló que se hicieron presentaciones en la Municipalidad de La Matanza, debido a que la empresa está funcionando dentro del Distrito, pero que no obtuvieron contestación alguna.

“Tenemos los análisis que realizó el Inti y otros estudios que se hicieron que son pruebas dentro de la causa” que pone sobre el tapete el tema de la contaminación en Virrey del Pino.

Con respecto al barrio, Hilda contó que aunque la empresa funciona hace 30 años, durante mucho tiempo los vecinos no notaron el cambio. “No nos dábamos cuenta de que era la compañía la que estaba contaminando”, señaló. Sin embargo, en el último lustro, comenzaron a observar con mayor atención.

“Supimos cuando explotó una de las tolvas, un de las tapas voló y cayó sobre la casa de un vecino. Ahora, el tema es además que Klaukol se encuentra ubicada justo enfrente de muchas casas, cuando tenemos entendido que su instalación no puede estar a menos de 700 metros de las viviendas. Es más, la fábrico tomó la mitad de la calle. Frente a la tolva, hay una nena trasplantada que sabemos que no puede seguir viviendo allí, se lo dijo el médico pero nadie escucha los reclamos que venimos haciendo, explicó.

Al caso de esta nena, se suman muchos más. Un niño de cuatro años, que reside a media cuadra de la empresa, tiene cáncer mientras que su vecino, también pequeño, es oxígenodependiente.

“A la noche es impresionante cómo se ve el humo y el polvillo. No se puede respirar, a mí me falta el aire. Fui a ver al neumonólogo porque la mayoría de los vecinos nos encontramos en tratamiento. Es impresionante esto. Ojalá alguien nos escuche, que se vayan o que dejen de contaminar porque el barrio estuvo primero y nuestra vida vale más”, comentó la mujer.

En relación a la empresa, dijo que continúan trabajando como si nada pasara. “Cuando empezamos a movernos, el humo contaminante se redujo durante el día, pero a la noche es impresionante el olor y las partículas que quedan en el aire. Vuela arena y cemento constantemente”.

“Espero que alguien tome cartas en el asunto y que esto se controle porque nos está matando”, concluyó.

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