El referente de la Cámara de Industria y Comercio de La Matanza, Francisco Lamanna, advirtió sobre la crisis del consumo y pidió al Gobierno atender la microeconomía para evitar el cierre de empresas.
Por Verónica Llonto
En diálogo con Diario NCO, el representante de la Cámara de Industria y Comercio de La Matanza, Francisco Lamanna, analizó el panorama económico del distrito y valoró la reciente medida del Gobierno nacional que permite regularizar empleados no registrados sin penalidades. Además, advirtió sobre la recesión que atraviesa el sector y la necesidad de que el Ejecutivo mire más la microeconomía y el consumo interno.
“El empleador que tenía a la gente en negro ahora puede blanquear sin pagar multas, y eso me parece bien. Pienso que penalizar es un error, porque el que blanquea tiene intenciones de crecer y de andar bien”, comentó Lamanna.
Respecto de la coyuntura nacional, el dirigente sostuvo que “la gente le dio un apoyo al Gobierno con su voto, pero también le está pidiendo a gritos que pegue un volantazo. No alcanza con mirar la macroeconomía si la gente no tiene recursos para consumir. Si no hay consumo, el sistema no funciona”.
En la misma línea, el referente planteó: “El consumo es lo que hace posible todo. El gobierno debe atender la realidad de la microeconomía para que se note el progreso, porque hoy el trabajador común se endeuda con la tarjeta de crédito para poder comer y eso tiene que parar”.
Industria y comercio en alerta por la recesión y la apertura de importaciones
El entrevistado aseguró que “la situación afecta tanto a trabajadores como a pymes. Hay gente con trabajo, pero ni eso les asegura poder invertir. Hay mucha incertidumbre. Si todo empieza a traccionar, se gana en certidumbre, en propuesta y en trabajo”.
En cuanto a la apertura de importaciones, Lamanna señaló: “Si se aplica de forma total, muchas empresas nacionales vamos a tener que cerrar. Competir contra la importación es imposible. Yo decidí no cerrar mi fábrica, pero sólo puedo mantenerla si hay intermediarios que garanticen la venta de los productos”.
“El comercio de cercanía continúa resistiendo en el contexto actual porque el almacén o el negocio de barrio es necesario. Es el que sigue sobreviviendo porque la gente compra por unidad, no por kilo como se hacía antes. Se compra para el día, porque no se llega a fin de mes”, concluyó el representante.
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