

Desde la Federación Nacional alertaron por la caída en las ventas, el aumento de costos y el riesgo de despidos masivos. Exigieron la convocatoria urgente a una mesa de diálogo con participación del sector.
Por Florencia Belén Mogno
La cadena frutihortícola nacional atraviesa una de las crisis más profundas de los últimos años en un contexto signado por la recesión económica, el ajuste y la pérdida del poder adquisitivo, el consumo de frutas y verduras en Argentina se desplomó.
Esta situación presenta efectos directos sobre todas las etapas del circuito productivo y comercial; desde la cosecha hasta los mercados mayoristas, el impacto de la caída en la demanda está generando un deterioro acelerado en la rentabilidad y la sostenibilidad de la actividad.
Frente a este panorama y de acuerdo con la información a la que tuvo la oportunidad de acceder Diario NCO, la Federación Nacional Frutihortícola (FeNaFrut) difundió un informe dirigido a la sociedad en su conjunto, en el que expresó su “profunda preocupación ante la grave situación económica que atraviesa el país y sus efectos devastadores sobre nuestra actividad”.
A esta situación se suma el incremento sostenido de los costos operativos, impulsado por el alza de tarifas de energía, transporte y combustibles, la inflación generalizada y la dolarización de insumos clave.
Para muchos productores, cooperativas, transportistas y puesteros, los márgenes se volvieron prácticamente inexistentes, en un escenario donde los precios al consumidor final no logran compensar los aumentos. La presión sobre los eslabones más vulnerables del sistema se ha vuelto crítica.
En paralelo, el sector advirtió sobre la falta de políticas públicas de contención o asistencia específicas. A diferencia de otros rubros, la actividad frutihortícola carece de herramientas financieras de emergencia, líneas de crédito accesibles o marcos regulatorios que permitan amortiguar la crisis.
La ausencia de una respuesta integral por parte del Estado agrava el riesgo de parálisis generalizada, con consecuencias que podrían afectar no solo a los trabajadores y trabajadoras del rubro, sino también al abastecimiento y los precios en el mercado interno.
Ampliación y análisis de la situación
En sintonía con lo planteado anteriormente, el documento surgió tras una reunión de más de tres horas entre representantes de todo el sector, incluidos productores, transportistas, puesteros, cámaras, asociaciones, cooperativas y federaciones.
Allí, detallaron que se registró “una fuerte caída en las ventas, que en términos interanuales oscilan entre un 30 por ciento y un 40 por ciento, afectando seriamente la sostenibilidad de nuestras actividades”.
En ese aspecto, el reporte elaborado por la entidad señaló que “esta merma no solo repercute en la rentabilidad, sino que compromete el flujo diario de ingresos de feriantes y trabajadores independientes que dependen de los volúmenes comercializados para sostener su actividad”.
En el mismo sentido, desde el organismo también denunciaron “una rentabilidad prácticamente nula, que impide afrontar con normalidad nuestras obligaciones laborales y compromisos operativos”.
La combinación de menos ventas con mayores costos empuja a muchas unidades productivas a una situación límite, sin capacidad para cumplir con pagos básicos como salarios, alquileres, transporte o mantenimiento.
Implicancias de la crisis y medidas
El texto facilitado a este medio también subrayó que los “costos operativos en alza constante, entre ellos energía, transporte, salarios y mantenimiento, terminan por asfixiar a un sector que históricamente ha sido esencial en la cadena alimentaria nacional”.
En ese punto, FeNaFrut destacó el rol estratégico de la producción frutihortícola, tanto por su aporte al consumo saludable como por su presencia territorial en mercados locales, regionales y nacionales.
De no mediar respuestas inmediatas, la Federación anticipó un escenario crítico: “De continuar esta tendencia, prevemos un escenario de colapso generalizado, con consecuencias irreversibles como despidos masivos, cierre de puestos de trabajo y quiebre de unidades productivas y comerciales”.
En consonancia con lo expuesto, desde la Federación Nacional Frutihortícola manifestaron que la advertencia busca visibilizar el riesgo real de ruptura de cadenas de valor enteras que hoy operan al borde de su capacidad de subsistencia.
Asimismo, FeNaFrut hizo “un llamado urgente a las autoridades nacionales y provinciales para que atiendan esta situación crítica y convoquen a una mesa de diálogo sectorial que permita construir soluciones de emergencia con el sector frutihortícola como protagonista”.
En esa línea y para concluir, subrayaron que la participación directa de quienes integran la cadena es indispensable para diseñar respuestas eficaces que eviten consecuencias irreversibles para el empleo, la producción y el consumo de alimentos frescos en el país.
Fuente fotografías: FeNaFrut.
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