Edición N° 8482
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Eduardo Alejandro: un homenaje renovado a los clásicos con espíritu propio

Cantante. “Me va, me va”.
Cantante. “Me va, me va”.

El cantante y productor reversionó “Me va, me va” con una propuesta moderna y festiva. En diálogo con Diario NCO, compartió su historia de vida, los desafíos de su carrera artística y su mensaje positivo hacia las nuevas generaciones.

Por Florencia Belén Mogno.

En tiempos donde los géneros musicales se funden, se adaptan y dialogan con nuevas tecnologías, reversionar un clásico no es tarea sencilla. Las canciones que marcaron una época suelen ser intocables para ciertas audiencias, y cualquier reinterpretación puede ser vista como una osadía o una falta de respeto al original.

Sin embargo, hay artistas que encuentran en estos homenajes una oportunidad para resignificar aquellas piezas, dándoles nuevos sentidos y nuevas texturas sin traicionar su esencia.

El fenómeno de las versiones modernas de grandes éxitos del siglo pasado creció en los últimos años, tanto en la música latina como en el mercado global. Esto responde a la nostalgia y a la búsqueda de conectar generaciones a través de melodías compartidas. En ese contexto, la producción, los arreglos y la interpretación vocal juegan un papel decisivo para lograr un equilibrio entre lo conocido y lo novedoso.

En paralelo, muchas de estas propuestas musicales no sólo buscan entretener sino también transmitir un mensaje claro. La música, como forma de expresión cultural, puede convertirse en una herramienta para inspirar o motivar a través de letras y sonidos.

En ese marco se inscribió la última producción de Eduardo Alejandro, cantante, músico y productor radicado en Estados Unidos, quien presentó su versión del clásico “Me va, me va”, popularizado por Julio Iglesias. En diálogo con Diario NCO, el artista repasó su recorrido personal, el trasfondo de este lanzamiento y los valores que busca compartir a través de su música.

La actualidad de un clásico

En ese sentido, la elección del tema no fue casual. Eduardo explicó que encontró en esta canción “una vibración positiva”, una energía que coincidía con el mensaje que deseaba transmitir.

“Transmite que todos los seres humanos podemos compartir las cosas buenas que tenemos o creamos con otros seres y también influenciar a la gente joven a que sepan que también puedes crear y lograr y tener tus sueños”, expresó. Esta intención de inspirar estuvo presente en cada detalle de la producción.

Para la grabación, contó con la participación de Gilberto González como productor y músicos de vasta trayectoria, responsables de los arreglos de vientos con trompetas y saxos. La propuesta combinó la elegancia del original con un aire festivo y moderno, pensado para un público amplio. El resultado fue una versión fresca, que respetó la estructura melódica pero sumó nuevos matices sonoros y visuales.

El camino que lo llevó hasta este punto no estuvo exento de desafíos. Nacido en Ciudad de México, Eduardo vivió su infancia en Colima con sus abuelos, y más tarde se trasladó a Estados Unidos, donde debió enfrentar discriminación y dificultades económicas.

Un presente y un futuro musicales

En medio de ese contexto, la música apareció como refugio y como motor. Fue así como comenzó a formarse como cantante y productor, apostando a un proyecto artístico personal que hoy sigue en plena expansión.

“Yo era un chico diferente que vivía en un mundo que no siempre entendía”, comentó sobre aquellos primeros años en territorio estadounidense. Esa vivencia marcó su carácter y su forma de encarar la vida y la profesión: con sensibilidad, perseverancia y deseo de superación”, señaló el entrevistado.

Asimismo, el cantante y compositor agregó que “a lo largo de los años, logró consolidar una carrera multifacética que incluye composiciones propias, producciones para otros artistas y una identidad musical en constante evolución”.

Actualmente, Eduardo continúa con su trabajo en nuevos lanzamientos y en la producción de un álbum completo. En este punto comentó: “Los planes son continuar con más canciones y terminar mi nuevo álbum”.

“Voy a tratar de en algunas canciones hacer videos y poder seguir compartiendo mi trabajo con las personas y ganando su corazón”, explicó. El vínculo con el público, aseguró, es uno de los motores que lo impulsa a seguir con sus producciones.

Más allá de los escenarios o las plataformas digitales, Eduardo Alejandro construyó un proyecto artístico que conjuga talento, historia y propósito. Su versión de “Me va, me va” no sólo reavivó un clásico del repertorio latino, sino que funcionó como un puente entre generaciones, reafirmando la potencia de la música para conectar, emocionar y transformar. Y en ese recorrido, su voz continúa resonando con fuerza propia.

Fuente fotografías: Eduardo Alejandro.

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