

Maximiliano Díaz, coreógrafo de Legión Malambo, destacó el valor del arte federal como herramienta de transformación social y reivindicación cultural. Conformado por bailarines de distintas provincias, el elenco busca llevar la identidad argentina a los escenarios más exigentes del país y el mundo.
Por Verónica Llonto
Desde su infancia en Isidro Casanova, Maximiliano Díaz fue moldeando una carrera artística que lo llevó de los patios del conurbano bonaerense a escenarios internacionales. Hoy, como bailarín, docente y coreógrafo de danzas folklóricas, celebra el reconocimiento que recibió junto al grupo Legión Malambo en el programa America’s Got Talent, sin perder de vista el valor del esfuerzo, la identidad y el trabajo colectivo. En diálogo con Diario NCO, Díaz compartió su recorrido, su mirada sobre el arte y el rol del Estado en el desarrollo cultural.
“Tenía cuatro años cuando empecé a bailar folklore en el patio de mi casa, con una cuota voluntaria. Así fue como aprendí. Mi primer profesor fue el fundador del grupo folklórico Añoranza”, narró el entrevistado. Y añadió: “Hoy muchos chicos no pueden acceder a ese tipo de espacios porque tienen que salir a trabajar. A mí me ayudó un Estado presente, y eso hizo la diferencia. Es muy triste ver que hoy no todos tengan esa misma oportunidad”.
Sobre su participación en Got Talent, el bailarín explicó que “la convocatoria llegó a través de las redes sociales. La producción del programa nos contactó porque les interesó el número. La idea de prender fuego las botas, fue de Fabián Serna, el director de Legión. Queríamos reflejar la sensación de intensidad y pasión que sentimos al hacer malambo”. Con ese impacto visual, el grupo logró llegar directamente a las semifinales gracias al botón dorado del jurado.
Más allá del impacto visual, Díaz destacó la diversidad que caracteriza al elenco de Legión Malambo. “Es un grupo muy heterogéneo, con compañeros de San Luis, Chaco, Santa Fe, del sur, del conurbano. Muchos vivimos en Buenos Aires y entrenamos ahí. Esa diversidad no solo enriquece lo artístico, sino que demuestra el potencial que hay en todo el país. El talento está en todas partes, solo hay que darle oportunidades para que crezca”, comentó el docente.
El arte como trabajo, derecho y herramienta de transformación
El bailarín matancero celebró el alcance que obtuvo el grupo luego de su paso por la televisión internacional. Díaz relató: “Después de Got Talent, nos llamaron para participar del festival de Calgary, en Canadá. Es uno de los festivales más grandes del mundo, a cielo abierto, con diez días de shows”.
“Cada uno puede tener su propia idea del éxito. Para mí, el verdadero éxito es poder vivir del arte, enseñar, formar grupos y representar a la provincia en escenarios como Cosquín o el festival nacional del malambo. Quizás no tenemos tanta visibilidad en La Matanza, pero somos muchos los que estamos dedicados a esto con mucho compromiso”, sostuvo el coreógrafo.
A lo largo de la entrevista, el docente insistió: “Es necesario dignificar la labor artística. No se puede pensar que al artista se lo conforma con un pancho y una coca. Ese discurso ya es de antaño. Llevar una propuesta a nivel profesional implica tiempo, energía, inversión económica”. En ese sentido, reivindicó el valor del arte como trabajo, con impacto económico y social.
Finalmente, Díaz expresó su deseo de que las políticas públicas acompañen el desarrollo cultural. “El arte tiene un valor enorme. No sólo cultural, sino también como herramienta de inclusión, de transformación. No debería ser un lujo ni una actividad elitista. Todos deberían tener la oportunidad de descubrirlo y desarrollarse. El Estado debe estar presente para que más pibes puedan tener las oportunidades que yo tuve”, concluyó el entrevistado.
Te Puede Interesar:
https://www.instagram.com/diarioncomatanza
https://facebook.com/diarionco