Número de edición 8481
La Matanza

Visitas educativas al Territorio de Memoria Indígena: aprendizaje en contacto con la naturaleza y la cultura

Territorio de Memoria Indígena, contacto con la naturaleza.
Los territorios de memoria indígena, escenarios vivos.

Durante la última semana, alumnos de la EP N°43 “República del Paraguay” participaron de una experiencia educativa única en la Comunidad Tres Ombúes de La Matanza, donde vivenciaron la importancia del entorno natural y la identidad cultural.

Por Florencia Belén Mogno

La relación entre la educación y la preservación del ambiente cobró en los últimos años una importancia central para las comunidades que trabajan para conservar los espacios naturales y culturales.

Los territorios de memoria indígena se presentan como escenarios vivos donde se integran el conocimiento ancestral y la formación ambiental, y se generan aprendizajes que trascienden las aulas tradicionales.

Este enfoque cobra especial relevancia cuando se trata de niñas y niños en edad escolar, quienes tienen la oportunidad de experimentar y reconocer la diversidad biológica y cultural en su entorno inmediato. La visita a estos espacios, más allá de ser una salida pedagógica, es una experiencia transformadora que conecta a las nuevas generaciones con raíces profundas y prácticas sustentables.

En este marco y de acuerdo con la información brindada a Diario NCO, la Comunidad Indígena Multiétnica Tres Ombúes del partido de La Matanza, recibió en las últimas semanas a niños y niñas de la Escuela Primaria N°43 “República del Paraguay”, ubicada en el barrio 9 de Abril, partido de Esteban Echeverría. Alrededor de 26 estudiantes por grado participaron en una serie de actividades pensadas para acercarlos a la naturaleza y al legado indígena del territorio.

Cultura originaria y educación

El encuentro comenzó con un sahumo, un ritual tradicional de purificación y bienvenida, que abrió paso a la presentación mutua entre la comunidad y los visitantes. Durante la recorrida por los senderos del territorio, los niños y niñas pudieron observar y reconocer distintas especies de plantas y árboles, tanto autóctonos como exóticos, y apreciar la riqueza del suelo del predio.

La visita continuó en la huerta comunitaria, donde los niños identificaron con entusiasmo plantines de verduras como lechuga, cebolla de verdeo y remolacha. Este reconocimiento natural fue enriquecido con el testimonio de las docentes, quienes compartieron que en su escuela mantienen una huerta y un compostaje, así ambas experiencias educativas dier9n cuenta de una conexión y se reforzó el aprendizaje sobre la producción sustentable de alimentos.

Al finalizar el recorrido, la comunidad ofreció una merienda para que los alumnos, alumnas y docentes se reconfortaran, mientras algunos miembros interpretaron música con sikus, un instrumento tradicional andino, acompañando con la canción “Tres Ombúes”. Esta instancia permitió integrar la música como expresión cultural y elemento de cohesión social.

Desarrollo de jornadas de intercambio

Más tarde, en una actividad creativa, las niñas y niños pintaron las vainas del árbol de la Acacia, y dejaron volar su imaginación para desplegar una combinación de colores vivos que expresaron su alegría y conexión con la naturaleza. Estas vainas, que llevan semillas en su interior, se convirtieron en instrumentos sonoros con los que jugaron y se despidieron, llevándose un recuerdo tangible de su paso por el Territorio.

La jornada culminó con la satisfacción y el entusiasmo de los visitantes. Las docentes expresaron también su gratitud por la experiencia vivida y el valor pedagógico de un espacio donde el aprendizaje se siente en todos los sentidos del cuerpo.

La Comunidad Indígena Multiétnica Tres Ombúes agradeció la presencia de la Escuela 43 y la gestión de sus docentes, quienes hicieron posible esta conexión tan rica y necesaria entre la educación formal y la cultura ancestral.

Estas visitas representan mucho más que un encuentro educativo; son un puente entre generaciones, una forma de resistencia cultural y ambiental, y un compromiso colectivo por la preservación de la memoria y la biodiversidad local.

En tiempos donde la urbanización avanza y los espacios verdes disminuyen, este tipo de experiencias cobran un valor insustituible para construir una sociedad más consciente, inclusiva y en armonía con la tierra.

El Territorio de Memoria Indígena Tres Ombúes continúa abriendo sus puertas a nuevas generaciones para compartir su historia, su sabiduría y su esperanza, reafirmando que el aprendizaje no solo sucede en las aulas sino en el contacto directo con el entorno y la comunidad.

Fuente fotografías: Comunidad Tres Ombúes

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