Número de edición 8481
La Bata

La comunión de las voces: Val Carbone y el espíritu de “Ciudad Karaoke”

 Val Carbone. Un homenaje a las canciones y sus autores.
Val Carbone. Un homenaje a las canciones y sus autores.

El músico presentó su nuevo disco, un homenaje a las canciones y sus autores, y reflexiona sobre la experiencia de reinterpretar grandes obras desde un lugar íntimo y colectivo.

En tiempos en los que la música se multiplica en todas direcciones, los discos que nacen desde la interpretación de canciones ajenas resultan una invitación a mirar más allá de la propia voz. La práctica de versionar temas de otros artistas no es nueva, pero cobra un sentido especial cuando quien los toma para sí lo hace con respeto y devoción, sin querer apropiarse de su brillo.

En ese aspecto, el disco como territorio de reunión de distintas voces y sensibilidades se transformó en un espacio de comunión entre pasado y presente. Así, cada versión de un clásico deja entrever la mirada de quien la hace propia, pero también devuelve la memoria de su origen.

Dentro de este contexto se destaca el caso del músico y cantautor argentino Val Carbone, quien estrenó su disco solista “Ciudad Karaoke”, donde la idea de la interpretación como acto colectivo y sincero encontró un espacio de exploración.

El músico dialogó nuevamente con Diario NCO y relató cómo surgió el concepto, cómo resultó el proceso de grabación de este álbum y la manera como se diferenció de sus trabajos previos. Además, reflexionó sobre la escena musical actual y anticipó sus proyectos para el futuro.

Un nuevo logro artístico

Ciudad Karaoke es el título de tu nuevo disco. ¿Cómo nació ese concepto y qué representa para vos a nivel simbólico y emocional?

V.C: Ciudad Karaoke nació conceptualmente de una idea a partir de que me acordé de una película que me gusta mucho, que se llama Lost in Translation que tiene una escena muy linda, donde el protagonista está en Japón y se hace amigo de una joven norteamericana que también está en el mismo hotel. Ambos están en Japón, que es una cultura muy diferente y sin embargo, hay un punto de conexión en la película, entre ellos dos y la gente en general, que es cuando van a un lugar a cantar karaoke. Y me gustó esa idea; cómo cantar o ponerte a cantar lo que te gusta te conecta y te hace comulgar con los demás.

¿Qué temáticas atraviesan las canciones del disco y cómo dialogan entre sí a lo largo del álbum?

V.C: Principalmente las primeras canciones del disco son canciones de autores que escriben en español y que yo valoro mucho, como Joan Manuel Serrat, Ismael Serrano, Charly García. Son artistas que yo admiro muchísimo y me gustan sus canciones, y me gusta cantarlas. A eso le agregué una canción que yo tengo traducida hace tiempo de Bob Dylan, y después le agregué dos canciones que son mías. Con eso armé mezcla que es Ciudad Karaoke. No es tan conceptual el álbum en un sentido estricto, de que te quiera mandar un mensaje unificado, sino más bien compartir la alegría de cantar.

Por otra parte, ¿cómo fue el proceso de realización y grabación? ¿Qué diferencias encontras respecto a tus trabajos anteriores en cuanto a la dinámica de trabajo?

V.C: Fue un proceso muy natural. El trabajo fue ir y cantar la canción como si fuera una presentación en vivo. O sea, un poco fue esa la idea, y partir de esa base para armar todo el resto. En cuanto a eso, hay una gran diferencia con los trabajos anteriores, porque en los trabajos anteriores era más disco de estudio y como cuando el pintor está pintando un cuadro y está buscando meter los detalles, meter un simbolismo, un color. Ese fue el trabajo de OHGBlues. Aquí Ciudad Karaoke es un álbum más espontáneo, más directo.

En relación con tu discografía previa, ¿qué continuidad ves en Ciudad Karaoke y qué rupturas o virajes te interesó explorar?

V.C: Me parece que Ciudad Karaoke completa un circuito de grabaciones con respecto a OHGBlues, porque es como que grabar las canciones de otro y cantarlas como si fueran mías es también explorar un terreno que por ahí no lo había hecho del todo, salvo por un par de canciones. Pero ahora esto es otra cosa, ya no está el tema de que uno es autor y yo hago canciones, fue hacer covers y me saqué el gusto también. Me encantó la experiencia y me da mucha alegría cantar las canciones de artistas que admiro tanto, que lo hago con mucho cariño y como un homenaje. Y además no son las canciones más populares de esos artistas, así que no hay ninguna intención así de “robarles la fama de la canción”. No. Se hace por cariño y porque da gusto cantar esas canciones.

¿Qué lugar ocupa este disco en tu vida personal? ¿Cómo influyó o se vio influenciado por tu momento vital durante su creación?

V.C: Me pasó que justo estaba de viaje, estaba en España y no estaba con mi familia. Así que todo este proceso del disco fue un poco como la película que mencioné. O sea, es como estar en otro lado y, de alguna manera, estas canciones me conectan no solamente conmigo, porque las canciones que uno hace también se conectan con uno, pero esto es otro nivel, a nivel de lo que somos culturalmente, a nivel vivencias, a nivel edad. Cuando uno canta la canción de otro también vivencia un poquito cómo la persona que hizo la canción está visualizando algunas cosas.

¿Qué aprendizajes te dejó este disco a nivel personal y artístico? ¿Qué nuevas preguntas o búsquedas se abrieron a partir de él?

V.C: Como aprendizaje te diría que hay una frase que a mí me gusta mucho y yo siempre la digo y es: “nada de lo humano me es ajeno”. Yo la interpreto como que cualquier cosa que haga un ser humano, probablemente, yo la pueda hacer. No quiere decir que la haga bien, pero probablemente la pueda hacer. Con esto quiero decir que puedo hacer mis canciones, puedo cantar las canciones de otro, pero aún así seguir viviendo la experiencia de la música como lo que es: una expresión genuina del interior de las personas. Entonces esa es la enseñanza que tengo. No veo gran diferencia entre cantar mis canciones y cantar canciones de gente que admiro. La enseñanza es que no le tengo que tener miedo a lo estilístico, ni a jugar un poco con la música. Creo que esa es la idea que me ha quedado después de haber grabado este disco. Ahora también sospecho que esto de haber hecho un disco así me abre unas posibilidades, en el sentido de que en el futuro también barajo la situación de cantar alguna de la enorme cantidad de música que me gusta. Y, por otro lado, también es cierto que este es el primer disco solista; lo hice como un disco solista de Val Carbone, con lo cual también marca me parece que OHGBlues completó un ciclo y es probable que, a partir de ahora, mi música salga como solista. Ya no es un proyecto musical, sino simplemente la música que hace Val Carbone.

En un contexto musical tan cambiante, ¿cómo ves la relación entre tu obra y las nuevas tendencias o la escena actual?

V.C: Yo entiendo que el escenario musical de hoy es un escenario absolutamente distinto de hace 10, 20 o 30 años. Es un escenario donde no hay escenario, básicamente. Es un escenario donde hacer y editar música es mucho más sencillo, pero también es mucho más anónimo. Y, por otro lado, conectar con el público que le interesa es más arduo. Yo lo que pienso es que el mundo está cambiando, no solamente la cultura argentina, sino que en general la cultura mundial está cambiando. Es cierto que es un cambio que a mí, personalmente, no me agrada. Es un cambio que, en general, no le encuentro cosas que me entusiasmen, pero es lo que es. Me parece que el escenario de la música que conocimos ya no es el mismo, ni ser famoso, ni conocido, ni nada de eso significa lo mismo que en nuestra época. Hoy en día lo que tiene esas características de lo popular, generalmente son cosas que espero que sean pasajeras, porque si no fueran pasajeras, realmente sería una tragedia que el futuro sea dominado por estas tendencias.

En relación al futuro, ¿qué proyectos o caminos artísticos te gustaría explorar después de Ciudad Karaoke?

V.C: En el futuro espero seguir grabando música. Ahora estoy grabando temas míos, pero de verdad me gustó la idea de grabar covers con este tipo de perfil. En principio, no descarto grabar en otro idioma, que podría ser el inglés o el portugués. Me gustó mucho grabar covers, sinceramente. Entonces, es probable que haya un Ciudad Karaoke 2, o tres, o cuatro, pero también va a haber un disco con temas propios. Pero ese es el futuro y espero que al público le guste Ciudad Karaoke y lo que venga también, y que no dejen de escuchar los discos de OHGBlues, que también hay uno muy reciente del año pasado que es “Camino Nunca Jamás”, que todavía debería tener un recorrido. A mí me gusta hacer música y me gusta mostrarla, así que básicamente es eso.

Fuente fotografías: prensa OHGBlues

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