

Golpe al robo de cables: 14 allanamientos, 8 detenidos y casi un millón de dólares en materiales secuestrados. Parte de los operativos se realizaron en La Matanza, donde se localizaban centros de acopio vinculados a una red delictiva dedicada a la comercialización ilegal de cobre, aluminio y otros metales.
Por Florencia Belén Mogno
Las consecuencias del robo sistemático de cables y metales no solo afectan a las empresas proveedoras de servicios esenciales, sino que también tienen un impacto directo sobre la vida cotidiana de la población: interrupciones en el suministro eléctrico, cortes en las comunicaciones, riesgo de accidentes y demoras en las reparaciones.
En ese aspecto, esta actividad, impulsada por el valor creciente del cobre y el bronce en el mercado internacional, conforma un circuito delictivo que se expandió a lo largo de los últimos años.
En ese contexto y tras una investigación de casi dos meses, se realizaron 14 allanamientos simultáneos en distintos puntos del conurbano bonaerense, incluidos los barrios de Rafael Castillo y San Carlos en La Matanza, además de los partidos de Merlo, San Fernando, Vicente López y Tigre. Las acciones estuvieron a cargo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, bajo la coordinación de la Superintendencia de Planeamiento y Operaciones Policiales.
En ese sentido y de acuerdo a la información consultada por Diario NCO, la causa se inició el 1 de abril bajo la carátula “Averiguación de delito – FSM 60/2025”, a cargo del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N.º 2 de Morón, con el juez Jorge Rodríguez y la Secretaría N.º 8, a cargo del Dr. Ignacio Calvi.
En esa línea, este medio tuvo la oportunidad de acceder a un documento judicial que dio cuenta de las medidas adoptadas como así también de la magnitud del material incautado durante los allanamientos.
Detalles del procedimiento judicial
En sintonía con lo planteado anteriormente, el informe consultado señaló que los resultados del operativo fueron contundentes: hubo 8 personas detenidas y casi un millón de dólares en materiales recuperados. Entre lo secuestrado se encontraron 95 mil kilogramos de cables robados a la empresa Edenor, 4.070 kilogramos de cobre entre cables y filamentos.
A esto se sumaron 1.512 lingotes metálicos de unos 15 kilogramos cada uno, que totalizaron 22.680 kg. También se incautaron 2.342 kg de aluminio compactado y 621 kg de monedas de curso legal, además de 9.763.300 pesos en efectivo.
En esa línea, el relevamiento también expuso cómo el negocio ilegal del cobre y el aluminio demostró “una capacidad de organización que sorprende. Desde pequeños grupos que actúan en barrios vulnerables hasta verdaderas organizaciones criminales que articulan la logística, el procesamiento y la exportación de los materiales, la cadena de delitos se ha ido complejizando con el paso del tiempo”.
En ese aspecto, el documento facilitado a este medio indicó que “esto se traduce en circuitos de venta cada vez más sofisticados, en los que los lingotes de cobre o bronce fundidos terminan muchas veces en mercados internacionales con nula o escasa trazabilidad”.
A su vez, csbe mencionar los efectos que esto supone em la vida cotidiana. El informe hizo foco en el hecho de que “las interrupciones en el servicio eléctrico impactan en la economía doméstica, en la educación y en la salud, especialmente en zonas que ya cuentan con problemas estructurales previos”.
Además, el documento agregó que “en algunos casos, los cortes prolongados se traducen en pérdidas de alimentos, daños en electrodomésticos y hasta en la imposibilidad de utilizar dispositivos médicos en hogares donde se requiere atención permanente. La falta de cobre en la red de comunicaciones también deja a miles de personas sin teléfono ni internet, lo que hoy significa un aislamiento total y la imposibilidad de acceder a recursos básicos”.
Accionar de la justicia
Por otra parte y en cuanto a los casos particulares que tuvieron lugar en diversas localidades del oeste y el norte bonaerenses, durante los allanamientos, las fuerzas de seguridad encontraron además 8 celulares, 15 cuadernos con anotaciones comerciales y varias máquinas utilizadas para el procesamiento de los materiales, entre ellas compactadoras, peladoras y prensadoras.
El informe facilitado a NCO puntualizó que “se estima que el valor total de lo incautado asciende a 900.000 dólares, un golpe importante a la logística de estas bandas que afectan la infraestructura eléctrica y de comunicaciones”.
Fuentes cercanas a la investigación explicaron que los materiales sustraídos eran procesados en pequeños centros de acopio y luego vendidos a fundidoras más grandes, que a su vez los exportaban. La falta de controles y la alta rentabilidad de estos metales en el mercado internacional facilitaron el crecimiento de estas redes delictivas.
En este punto y ya a modo de conclusión, las autoridades remarcaron que los operativos continuarán en las próximas semanas para dar con los responsables de la comercialización ilegal y frenar el impacto que este delito tiene en los servicios esenciales.
Fuente fotografías: gba.gob.ar
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