El marplatense, de 44 años, se fue en el 2000 en búsqueda de un futuro mejor pero perdió la billetera y ahí comenzó su calvario. Tuvo que dejar toda su familia en el extranjero y regresar al país.
Flavio Musmanno es un marplatense que había encontrado en Estados Unidos un trabajo de calidad con el que podía mantener a su familia con holgura y bienestar. Se fue en el año 2000, cuando el desempleo en Argentina llegaba a niveles récord.
Desde entonces realizaba trámites para lograr su residencia. Mientras consiguió un empleo en el rubro de la construcción en Ohio, se afianzó y prosperó. Con su trabajo, consiguió auto, vivienda, mandó a sus hijos a la escuela y la familia ya se había ampliado a los nietos.
Pero un día, perdió la billetera y su sueño americano se transformó una pesadilla. Recibió un llamado de la policía que la habían encontrado y cuando fue a buscarla, era una “trampa” del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que lo detuvo, lo esposó y lo metió preso, tras una fuerte discusión, con golpes de puño incluidos.
Al enterarse de la noticia, la familia de Flavio inició los trámites para evitar la deportación, aunque todos los esfuerzos fueron inútiles.
“Una semana después del incidente, nos dimos cuenta que el abogado que teníamos nos estafó”, contó Florencia, hija del Musmanno.
“Rápidamente encontramos otra abogada pero corríamos contra el tiempo”. La letrada les dijo que todo dependía del Oficial Supervisor de la causa. Entonces mandaron cartas de súplica y completaron todos los formularios de inmigración, pero no pudieron convencer al funcionario.
El 9 de octubre, Flavio fue subido a avión y viajó como deportado a la Argentina. Si no logra obtener un permiso especial, tendrá que esperar 10 años para intentar volver.
El hombre no tenía antecedentes criminales y dentro de su empresa, era un empleado ejemplar.
Después de una rápido proceso de extradición y un mes tras las rejas, Musmanno debió dejar a toda su familia en Estados Unidos y volver a su ciudad natal.
Fuente: Clarin.
