La Escuela Leopoldo Marechal llevó su arte al Hospital del Niño
El último jueves 26 de octubre, un grupo numeroso de estudiantes de distintas disciplinas de la escuela de arte Leopoldo Marechal de Isidro Casanova, acompañados por uno de sus profesores, estuvieron en el Hospital del Niño de San Justo para mostrar sus producciones a los menores y adultos que se encontraban ese día en el nosocomio.
Alrededor de 40 estudiantes recorrieron los pasillos del hospital, tocando música con diversos instrumentos, narrando cuentos, mostrando títeres, cantando canciones grupales y realizando un concierto en el hall central del edificio. El hospital, como es habitual, a la mañana cuenta con gran concurrencia de niños con sus familiares, dispersos por los diferentes consultorios y salas de espera, pero ese fue un día diferente, el mismo se llenó de sonidos, colores, imágenes y voces que trasmitían cuentos e historias por todos los rincones del lugar, con el asombro de chicos y grandes.
Fue una mañana atípica en el centro de salud, una verdadera fiesta de sonido y color para la alegría de los chicos que no salían de su asombro al ver esos arlequines que los encantaban con sus instrumentos musicales. Seguramente por un momento olvidaron el malestar y el dolor, que se esfumaron por la magia creado por estos estudiantes solidarios.
NCO estuvo presente invitado por algunos de los estudiantes y en ese contexto pudo conversar con el docente Miguel Mendonca, quien estuvo a cargo de la actividad.
-¿Cuál es la idea para realizar esta jornada?
-El desembarco que venimos a hacer en el hospital es traer cuentos narrados, canciones, pequeñas obras de títeres, y un par de cosas oníricas como juegos sonoros y musicales. La idea es que los niños y los adultos que están hoy aquí, pasen un momento agradable con nosotros y entregar a la gente todo lo que vamos aprendiendo. Además, pensamos que es importante brindar estos espectáculos a quienes están pasando momentos difíciles y no siempre pueden acceder a este tipo de eventos artísticos y musicales.
-¿Estas actividades son habituales?
-Todos los años tratamos de realizar actividades externas, principalmente en las escuelas especiales, donde están los niños que más necesitan este tipo de cosas. Este año decidimos hacer la experiencia en el Hospital del Niño. Es una forma de devolver a la sociedad lo que nos da para formarnos como trabajadores del arte.
¿Qué disciplinas participan hoy en esta jornada?
-En esta actividad participan montones de cursos: Análisis y Producción I; Taller de Folklore Musical Argentino; Taller de Música Afro Latinoamericana y Ensamble que es la conjunción de diversas disciplinas como teatro, música, danza, títere, cuento narrado.
-¿Cómo está la escuela, en cuanto a los recursos para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje?
-La nuestra como todas las escuelas de arte en La Matanza y la provincia, es una escuela carenciada. Siempre nos faltan montones de cosas, algo simple como pizarrones, sillas y mesas, sistemas de audio y equipos, instrumentos, atriles, pero estamos habituados a pelearla. Para la actividad de hoy, por ejemplo, la mitad de los instrumentos son aportados por los chicos, sus amigos y algunos por nosotros, los profes. Por eso no es por ser quejoso, pero reitero: somos una escuela carenciada.
A su vez Juan Manuel Castro, estudiante del profesorado de Educación Musical e integrante del Grupo de Música Andina, Pura Vida, cuenta por su lado, el porqué de venir a esta jornada artística al hospital: “En nuestro profesorado hay unos espacios de Definición Institucional (EDI) y hoy hemos venido con dos de esos espacios, del Taller de Folklore y el Ensamble de Percusión Latinoamericana en el que participo. Vemos diferentes repertorios, ensamblamos, creamos música y un proyecto que surgió a partir de nuestros ensayos, fue mostrar nuestras producciones a los niños en este hospital público. Hemos seleccionado 5 temas musicales para tocar en el concierto. Me parece muy importante mostrar lo que estamos haciendo en un hospital donde vienen los hijos de vecinos de La Matanza, lugar donde esta nuestra escuela”.
Necesidad de que se termine el nuevo edificio
El estudiante cerró su testimonio con un reclamo: “Con respecto a la situación de nuestra sede de Isidro Casanova, necesitamos que se termine el nuevo edificio que se está construyendo para trasladarnos ahí. Las obras van muy lentas en relación con los tiempos que nos habían prometido de finalización. Además este nuevo edificio ya es chico para albergarnos a todos, hay una promesa de construir otro en el predio, pero no han comenzado las obras”.