Kily. Los tiempos se adelantaron. Mejor dicho, los resultados quizás adelantaron los tiempos. Cristian ElKily González enfrenta este sábado un partido crucial en su ciclo como entrenador de Unión. El duelo ante Gimnasia y Esgrima La Plata en el Estadio 15 de Abril podría marcar un punto de inflexión en su continuidad, en un contexto que se ha vuelto inesperadamente tenso para el DT rojiblanco.
El propio Kily alimentó la incertidumbre con sus declaraciones tras la derrota ante Huracán. “No me pongo plazos para nada, si veo que mis jugadores no me responden me voy, está complicada la situación, es un proceso de formación y hay que acomodarnos, nos pasan estas situaciones, el día que yo vea que mi equipo juega horrible seré el primero en irme”, manifestó el entrenador en un momento de sinceridad.
Kiñy. Sin embargo, lo que se ve dentro del campo de juego es un equipo con actitud, que lucha cada partido y que no da muestras de haberle soltado la mano a su técnico. El problema radica en los resultados y en un funcionamiento que no aparece, generando impaciencia en los hinchas y en el entorno del club.
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Lo cierto es que nadie en Unión esperaba este complicado comienzo de año. La dirigencia respondió con creces en el mercado de pases, trayendo los refuerzos que el DT solicitó para fortalecer un plantel que en abril disputará la Copa Sudamericana. Pero lo que debería haber sido un arranque tranquilo, con tiempo para aceitar el equipo, se transformó en una situación de urgencia. La paciencia de los hinchas se agotó rápido, los tiempos se aceleraron y el margen de error se redujo al mínimo.
El partido ante Gimnasia se convierte, entonces, en una final adelantada. Aún falta más de un mes para el inicio de la Sudamericana, pero la presión ya se instaló. ¿Qué sucederá si Unión no consigue un buen resultado este sábado? ¿Habrá respaldo o se tomará una decisión drástica? Solo el Kily sabe hasta dónde está dispuesto a sostener este desafío.
Vélez busca renovarle el contrato a Thiago Fernández
Aunque parezca extraño decirlo, hace dos meses Vélez se consagró campeón del fútbol argentino al ser el equipo que más puntos sumó en la última Liga Profesional. Una realidad muy distinta a la que vive en este comienzo del Torneo Apertura 2025, donde en siete fechas no obtuvo triunfos y tampoco convirtió goles.
Uno de los puntos altos en la conquista del campeonato pasado fue Thiago Fernández, quien desafortunadamente sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en la victoria ante Sarmiento a comienzos de diciembre. Por lo tanto, se estima que hasta agosto como mínimo no regrese a las canchas.
Más allá de esto, desde la dirigencia de Vélez comenzaron negociaciones con el entorno del atacante para extenderle su contrato, el cual vence a finales de este año. Su última renovación fue el 14/04/2023, poco antes de su debut oficial ante Colón en Santa Fe.
Respecto a este tema, el presidente Fabián Berlanga brindó detalles en una charla con ESPN: “Hablo permanentemente con Thiago. La decisión final de su renovación no está en nosotros, él ya tiene la oferta de contrato que él pidió la última vez que conversamos. Tiene la pelota de su lado. Estamos abiertos al diálogo”, confesó el dirigente.
Independiente sufre una nueva inhibición por una deuda a Juan Cazares
No todas son buenas para Independiente. Luego del triunfo 2-0 frente a Instituto, que le permite estirar su invicto en el Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini a 17 partidos, el club recibió una mala noticia que lo afecta financieramente: otra inhibición.
El involucrado en este conflicto económico es Juan Cazares, quien reclama una deuda de 570 mil dólares desde noviembre de 2023, que con intereses (cerca del 5%) asciende a 630 mil dólares. La dirigencia de Néstor Grindetti deberá resolver esta situación para poder reforzar el equipo en el próximo mercado de pases, ya que la prohibición de fichajes es por tiempo indeterminado.
Este problema con Juanito surge en un momento clave para el Rojo, que busca estabilizar sus cuentas tras haber saldado las deudas con Gastón Silva y Cecilio Domínguez. Aunque el monto adeudado no es elevado en comparación con otros casos recientes, la institución deberá asegurarse de evitar nuevas sanciones similares, como la que podría surgir por la deuda con Fernando Gaibor.
