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La inflación cerró el 2024 en 117,8 por ciento, lo que fue una fuerte desaceleración con respecto a 2023

La inflación cerró el 2024 en 117,8 por ciento, lo que fue una fuerte desaceleración

La inflación. Con medidas de ajuste fiscal, control del tipo de cambio y ajustes en tarifas, el gobierno logró estabilizar el dato inflacionario pero los desafíos en torno a una estabilidad siguen presentes.

Tomás Modini

@ModiniTomas 

El índice de precios al consumidor (IPC) publicado por el INDEC confirmó una desaceleración de la inflación en 2024. Con un aumento mensual del 2,7 por ciento en diciembre, el año finalizó con una suba acumulada del 117,8, que marcó una fuerte caída frente al 211,4 por ciento registrado en 2023. 

Este resultado, inesperado para la mayoría de los analistas económicos, fue producto de una combinación de políticas económicas y ajustes estructurales que modificaron el rumbo inflacionario.

Una desaceleración que superó las expectativas

En enero de 2024, los economistas proyectaron un año difícil para la inflación. Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, las estimaciones iniciales rondaban un 213 por ciento anual. Sin embargo, el resultado final estuvo casi 100 puntos porcentuales por debajo, sorprendiendo incluso a los expertos más optimistas.

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A la hora de mencionar los factores que fueron parte hay que decir que, en primer lugar, el gobierno implementó un ajuste fiscal más profundo del que se esperaba y redujo el déficit en más de un 4 por ciento del PBI. Esto permitió eliminar la necesidad de financiar el gasto público mediante emisión monetaria, una de las principales causas, que consideró la gestión de Javier Milei, de la inflación en años anteriores.

Una estrategia central fue mantener un ritmo constante de devaluación del tipo de cambio oficial, que creció apenas un 24 por ciento en todo el año. A diferencia de años anteriores, donde la devaluación era utilizada como herramienta para corregir desequilibrios macroeconómicos, el gobierno apostó por un crawling peg controlado del 2 por ciento mensual.

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Esta decisión ayudó a desacelerar los precios de bienes vinculados al comercio exterior y de productos esenciales como alimentos y bebidas no alcohólicas, que registraron un incremento de 94,7 por ciento en el año. Además, otros sectores que requerían ajustes, como vivienda, agua, electricidad y gas, tuvieron aumentos mucho más altos,aproximadamente del 248,2, debido a la necesidad de actualizar tarifas.

Diciembre y un mes marcado por la estacionalidad

El último mes del año suele reflejar un aumento en los precios por el consumo relacionado con las fiestas y el inicio de las vacaciones. Aunque el 2,7 por ciento de diciembre superó el 2,4 de noviembre, fue el menor registro para un diciembre desde 2018.

Los precios de frutas y verduras tuvieron un impacto positivo en la moderación del índice general, con caídas significativas como el tomate (-37,8 por ciento), la cebolla (-16,3) y la papa (-12,6). Estas bajas compensaron los aumentos en productos en la carne como el asado (+18,4) y el cuadril (+12,5).

El Ministro de Economía Luis Caputo, celebró los resultados y los calificó como un logro fundamental de la gestión económica: “El IPC de diciembre confirmó la continuidad del proceso de desinflación, marcando el cierre de un año en el que cumplimos con nuestra promesa de frenar la hiperinflación heredada”.

Las expectativas para el 2025

Para el año que comienza, las expectativas del mercado son aún más optimistas. Las proyecciones indican una inflación anual por debajo del 26 por ciento, que sería un nivel que no se alcanza desde 2017. Este escenario depende mayormente de mantener el equilibrio fiscal y la estabilidad cambiaria, dos pilares que son fundamentales para el programa actual.

Aún así, algunos economistas advierten que el desafío será sostener la desinflación sin generar nuevos desequilibrios. “El ajuste fiscal fue muy profundo en 2024, pero ahora se necesita fomentar el crecimiento sin perder de vista los objetivos inflacionarios”, señaló Federico García Martínez, analista económico.

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