San Justo: ¿El principio del fin?

Por Prof. Joaquín G. Puebla
El pasado viernes 6 de julio, pasadas las 19.30 horas, los vecinos comenzaron a notar movimientos anormales sobre la calle Villegas. Autos de alta gama estacionando en lugares que no son habituales, pasajeros que bajaban y se dirigían a pie hacia la zona de la Plaza San Martín; en fin, movimientos de autos y personajes poco habituales.

Los comensales cotidianos que se dan cita en el bar de la esquina de Villegas y Arieta (muchos de ellos dirigentes de larga trayectoria y militancia política) comenzaron a reconocer rostros de algunos de los desconocidos transeúntes de esa cuadra. Algunos se asomaron y cogotearon y pudieron ver que esos personajes se dirigían hacia el Palacio Municipal matancero.

Comenzaron las insistentes llamadas telefónicas y se comenzó a dispersar la historia: había una reunión de Intendentes del conurbano bonaerense en el palacio Municipal de La Matanza.
A dicha reunión fueron invitados 41 y, asistieron a la convocatoria 24 Intendentes de larga y reconocida trayectoria y, con peso propio en la estructura del PJ bonaerense.

El anfitrión del encuentro, el matancero Fernando Espinoza, recibía uno a uno a los recién llegados que se iban acomodando en el lugar dispuesto para la reunión. La excusa de la misma fue para coordinar los pedidos de obras públicas que se le habían realizado a al Ministro de Planificación, Julio De Vido, también estaba en el temario el plan de seguridad para los municipios por un monto cercano a los 300 millones de pesos.

Pero a nadie de los presentes ni de aquellos que se enteraron de la reunión escapaba el tema del conflicto entre el Gobernador bonaerense Daniel Scioli y la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El viernes el embate contra Scioli por parte de funcionarios del gobierno nacional y de destacadas figuras del kirchnerismo, superaba todos los límites de la convivencia política. A esa altura, Daniel Scioli era peor que Menem, Duhalde y Macri juntos, a esa hora, Daniel Scioli era el contrincante y enemigo político número uno del cristinismo.

La reunión trascendió a la primera línea de los dirigentes políticos matanceros, pero a la misma, asistieron muy pocos, casi nadie. Los convocados hablaban sin presiones y sin tapujos, dialogaron y hablaron en primera instancia, de la situación política, sopesando la conveniencia de las obras prometidas y de los fondos para el plan de seguridad que tanto necesitan los Intendentes. Estaban entre la lealtad política ó la conveniencia política.

Promediando la reunión, uno de los Intendentes fue comisionado para dialogar con Julio De Vido para coordinar los detalles de la reunión que iban a mantener el jueves (por hoy) con el ministro. En ese impás, uno de los Intendentes, se alejó un poco del grupo para atender su celular, quién llamaba era Daniel Scioli, anunciando su intención de emprender el camino hacia La Matanza para asistir a la reunión. El Intendente que atendió la llamada fue lapidario: No hace falta Daniel, ya hablamos todo con Julio (por De Vido).

Luego de esa charla, los reunidos se dirigieron hacia el polideportivo del Club Huracán de San Justo, para degustar un íntimo asado entre amigos.
Al otro día, el sábado 07/07 el gobernador de Buenos Aires convocaba a una conferencia de prensa y anunciaba el pago del aguinaldo de los estatales bonaerenses en cuatro cuotas e intentaba dar muestras de una fortaleza política que, desde el día anterior, no tenía.

¿Los sucesos antes mencionados habrán sido tan lapidarios como para dar por tierra el proyecto político Scioli presidente 2015?, ¿Cristina le torció el brazo a Scioli?, ¡Scioli resigno su proyecto político ante el espaldarazo de los Intendentes ó por no tener posibilidad de generar los recursos que le permitan gobernar el bamboleante barco bonaerense?.
El final de la historia no lo sabemos, pero de alguna manera, nos enteramos del principio de la misma.