Lo escuchaste en No Te Duermas

En el programa radial se habló con Andrés Peralta que aportó un crudo relato de la lucha con la justicia para poder reencontrarse con su hijo.
Tomás Modini
@ModiniTomas
“La justicia me lo quitó”
En el inicio de la conversación en el estudio, Andrés Peralta contó porque se separó de su hijo: “Hace cinco años que no puedo ver a mi hijo, que la justicia me lo sacó y me impide verlo. Yo estaba viviendo en pareja y en el año 2019, fue un 5 de agosto, sorpresivamente me llegó una orden que decía que me tenía que retirar de mi domicilio y que me excluían. A partir de ese momento perdí todo tipo de contacto con mi hijo, nunca hubo ningún tipo de comprobación de ninguna naturaleza para llegar a esa medida”.
“Pasaron dos años y me entero por los vecinos, con los cuales nunca perdí contacto y siempre me informaban de las cosas que iban pasando porque yo quería estar al tanto de si lo veían y como estaba, que hace rato que no lo estaban viendo a él. Entonces empecé a investigar a ver qué pasaba y me entero de que lo habían trasladado a un hogar en Once porque hubo una denuncia, de parte de una de las tías, donde aparentemente la mamá y la pareja de ese momento le pegaban, lo trataban mal psicológicamente y por eso se lo sacaron y fue a parar a este hogar judío”, desarrolló.
Ante la pregunta de la mesa, detalló que “se me acusó de violencia de género” y que “obviamente que los dos años posteriores demostraron que justamente la denuncia que a mí me hicieron no tenía nada que ver conmigo, la persona que era violenta era la persona a la que le sacaron el hijo”.
La lucha judicial
Luego continuó: “A partir de ahí yo me pongo en contacto con los abogados y empezó todo este proceso donde siempre hemos solicitado poder hablar con la jueza. La de aquel momento en tres oportunidades negó que habláramos con ella diciendo que no era el momento”.
“Ahora esa jueza no está más y ahora hay otra que, hace cuestión de 20 días en lo que creo fue la gota que rebalsó el vaso, en un reporte expuso los beneficios de la religión judía y de dar en adopción a mi hijo. Para la sociedad y la justicia yo hace cinco años que estoy muerto y de mí no se dice absolutamente nada”, desarrolló.
Asimismo sostuvo que “en algunos comentarios mi hijo llegó a decir que no quiere volver a la casa y que si eso pasa se iba a escapar y que no quería saber nada ni de su madre, su abuela y su hermana” pero que “nunca mencionó nada sobre mi. En aquel momento tenía 8 años y hoy ya es un adolescente. Desde ese momento jamás volví a tener contacto con él”.
Las irregularidades que denunció
En el tramo final del crudo relato, el hombre apuntó contra el hogar: “Hoy está en el hogar en donde hay una serie de irregularidades que para mencionar no me alcanzarían las horas. Se dice que este chico avanzó muchísimo y que progresó en un buen ambiente, contento y tranquilo estudiando. En esas cosas los psicólogos no vieron un detalle que es muy importante y que yo pedí en el Hospital Posadas donde se atendía y que gentilmente me lo facilitaron. De chico él expresaba un leve retraso madurativo”.
“Los especialistas que lo vieron me dijeron en su momento que no me tenía que preocupar, que él tenía que desarrollarse en una casa tranquila, con amor y contenido y a medida que creciera iba a ir equiparando con la edad de los otros chicos. Él estaba dos años por debajo de la edad normal”.
Para cerrar, señaló que “él no tuvo lo que justamente recomendaron: un hogar donde se lo trate bien y se lo acompañe” y que “yo fui siempre un padre presente y siempre estuvo conmigo. Cada palabra que yo digo es demostrable porque tengo fotos, videos, y chats”.
Te pueden interesar:
https://www.instagram.com/diarioncomatanza
https://facebook.com/diarionco
Un Comentario.