
Por el duro contexto económico, importantes compañías fabricantes de vehículos decidieron apelar a la suspensión de la producción, teniendo en cuenta también el poco abastecimiento de piezas.
Tomás Modini
@ModiniTomas
La situación de las industrias en líneas generales no es buena y los índices estadísticos no arrojan los mejores resultados. Tal como marcó un informe reciente de la Unión Industrial Argentina (UIA), la actividad industrial cayó un 14,2 por ciento en el último mes y en el total acumulado de la primera parte del año, el porcentaje alcanza un 12,4.
Los indicadores claramente evidencian una fuerte caída y el sector automotriz bien sabe de esto, debido a que es uno de los más golpeados, con una caída interanual del 27,9 por ciento. En ese sentido, seis compañías fabricantes de vehículos debieron frenar la producción durante toda la semana que tiene una actividad menor a raíz de los feriados. A la caída de la demanda se le sumó el poco abastecimiento de piezas, lo que es una combinación letal que llevó a una medida drástica.
Toyota y Fiat, dos de las más implicadas
En lo que tiene que ver con marcas puntuales, ambas lideran el freno. Toyota, por ejemplo, paralizó todo debido a problemas logísticos que está teniendo. La empresa argumentó la decisión por la falta de piezas importadas y por la demora en los buques. Además de la producción diaria, esto genera “horas extras” para los empleados que deben trabajar por fuera del horario laboral para compensar aquellos días en los que no se puede desarrollar la actividad con normalidad.
A Fiat le sucede algo similar ya que su principal planta en la provincia de Córdoba no recibe componentes que provienen de Brasil y hay muchas unidades vehiculares que se encuentran incompletas y a la espera del material correspondiente para su terminación.
Renault y Nissan, otras que tomaron el mismo camino
De la mano con las dos anteriores Renault y Nissan, cuyos vehículos se producen en la localidad de Santa Isabel en Córdoba, optaron por el detenimiento por una considerable baja en la demanda. La medida se comunicó al personal con varios días de anticipación e incluso se barajan otras determinaciones.
Por ejemplo, la posibilidad de ofrecer un retiro voluntario a aquellos que lo deseen, o reducir el horario de la jornada de trabajo de ocho a seis horas para poder alivianar al menos un poco las dificultades en el presupuesto. Hace meses que la actividad no es la misma y con estas dificultades el problema se agravó.
La tendencia se extendió a General Motors y Mercedes Benz
Completa el número de seis empresas automotores en primer lugar General Motors, que lleva a cabo la corporación en Santa Fe. Esta vienen acusando inconvenientes hace tiempo y reduciendo su personal cada vez con más frecuencia. En esta ocasión, atribuyen la causa al alto costo de reiniciar la producción después de un fin de semana largo y con solo dos días laborables.
Mercedes Benz, por su parte, encara reformas en la planta matancera de Virrey del Pino. La idea es remodelar el sector de pintura aunque, como le acontece a las empresas mencionadas anteriormente, una fracción de la decisión se relaciona con el marcado descenso de la demanda.
Como contraste, hay otras compañías que resolvieron trabajar con normalidad en esta particular semana como lo son Volkswagen, Ford y la planta de Stellantis en El Palomar, donde se producen modelos de Peugeot y Citroën. Las complejidades deben ser las mismas, aunque quieren mostrarse fuertes y firmes ante un mercado interno en crisis, con muchas dudas e incertidumbre, y sin certezas para lo que viene.
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