El hombre destrozó los ventanales de la unidad de la línea 236 tras un siniestro vial, en el que discutió fuertemente con el chofer y de que le exigiera que le pague los costos del accidente. “Bájate y vemos cómo me arreglás el auto”, le espetó el hombre.
En González Catán se vivió una escena que bien podría formar parte de la película “Relatos salvajes”, es que este martes un remisero le destrozó las ventanillas a una unidad de la Línea 236, después de que protagonizaran un accidente vial.
El hecho se dio a conocer en las últimas horas cuando por redes sociales se viralizó un video que muestra la agresión que sufrió el interno 432 tras la rotura de varios de los vidrios.
Según se puede ver en el clip, el conflicto escaló cuando en remisero -cuya identidad aún no trascendió- se subió al colectivo y comenzó a exigirle al chofer que le pague los costos del arreglo del vehículo. “Bájate y vemos cómo me arreglás el auto”, le gritaba el hombre.
Mientras tanto el chofer se negaba a abandonar su butaca, ya que el protocolo establece que no puede dejar el asiento mientras haya pasajeros en la unidad, por lo que no podía descender de la misma. Esto alteró aún más al remisero, quien insistía en que el chofer debía pagar el arreglo: “Tirame una moneda, mirá cómo me dejaste el auto”, repetía.
Ante la falta de respuestas y de la insistencia del remisero, los pasajeros se mostraron furiosos por la situación y le pidieron que se vaya: “Ustedes no tienen nada que ver. Quiero que me pague nomás”, les respondió.
Todo empeoró aún más cuando el sujeto le manifestó que no tenía seguro. Luego se bajó y con un palo que tenía en su mano comenzó a romper los vidrios del colectivo.
Los daños ocurrieron en el parabrisas y en dos ventanillas laterales donde había pasajeros sentados que debieron escapar para no resultar heridos.
Peligro al volante
Más allá de esta situación, lo cierto es que los choferes de colectivo son un blanco fácil para las situaciones de inseguridad. Cabe recordar que a Pedro Daniel Barrientos lo mataron el 3 de abril a la madrugada cuando manejaba el interno de la línea 620 por las calles del barrio Vernazza de Virrey del Pino. Dos delincuentes simularon ser pasajeros, subieron a la unidad y asaltaron a una pasajera: le robaron la mochila. Y mataron al chofer. Tardaron 13 segundos y huyeron.
Un Policía de la Ciudad que viajaba como pasajero les disparó desde el colectivo cuando se escapaban: en la escena se levantaron 14 vainas servidas.
Pero estos no fueron los únicos casos, el 14 de abril de 2020 el chofer Leandro Alcaraz, de 26 años, también de la Línea 620 al igual que Barrientos, fue asesinado a balazos tras discutir con un pasajero por la tarjeta SUBE en el barrio San Pedro, a la altura del kilómetro 36 de la ruta 3. En la noche del 1° de octubre de 2018, Pablo Flores, que tenía 37 años y era chofer de la línea 218, fue asesinado de varios balazos a la altura del barrio San Javier. Las sospechas apuntan a que el crimen, aún impune, fue cometido por error.
El 20 de marzo pasado balearon a un empleado de la línea 622 en el barrio Mujica. Tres jóvenes iban a ascender a la unidad que conducía Néstor Figueroa, quien al notar que estaban armados, decidió escapar, por lo que le dispararon.
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