
Paola Paz, Delegada de CICOP en la provincia de Buenos Aires, reveló las dificultades y desafíos que enfrentan los trabajadores de la salud en la región. Desde ajustes continuos hasta la migración de profesionales en busca de mejores condiciones.
Por Paula Tevez Varela
paulatv56@gmail.com
Sobre las medidas anunciadas recientemente y su impacto en los trabajadores de la salud, Paola comentó: “Venimos de un proceso de ajuste que lo sentimos hace varios años. Sentimos que se venía profundizando, por eso también el surgimiento de nuestra seccional porque si bien CICOP es un gremio muy reconocido a nivel provincial, todo el movimiento de seccionales municipales es de los últimos años y nosotros fuimos una de las últimas seccionales de este año en agruparnos”.
“Esto que veníamos sufriendo que se agudizó con la pandemia, que hizo que muchos compañeros abandonen el territorio en busca de mejores condiciones laborales, económicas y nos impulsó a organizarnos y conformar nuestra seccional para empezar a trabajar cuestiones locales propias”, afirmó.
La dinámica de La Matanza adquiere una particularidad distintiva en diversos aspectos. Por ello, el gremio se consolidó el año pasado y desde entonces ha estado dedicado a fortalecer su presencia como seccional. Este nacimiento se dio en medio del conflicto en el Hospital de Niños, lo que impulsó un inicio sólido en todo el trabajo sindical territorial.
Agregó: “La Matanza es un territorio muy extenso, tenemos 43 unidades sanitarias municipales 8 centros de salud que eran de 24 horas y pasaron a ser de 12, 4 hospitales, uno de ellos, El Niño que es hospital de referencia y especializado y dos centros especializados que tenemos centro de rehabilitación y tenemos el centro de salud mental”
Falta de personal y reducción de horarios
Paola Paz aseguró que “en algún tiempo fue un espacio soñado para el trabajo de todo el personal de salud, un lugar que era muy buscado y era de referencia. Debido a todo lo que venimos sufriendo en los últimos años y demás hicieron que lamentablemente esto fuera desapareciendo”.
“La mayoría de los de las unidades sanitarias o centros de salud casi no cuentan con profesionales, la reducción de 24 a 12 horas de un centro de salud que está inserto en los territorios por ahí donde hay más complejidad y serían el primer lugar de respuesta, dieron esta reducción, por esto por la falta de personal no hay personal que pueda cubrir esas guardias”, explicó.
Los sábados representan una oportunidad fundamental para aquellos que trabajan y no pueden acceder a servicios durante el horario diurno durante la semana. Sin embargo, desde hace tiempo, incluso antes de la pandemia, existe una carencia de personal para cubrir estas jornadas especiales o guardias.
Recordó: “La Matanza ofreció siempre una formación de excelencia, en el territorio históricamente hemos sido profesionales que hemos sido formados en el territorio, hemos recibido capacitación en muchas áreas, porque yo tengo muchos compañeros de acá de mi propia unidad sanitaria donde trabajo que se han formado y han hecho toda su carrera acá y se llevan todo ese capital Y esa formación a otros territorios vecinos”.
Contrataciones precarias y salarios bajos
Paz señaló que la migración de profesionales hacia municipios vecinos se debe a las formas de contratación, subrayó que “tiene que ver con las formas de contratación que no son precarias, porque cualquier profesional que entra a la carrera hospitalaria y entran con un contrato de interinato con posibilidades de concursar ese cargo y obtenerlo esto en Matanza hace ya varios años que no se da, los contratos son monotributistas”.
Manifestó: “La carrera hospitalaria lleva detenida más de cinco años y los salarios en comparación a los municipios aledaños son bajos, entonces quienes resistimos en el territorio y quienes conformarnos en este gremio tiene que ver con una elección y con una decisión también política y personal de cada uno, de amor por el territorio también y por la formación que hemos recibido y por el compromiso con el territorio pero entendemos que no es suficiente porque nadie vive de amor al territorio”.
“Hay muchos que compañeros quedan en Matanza, pero en otras instituciones provinciales y, acá no tenemos hospital, pero sí, por ahí tenemos los nuevos SAMIC donde muchos compañeros migraron a esos espacios que son mejores pagos, quizás la contratación no es buena, es monotributo, pero ofrecen dos o tres veces lo que le ofrece al el municipio. Y los hospitales provinciales también donde sí funcionan los concursos y donde los cargos y los concursos se dan de forma abierta, entonces en muchos ven ahí la oportunidad y se mudan “, destacó Paola.