El Revagliastés. Antología personal de Rolando Revagliatti.
(Editada en 2006 por el sello La Luna Que, volumen Nº 12 de la colección Poeta Joaquín Giannuzzi, dirigida por Julio Humberto Carabelli, con los auspicios del Grupo Literario “La Luna Que”, la Fundación Argentina para la Poesía, de la ciudad de Buenos Aires y la Asamblea de Escritores, de la provincia de Tucumán, República Argentina).
Muestra poética del volumen y breves opiniones.
capicúa
te escribo desde mi afiatadísimo trigémino
en el ocho del ocho del ochenta y ocho
festejando tan sorprendente capicúa del siglo
con mis huesos mal avenidos
y nudos en trapecio
asocio con circo migrañoso
donde las fieras rancias y toda mi heroica trup
(honrosa, sensible y predestinada)
se rematan al mayor costo
psíquico y atentamente. *
simetría
duelo o
dueto o
algo como una simétrica duda:
¿me enfrento o
me acoplo?… *
el tío de mi novia
el tío de mi novia ha derrotado
a todos los laxantes
es con ellos invencible
el tío de mi novia
le regaló a mi novia una vez
una alcancía. *
bucólica
el burro largo de rebuzno corto
y la vaca corta de mugido largo
pacen desentendidos de la ortografía y el
[ejemplo
(como si no sólo la esperanza
sino también la desesperanza
adquirieran en rayitos). *
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Licenciosa
La ocupo
Me aborrece
No me condecora con su indiferencia
Jamás renunciaré
a sus estallidos. *
No la conocí bien
No la conocí bien, pero en su caso
me sirvió para imaginarla perfectamente
tan resuelta, tan firme acercándose
en las oscuras noches de frío a mi cucha
reconociéndome hombre aún allí
y quedándose. *
Sueños son
Un seno de la mujer
de mis últimos sueños
se me acercó
y me quedó en la mano
Aunque lo besé
la mujer
ahora
confirma que no estábamos
aún disponibles
para esa ración
de realidad. *
Un día me vio
Un día me vio
yo siempre había estado ahí
claro que
no para ella
Un día ella vio
por fin
que yo ya estaba
para ella. *
A Isidore Ducasse (Conde de Lautréamont)
El Lector (que no siendo lector)
le abre la garganta
(crea una raja en la que introduce
el arma, rápidamente irreconocible)
El Lector
(impulsado por su iniciativa
o inclinación analfabeta)
le abre la garganta
al volumen
(y así sustrae la urgencia de esos
exudados de animales marinos)
Su despliegue crea la garganta
(la condición que alberga
-rápidamente irreconocible-
el arma)
Ejecuta el desgaste
(y así promete la temporalidad
los plazos de la insanía)
con destreza aciaga
El volumen carga
(contra, frente, ante). *
El Revagliastés
Es en el Pequeño Revagliastés Deslustrado
donde sabremos hallar fácilmente
la fuente inagotable de nuestro absoluto
desconocimiento
Aprenderemos a sospechar, por ejemplo
de dónde no provenimos
y sin piedad
hacia dónde no vamos
Adquiéralo con tan sólo su rotundo desinterés
por hacerlo suyo:
el Pequeño Revagliastés Deslustrado
no es precio lo que tiene
sino valor (coraje)
y, sin embargo, siempre que puede
huye. *
Silvio Mattoni (Córdoba, 17.5.2006): “Es como un pequeño compendio de tus
libros, biblia en plural griego, como el que llevan en el bolsillo los evangelistas
por si los agarra el demonio o quién sabe qué por la calle.”
Horacio Castillo (La Plata, Buenos Aires, 2.3.2006): “Tu Revagliastés me ha
ofrecido momentos de singular poesía.”
Patricia Damiano (Buenos Aires, 16.3.2006): “Tus textos, como siempre,
sumamente interesantes y originalísimos.”
Lisandro González (Rosario, Santa Fe, 11.5.2006): “…revela ese trato de
desparpajo propio de tu poesía, que enaltece la palabra con esa mirada tan
aguda a lo largo de los poemas.”
Susana Baquero (Buenos Aires, 16.11.2006): “Aunque vos digas que es un
Pequeño Revagliastés Deslustrado, yo opino que te lustra e ilustra que da
gusto.”
Enrique Sureda (La Plata, Buenos Aires, 17.6.200): “Lo acabo de releer.
Impresiona como un conjunto de poemas sin antecedentes dentro del
panorama lírico del país. Has conseguido delinear una suerte de ‘estilo’ que te diferencia y que –aceptado o no- es significativamente creativo. Incluso cuando
no esconden tonos irónicos o en aquellos de llamativa sencillez.”
Delfina Acosta (en ‘ABC Color’ de Asunción, Paraguay, n° 12.429, del
22.10.2006): “…Es el poeta que se hace a sí mismo cuando escribe. Es el que
busca todas las formas, todos los caminos y resume la distancia entre el ser
humano y Dios en la nada. Nació con la suerte de la poesía. Las puertas de
sus versos se cierran y otras se abren rápidamente a medida que avanzamos
en la lectura de su obra. Tiene vocación, íntegra, total, para vencer las altas y
altaneras paredes del arte. Se hace pues, Revagliatti, el protagonista de sus
propios poemas. La sórdida tragedia de todos los días es noticia en los
periódicos, nace y renace en sus breves poesías, frágiles, humanas,
definitivas.” **
