En un partido rozando la perfección, la selección encabezada por Lionel Messi derrotó sin fisuras 3 a 0 a Croacia y espera por Francia o Marruecos para la gran definición del próximo domingo en el Estadio Lusail de Qatar.
Con puro corazón y vida, garra y juego, toque y desmarque, férrea marca y una solidez de principio a fin, el seleccionado argentino tuvo otra noche épica, donde maniató a Croacia y, con un Messi magnánimo, que manejó los hilos del equipo, dio dos asistencias y un gol y guio a su equipo y al de 47 millones de argentinos más a la gran definición por el torneo que le falta levantar y que querrá ganar el próximo domingo desde las cuatro de la tarde.
El duelo entre argentinos y croatas comenzó muy parejo, donde los comandados por Luka Modric se replegaban detrás de la línea de la pelota y no daban espacios para que la albiceleste pudiera lastimar. Sin embargo, pasando la media hora, un pase filtrado de Enzo Fernández terminó en un mano a mano en el que Julián Álvarez fue derribado por el arquero Dominik Livakovic. Messi tomó la responsabilidad, metió un zurdazo fuerte, arriba a la izquierda y puso el 1 a 0.
Con el rival todavía golpeado por el primer gol, un córner mal jugado de los europeos terminó en una corrida y pase largo de Messi a Julián Álvarez que, con una corrida de más de 50 metros culminó con el remate del ex 9 de River que infló nuevamente la red y decretó el 2 a 0. Argentina después del primer gol desató las ataduras de los croatas y comenzó a mostrar todo el juego, toque, pase y desmarque para buscar al mejor jugador ubicado. Y se venía el segundo tiempo.
45 minutos de más, Argentina ya había ganado el partido antes
Como una continuación de la primera parte, Argentina siguió manejando los tiempos del encuentro y, a pesar de que el equipo perdedor hizo varios cambios ofensivos para intentar igualar el marcador, todo fue en vano, porque Dibu Martínez descolgando centros y centros y la dupla Cuti Romero-Nicolás Otamendi despejando cada bola aérea, fue demasiado para una Croacia que careció de profundidad y no sumó derribar el muro que planteó Scaloni.
Para cerrar la noche con broche de oro, cuando promediaba la segunda mitad, Messi tomó un balón en la punta derecha ataque argentino y tras burlar la marca de Borna Sosa, tiró un centro rasante al corazón del área chica para que Julián Álvarez anotara su segundo de la noche, el cuarto en su cuenta personal y el tercero que le daba cierre a las ilusiones de los contrarios. Argentina acariciaba una nueva final del mundo.
El resto del partido sirvió para que varios jugadores descansen las piernas de cara a la final del domingo y se dieron los ingresos de Juan Foyth, Paulo Dybala y Ángel Correa, que todavía no había tenido minutos en el certamen. Ya nada haría cambiar el marcador, el reloj corrió y a los 95 minutos de partido se terminó la espera. La locura se desató. Argentina está en una nueva final del mundo y buscará ganar el tercer título de su rica historia futbolística.
La palabra de Messi después del triunfo
El capitán de la Selección, que ya lleva cinco goles y tres asistencias en los 12 tantos de Argentina en Qatar 2022, fue el primero que habló. “La verdad es que pasan muchas cosas por la cabeza, vamos a jugar el último partido, que es lo que queremos. Hace tiempo que estoy disfrutando muchísimo”, reconoció minutos después del 3 a 0 a Croacia.
Al 10 le preguntaron qué le diría a la gente de cara al domingo y definió: “Que confíe, este grupo es una locura, vamos a jugar una final más del mundo, a disfrutar de todo esto. Me acuerdo de mi familia, como siempre digo, que es lo máximo para mí. Lo más importante, que me acompañó, siempre. Hemos pasado duras, buenas, y ahora me toca vivir una espectacular, disfrutando con la gente de acá y de Argentina, que debe ser una locura”.
Por último, concluyó que “Nosotros veníamos invictos y empezar el Mundial así con un rival que a priori no se pensaba perder, pasar esa prueba fue para demostrar lo fuerte que es el grupo. Es muy difícil lo que hicimos, fueron todas finales y es un desgaste muy grande, éramos conscientes de que teníamos cinco finales y había que ganarlas, ojalá que la que viene sea de esta manera. Estábamos confiados, sabemos lo que somos como grupo, como equipo”.
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