El proyecto para crear una oficina que asista a víctimas de violencia de género y abuso sexual elaborado por la médica legista Patricia Gallardo, distinguido este jueves con el premio “Compromiso”, intenta facilitar lo que organismos internacionales han denominado “la ruta crítica”.
Según la Organización Mundial de la Salud, la ruta crítica se inicia cuando la mujer decide romper el silencio y hacer pública su situación de maltrato, compartiendo su historia con otra persona que no sea de su ámbito cotidiano.
En ese camino, se encuentra con una serie de factores que la impulsan o la inhiben para buscar ayuda, entre ellos: la información, el conocimiento, sus percepciones y actitudes, los recursos disponibles, su experiencia previa, la valoración sobre la situación y los apoyos u obstáculos encontrados.
Tanto los factores que la impulsan, como los que la inhiben a salir de la situación de violencia, pueden estar en su entorno inmediato familiar o de relaciones personales.
Pero también, en las instituciones de salud, policial o judicial, tal como relata Gallardo, ya que en el camino, las mujeres muchas veces se encuentran solas, sin dinero, atemorizadas y sin acompañamiento adecuado para seguir la ruta hacia la no violencia.
Durante mucho tiempo se han emitido mensajes instando a las mujeres en situación de violencia a salir del círculo del maltrato, ahora, el llamado es para todos los estamentos sociales.
La premisa, es entender que ella puede salir, pero debe estar acompañada desde los distintos ámbitos, sino, se le está exigiendo un esfuerzo y una valentía, que sólo es posible lograr desde una sociedad comprometida y conciente de que la violencia de género es un delito y una violación a los derechos humanos.
