
El domingo por la madrugada, luego de ser expulsado del lugar, un grupo de jóvenes generó polémica al arrojar piedras y botellas contra la fachada de la discoteca “Jagger Club” ubicada en Avenida Rivadavia al 14200, pleno centro de la localidad de Ramos Mejía.
Por MARÍA B. PERALTA
La noche del sábado se desarrollaba con total normalidad en el concurrido local bailable cuando entre cinco y siete chicos fueron sacados a la fuerza por el personal de seguridad del establecimiento en medio de gritos e insultos.
Según informaron testigos, uno de los muchachos se encontraba en un fuerte estado de ebriedad y las autoridades consideraron que no estaba en condiciones de continuar en el boliche, haciendo uso del “Derecho de Admisión y Permanencia” que establece el Artículo 4º de la Ley 26.370.
Ante este panorama, los demás jóvenes comenzaron a propiciar insultos y agresiones verbales tanto contra el personal de seguridad como contra los administradores del establecimiento, lo que provocó que luego de unos minutos, los sacaran a la rastra del local bailable.
No conformes con esto y visiblemente alcoholizados, el grupo de jóvenes comenzó a arrojar lo que encontraba en la vereda hacia el frente del boliche. Piedras, restos de botellas e incluso calzados propios fue lo que utilizaron.
Ante el riesgo de que la situación pase a mayores y alguien resulte lastimado, el personal de seguridad del lugar debió cerrar sus puertas y prohibir por unos minutos la salida de quienes aún se encontraban bailando en el interior al tiempo que se comunicaron con el 911.
Tras un lapso de alrededor de 15 minutos de golpes y gritos, los jóvenes decidieron retirarse del lugar por sus propios medios. Si bien el móvil policial llegó media hora después, las autoridades hicieron la denuncia correspondiente.
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