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Presa por ser travesti, la historia de Luz Aimé

Presa por ser travesti, la historia de Luz Aimé.

En julio del 2018, la joven de 22 años fue acusada por “un crimen que no cometió” y se encuentra con arresto domiciliario en el Hotel Gondolín a la espera del juicio en su contra, que se llevará a cabo el 20 de febrero de este año.

La expectativa de vida para las personas travestis y trans no supera los 35 años. Las disidencias tienen que luchar para tener oportunidades en una sociedad patriarcal y heteronormativa, que castiga y excluye todos los días.

Este es el caso de Luz Aimé Díaz (22), una chica travesti, oriunda de Salta, estudiante del Bachillerato Popular Mocha Celis, y acusada de un “crimen que no cometió” en julio de 2018. Sus compañeras y diferentes organizaciones sociales piden su absolución.

Desde temprana edad, la vida de Luz fue marcada por la discriminación y la violencia. A los 13 años, la joven comenzó a prostituirse y fue víctima de un ataque transodiante. Los golpes recibidos le provocaron la perdida visual en uno de sus ojos y le dejaron algunas secuelas en el otro, por lo que tiene una visión muy reducida.

En 2017, dejó su provincia natal y vino a Buenos Aires. En busca de más oportunidades, la joven se alojó en el Hotel Gondolín, un espacio que hospeda a travestis y trans, que vienen de otras provincias o escapan de la violencia y la exclusión social.

Luz quería seguir sus estudios y terminó la primaria de forma veloz. Luego, comenzó el primer año en el Bachillerato Popular Trans Mocha Celis, una de las únicas secundarias públicas para personas trans y travestis del mundo, durante el 2018.

Dos víctimas del odio

En este contexto, la joven siguió brindando “servicios sexuales” en una esquina del barrio de Palermo. Una noche, dos hombres fueron a buscarla a esa esquina y la llevaron a un departamento para que realice un “trabajo sexual”. Ella accedió, pero ese fue el comienzo de una pesadilla.

En diálogo con Diario NCO, Andrea Alcalde, docente de la Mocha Celis e integrante de la Comisión de Justicia para Luz, sostuvo: “Ella va, sube a ese departamento y realiza su trabajo. Luego, continúa con su vida normal y dos meses más tarde la detienen producto de una agresión, que ocurrió en ese departamento”.

Según la entrevistada, los dos sujetos que “contrataron” a Luz, atacaron al dueño del departamento, lo golpearon y dejaron maniatado en una de las habitaciones. La víctima también pertenece a la comunidad LGBT y la joven nunca tuvo contacto con la misma.

“Hago mucho hincapié en la discapacidad visual que ella tiene. Entrar a un departamento de noche, todo oscuro por un pasillo y pasar a otro lugar. Ella no sabía dónde estaba el hombre, porque estaba maniatado en otro lugar”, afirmó la docente.

Sin embargo, tiempo después, la chica fue aprehendida y los verdaderos “culpables” están libres y no son investigados por la Justicia. La causa quedó caratulada como “intento de homicidio agravado”.

Andrea expresó que en esta historia hay “dos víctimas”. Una es el señor que quedó inconsciente debido al ataque que recibió por parte de estos dos hombres; y otra es Luz, quien es acusada por algo que no cometió.

Luz había sido trasladada al penal de Ezeiza, a pesar de su disminución visual y las faltas de pruebas. Las abogadas que trabajan en el caso lograron que se le otorgue el beneficio de arresto domiciliario, gracias a la Ley 24.660, que ampara a las personas con discapacidad y que le permite estar en el Gondolín.

Desde la Campaña por Absolución para Luz, integrada por la Mocha Celis y compañeras del Hotel Gondolín, sostuvieron: “La Fiscalía se conformó con acusar a una compañera trans en situación de vulnerabilidad, reforzando el estigma social y la violencia que ejerce sistemáticamente una justicia patriarcal homodiante y transodiante”.

Un abrazo para Luz

A pesar de la violencia sufrida, Luz fue ganando confianza para enfrentar al sistema que la está castigando por ser pobre y travesti. Gracias al apoyo de sus compañeras y las organizaciones que piden por su absolución, la joven se está preparando para lo que viene.

Esta situación no resulta fácil. El arresto domiciliario no le permite realizar una vida normal ni retomar sus estudios. Luz precisa de donaciones de alimentos y productos de higiene personal, que pueden ser acercados al Hotel Gondolín.

Para realizar adhesiones o brindar algún tipo de ayuda, se puede entrar en contacto a través de las redes sociales de la Campaña. En Facebook se las puede encontrar como “Campaña por la Absolución de Luz Aimé”, y en Instagram como “@absolucionparaluz”.

Foto: Campaña por la Absolución para Luz.

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