Dora Ferreiro (también Dorita Ferreiro o Ferreyro), actriz de larga trayectoria en la radio, el cine, el teatro y la televisión de la Argentina, falleció en Buenos Aires a los 95 años de edad.
A los doce años, una vez terminada la escuela primaria, debía esperar a cumplir catorce para ingresar al secundario, por lo que ocupó ese tiempo con clases de declamación.
Poco después, una tía que formaba parte de un cuarteto femenino de canto la propuso como reemplazo de una integrante del grupo vocal que había renunciado.
Con el seudónimo de Dorita O`Neill, primero en Radio El Mundo, y luego en una gira por Brasil, comenzó su carrera en el mundo del espectáculo.
Al dejar el canto, se sumó al elenco estable de los radioteatros que iban por esa emisora, y más tarde a los de Radio Callao, donde además de actuar vendía avisos.
Al conseguir como anunciante a la fábrica de gomina Brancato, pasó a encabezar el elenco de la compañía, ya con su nombre artístico de Dorita Ferreiro.
En 1947, de regreso a El Mundo, y como Dora Ferreiro, se puso a las órdenes del director artístico de los radioteatros de la emisora, nada menos que Armando Discépolo.
En ese entonces participó en el conocido como Radiocine Lux, ciclo exitoso dedicado a adaptaciones radiofónicas de películas extranjeras.
Por un hecho casual, Ferreiro habría de convertirse en secretaria del embajador local de la República Española en el exilio, que dejó al ser convocada por el cine.
En su tarea como vendedora de avisos, conoció a un directivo de la empresa de jabón Llauró, a la vez socio de la empresa Estudios Fílmicos Argentinos, a donde concurrió.
Más allá de ese acercamiento al cine sus primeras películas fueron “Santos Vega” y “Melgarejo”, las dos de Luis Moglia Barth, en 1936 y 1937, para el sello Argentina Sono Film.
Para EFA, 1939, Ferreiro se sumó a “Mi suegra es una fiera”, de Moglia Barth y finalmente para Artistas Argentinos Asociados en 1942, trabajó en “La guerra gaucha”, de Lucas Demare.
Al desvincularse de Radio Callao incursionó por primera vez en el teatro, en piezas como “Viejo verde” y el clásico “¡Jettatore!” , antes de unirse a la compañía de Olinda Bozán.
Asi y todo, su trabajo en radio continuó entre 1946 y 1957, en Radio Belgrano y nuevamente en El Mundo, en esta última en el muy escuchado “Teatro Palmolive del aire”.
En 1949, dirigida por Narciso Ibañez Menta formó parte de los elencos de “Feliz cumpleaños”, “Una noche de amor” y “Al marido hay que seguirlo”.
Al mismo tiempo y nuevamente con Moglia Barth participó en “Juan Moreira” (1948) , y con Leopoldo Torre Nilsson en “Para vestir santos” (1955), junto a Tita Merello.
En 1961, en cine, volvió a las órdenes de Demare en el clásico “Hijo de hombre”, junto a Paco Rabal, Carlos Estrada, Jacinto Herrera y Olga Zubarry.
En la primera mitad de la década del 60 se radicó en Perú, primero para trabajar en la TV de aquel país, más tarde también en radio y finalmente en teatro.
A su vuelta a la Argentina debutó en la pantalla chica local, incorporándose, por ejemplo, al elenco de la exitosa telenovela “El amor tiene cara de mujer”.
Con Alberto Migré participó en “Su comedia favorita” (1965), “Lo mejor de nuestras vidas, nuestros hijos” y “Mujeres en presidio”, las dos de 1967.
Tras un largo periodo en la TV volvió al cine con “La Mary” (1974), de Daniel Tinayre, en la que interpretaba a la madre del personaje encarnado por Carlos Monzón.
Más cerca en el tiempo son sus últimas participaciones en ciclos televisivos, como “La cuñada” (1987), “Las vendedoras de Lafayette” (1988) y “Ricos y famosos” (1997), entre otros Dora Ferreiro tuvo dos matrimonios, el primero y más breve con Ricardo Castro Ríos, el segundo en la década del 60, con el nadador peruano Daniel Carpio, que falleció en 2009.
En 2010, la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina la premió con el Cóndor de Plata a la trayectoria, que le entregó Arnaldo André, quien trabajó con ella en la telenovela “Pobre diabla”.