Verónica Magario supervisó obras que se realizan con fondos municipales
La Intendenta Municipal Verónica Magario visitó ayer, el jardín Nº 981 de Gregorio de Laferrere donde además de conversar con directivos y docentes, supervisó las obras de infraestructura que la gestión municipal está ejecutando en el establecimiento.
La jefa comunal que estuvo acompañada por la secretaria de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas, Silvina Gvirtz y por el presidente del Consejo Escolar, Alejadro Schwartzman, supervisó el avance de la obra de construcción de una nueva aula y otras refacciones que se están realizando con presupuesto municipal.
Al ser consultada, Magario destacó el aporte que el Municipio realiza a la educación al afirmar que “el año pasado hemos construido 100 aulas para que los chicos puedan acceder a los distintos niveles y este año apostamos a crear 100 aulas más. La idea es garantizar la demanda de matrícula que está habiendo en los distintos niveles educativos, para que ningún chico se quede afuera de la escuela pública”.
Además expresó, “hicimos una apuesta muy fuerte en la educación primaria con la entrega de manuales de forma gratuita para todos los chicos y en los jardines que son el pilar de nuestra educación, además de la apuesta que hicimos con la entrega de computadoras, este año estamos trayendo libros para que los chicos se alfabeticen y les hemos entregado por primera vez los útiles de forma gratuita.”
A su turno la secretaria de Ciencia, Silvina Gvirtz destacó “el orgullo de realizar estas obras por decisión de Verónica Magario y junto al Consejo Escolar” y además anticipó, “este año vamos a ampliar y crear aulas nuevas en más de 23 jardines y vamos a continuar haciéndolo para garantizar las vacantes de los chicos de tres y cuatro años”.
La directora del jardín 981 Sandra Lobresco, agradeció las obras “porque van a garantizar las vacantes de los chicos que se encuentran en lista de espera, tanto para el turno mañana como para el de la tarde”.
Luego de visitar el jardín, la intendenta recorrió la escuela primaria Nº 187 donde conversó con docentes y alumnos de la escuela que cuenta con jornada completa y en la que también se realizaron obras con presupuesto municipal.
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El sueño de la casa propia se convirtió en una pesadilla para muchas de las familias que por sorteo obtuvieron una de las 294 viviendas del Plan Federal que se inauguró en 2008 en el barrio Nuevo Mitre de Villa Tesei, Hurlingham. Pocos meses después de que ingresaron, llave en mano –y con el compromiso de pago de cuotas mensuales al Estado a lo largo de 20 años–, las paredes de las casas se empezaron a resquebrajar, los caños se rompieron, las calles se levantaron y muchos de los pisos y las columnas se hundieron. ¿Qué pasó? Fue construido sobre una tosquera a la que rellenaron mal y la tierra “trabaja”. Ya hay dos familias que deben ser mudadas por peligro de derrumbe y esperan que se reactive un plan de viviendas, en un terreno del INTA ubicado enfrente, para tener un nuevo lugar.
La situación es crítica y empeora con el correr del tiempo. “Vine a vivir hace siete años cuando hicieron el sorteo y las entregas. Ya en ese momento vi algunas rajaduras pero igual, por fin, tenía mi casa. Después se fue poniendo peor, se hundió el suelo. Y al moverse las paredes, por la diferencia de altura se rompieron caños, porque se parten”, señala Paula Isaurralde, vecina de la casa 218.
Según un estudio técnico su propiedad tiene peligro de derrumbe, y debe mudarse con urgencia, al igual que su vecina de la 214. Ambas esperan ir a casas alquiladas por la Comuna.
Además del panorama de rajaduras en paredes, pisos y techos, y puertas que no pueden cerrar, también padecen inundaciones y no de agua de lluvia. “Cuando llueve rebalsan las cloacas en algunas viviendas y el agua servida sube varios centímetros”, agrega Paula.
El barrio fue construido por la empresa Baud SRL, que reconoció la situación pero deslindó responsabilidad. “Se realizó el estudio de suelo y una vez terminado empezaron los problemas. Ahí fue que encontramos una foto aérea de Google de 2006 en la que vimos que había habido una tosquera, algo que la Municipalidad no nos había informado”, explicó Raúl Baud, dueño de la constructora. “Hemos demolido 10 casas a nuestro costo entre 2011 y 2012, y arreglado varias más”, agrega el empresario. Y apunta a la gestión del ex intendente Luis Acuña al frente de la Comuna cuando se realizaron las obras.
“Hace ocho años, enseguida que se inauguró el barrio, nos mudamos a esta casa de tres ambientes en la que vivimos cinco personas. Empezó a derrumbarse y hace dos meses nos prometieron que iban a empezar la obra de un nuevo plan para mudarnos”, señala Gisella Scheser, otra de las damnificadas.
Como si a las historias de estas familias les faltase algún condimento que mortifique más, la solución está proyectada a pocos metros. Frente al Barrio Nuevo Mitre, en terrenos del INTA –en los que no hubo tosquera– hace varios años empezó la construcción de otro plan de viviendas, ya se hicieron los cimientos y las calles, pero todo quedó inconcluso. “Cuando mostramos el problema nos dijeron que nos iban a mudar a ese nuevo barrio. El tema es que está frenado desde hace seis años. Dos meses atrás nos dijeron que retomarían los trabajos pero no se han movido”, reclama Gisella.
Pabla, una vecina que tiene a su esposo con esclerosis múltiple, radicó una denuncia en el Juzgado Federal de Morón. A partir de eso, la Subsecretaría de Tierras, Vivienda y Urbanismo de Provincia se acercó para buscarle una salida. “El tema lo están manejando los abogados pero ya hay sentencia y nos van a dar solución para mi casa”, le comentó ella al Zonal. El resto de los vecinos, aún espera.
FUENTE : CLARIN 10/06/2017