
Carolina Gómez Bojorge, vecina y referente del barrio “Las Casitas” de González Catán, denunció la falta de agua potable y pidió que algún sector del Estado “tome cartas” en el asunto.
El barrio “Las Casitas” de González Catán es de los tantos sectores relegados del Distrito, y en medio de un Covid-19 que azota a todo el país, y donde el conurbano bonaerense es una de las zonas más castigas, los vecinos denunciaron la falta de uno de los recursos más esenciales como es el agua potable.
En diálogo con “Haciendo Radio”, una producción de Diario NCO que se emite de lunes a viernes de 10.30 a 13 por la 20.20 NCO Radio (https://diario-nco.net/radio/), la referente de la barriada Carolina Gómez Bojorge advirtió que el problema es “crítico” y que llegaron a estar 2 semanas sin el recurso.
“Hay cortes esporádicos y la incertidumbre por el futuro del agua en el medio de la pandemia se acrecienta cada día. No podemos vivir con la incertidumbre de que mañana se vuelva a cortar y volvamos a pasar lo que pasamos anteriormente que fueron 15 días sin agua”, advirtió.
Cuando la falta de un recurso esencial se hace moneda corriente
Además, denunció que la red que suministra al barrio tiene caños rotos en diferentes hectáreas y se “mezcla” el agua que se utiliza para el uso humano con el agua de la zanja, en donde algunos vecinos tiran desechos cloacales.
“Por lo que nos hemos enterado, los desechos cloacales también traen al coronavirus, por lo cual seguimos reclamando que ingrese la red de agua potable por la red de AySA para evitar que se lleve el contagio del virus en el barrio”, confesó.
“También estamos solicitando al Ministerio de Salud que traigan el Programa Detectar con el hisopado, ya que acá estamos haciendo la toma de temperatura con la saturación de oxígeno, pero no es suficiente para detectar aquellos casos asintomáticos de coronavirus”.
La falta de la solución, una cuestión de género
Por su parte, se quejó de los arreglos que el Municipio realiza en el tanque de agua que suministra a todo el barrio, porque solucionan la problemática de manera “permanente” debido a que son ajustes “provisorios” y “temporales”.
“La red de AySA quedó a una cuadra, y la bomba que abastece al barrio de enfrenteque, si tiene agua potable, está a 80 metros de las casas, o sea, no está lejos del barrio, esta acá”.
Por otro lado, la referente confesó que las soluciones tardan en llegar porque las mujeres del lugar son las que están intentando levantar el problema, y cree que tiene que ver con una cuestión de género.
“Ayer vino la gente de AYSA y del municipio de La Matanza, pero como aparte de ser mujeres somos pobres, nos trataron de una manera inhumana, no nos dieron soluciones, no nos identifican como trabajadores. El menosprecio es con el género de quien está levantando el reclamo”, recriminó.
“Somos una generación de mujeres que no se conforma con parches o con empalmes. Nosotras queremos tener un diálogo con quienes sean los responsables para poder entender y para poder exponer cuál es la gravedad de la situación que estamos atravesando en el día a día en el barrio”.
Tomar conciencia, el primer paso
Gómez Bojorge pidió que se tome “conciencia” de que la situación es realmente “compleja” y reconoció que es un lugar que ha sido “vulnerado” a lo largo de los años.
Cabe recordar que ayer se llevó a cabo una movilización de distintos sectores sociales frente a la Municipalidad de La Matanza para visibilizar la problemática por la que están atravesando los barrios populares, y a propósito de esto admitió:
“Si bien creemos que en la calle es donde hay que gritar los reclamos porque si no, no nos escuchan, entendemos que, en esta situación de pandemia, exponer a los vecinos es inhumano ya que de por sí estamos expuestos a la problemática de la pandemia, se agravaría al trasladarlos hasta San Justo”.
“Nosotros no adherimos porque no nos parecía la forma ni los medios para reclamar en ese momento. Estamos a través del Comité de Crisis abiertos a charlar para que acá llegue el agua potable”.
Cuando la emergencia alimentaria golpea duro
Asimismo, admitió que es “difícil” tener expectativas altas cuando ya transcurrieron más de 15 días sin suministro y ningún sector del Estado aún tomó cartas en el asunto, aunque de todas formas las esperanzas son lo “último” que se pierde.
Por último, llamó a la solidaridad de todos los sectores y pidió colaboración de donaciones de alimentos para el merendero “América Latina”, que les brinda viandas a los vecinos, pero debido a la situación de la pandemia no da “abasto” porque la demanda se “triplicó” con respecto a la emergencia alimentaria.
“Nosotros estamos preparando meriendas y ollas para poder darle la vianda a nuestros vecinos y vecinas. Estamos entregando aproximadamente 240 viandas y hay vecinos que no llegan a llevarse su vianda porque no da abasto. Es terrible la demanda que hay, la falta de empleo en el barrio ha golpeado duro”, sentenció.
Para colaborar con donaciones comunicarse al 1530839696 (Carolina Gómez Bojorge) o acercarse al Barrio “Las Casitas”, fila 3 casa 3.
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