Con esta contundente frase el sociólogo y docente de la UNLaM, Manuel Zunino, reveló detalles de las encuestas realizadas por la consultora Proyección para determinar los efectos que provocó el aislamiento social, preventivoy obligatorio en la población.
La cuarentena que alcanzó los 40 días en el territorio nacional generó distintas sensaciones que fueron cotejadas en un relevamiento a más de 1200 personas para saber cuáles fueron las medidas más adoptadas, qué esperan para el día después de terminado el aislamiento y cómo encararán el futuro tras finalizada la pandemia de coronavirus.
En comunicación con la AM 990, el sociólogo e integrante de la consultora Proyección explicó que“nos interesaba conocer un poco las percepciones sobre la continuidad o no de las prácticas que se van incorporando durante la cuarentena. En ese sentido, vimos una percepción de continuidad de esas prácticas y cuidados que se fueron incorporando”.
“También encontramos prácticas de distanciamiento social, por ejemplo, el 72 por ciento respondió que no va a volver a participar en lugares concurridos una vez que termine la cuarentena, lo cual nos llamó mucho la atención”, ponderó Zunino.
A su vez, marcó las claros y oscuros que encontró en el relevamiento: “Obviamente las prácticas de higiene personal nos parecen sumamente positivos si permanecen en el tiempo, pero las prácticas de distanciamiento social no serían un aspecto tan positivo tras la salida de la cuarentena”.
El miedo, es una palabra que ronda a través de esta grave enfermedad y la encuesta lo terminó de certificar. “Siempre hay una distancia entre lo que persona dice y después hace, pero aparentemente quedaría cierto distanciamiento, temor al contacto con el otro, pero hay que ver como todo se desarrolla. Todavía es prematuro sacar algunas conclusiones”, planteó Zunino.
Los mayores deseos de la población
Consultado sobre lo que más espera la gente cuando termine el encierro obligatorio, el sociólogo fue tajante y expresó que “lo que más quiere volver a hacer la gente es ver a sus familiares, sus amigos y pareja. Son las categorías que agrupan la mayor cantidad de respuestas. En segundo, lugar aparece la necesidad de salir a trabajar y en tercer lugar las prácticas de esparcimiento”.
Asimismo, en menor medidaen el estudio aparecieron los eventos sociales como ir al teatro, a la cancha, a bares o participar de eventos religiosos como otras actividades que los encuestados quisieran volver a realizar.
“Lo que más empezó a hacer la gente con el encierro fueron las prácticas de higiene personal como el lavado de manos, utilizar barbijo y el uso de alcohol en gel. Luego vienen las prácticas de distanciamiento social, evitar el contacto con las personas y en tercer lugar el cuidado y la limpieza del hogar”, detalló el encuestador.
La tecnología llegó para quedarse
En otro aspecto estudiado se intentó determinar la utilización de las herramientas digitales que vinieron a mitigar la imposibilidad de salir para trabajar, estudiar o tener vida social, de las cuales resaltó por sobre todas las que tiene el video como base primordial.
“También hubo un incremento en la utilización de las plataformas de video que antes solo se utilizaba para cuestiones específicas y ahora se disemina su uso, sobre todo para hacer videollamadas a personas cercanas”, puntualizó el sociólogo.
Por último, también dejó en claro que no toda la población posee los medios para utilizar estas herramientas y concluyó que “es posible que se mantengan estas herramientas pasado el aislamiento. La compra de alimentos por internet está restringido a un grupo socioeconómico medio o medio alto, en tanto que el estudio o teletrabajo presentan mayores problemas de comunicación y la falta de lugares adecuados dentro del hogar”.