El equipo de Gustavo Alfaro cayó merecidamente frente a Rosario Central y si Argentinos suma al menos un punto frente a Estudiantes será puntero en soledad.
River también perdió la chance de liderar al ser derrotado 1 a 0 por San Lorenzo.
Un torneo que da sorpresas todo el tiempo y muestra la paridad que existe en el fútbol argentino, porque cuando parecía a comienzos de la temporada que sería un desfile de Boca sin oposición alguna, la realidad se dio vuelta y varios equipos que estaban muy lejos ahora también sueñan con llevarse el certamen.
En la despedida del DT que ganó una Supercopa, pero nuevamente fue vencido por River en un cruce copero, el xeneize fue preso de la mezquindad del planteo inicial en el que colocó tres volantes de corte defensivo y de tal manera no encontraba el juego ni la fluidez con la pelota por lo que el local se fue agrandando en Arroyito con el correr de los minutos.
Fue así como a los 17 minutos de la primera parte, Sebastián Ribas encontró un balón bollando en el área chica y con un suave toque venció la resistencia de Esteban Andrada. En los minutos siguientes se vio un Boca mareado y si no fuera por el arquero que tienen los primeros 45 minutos podrían haber terminado en goleada.
Influido por la presión de terminar el año en lo más alto, Alfaro cambió fichas y sacó a dos defensores y un volante central para meter a dos delanteros y un mediocampista creativo y así buscar la ansiada igualdad. Fue así como tuvo la igualdad en los pies de Franco Soldano que, sin embargo, estrelló su remate en el poste y en el rebote no pudo vencer a Jeremías Ledesma.
Sobre el final del encuentro Nicolás Capaldo vio la tarjeta roja, coronando una excursión infructífera al Gigante de Arroyito. Diego Abal pitó el final y el delirio se apoderó de los hinchas. Boca perdió y se despide del año con más sinsabores que alegrías. Desde los números el ciclo de Alfaro fue positivo. De 50 partidos oficiales que dirigió, incluido este último contra Central, ganó 27, empató 16 y perdió apenas siete.
River también se cayó y desperdició una gran chance
El conjunto de Marcelo Gallardo tuvo la gran oportunidad de subirse a lo más alto del torneo recibiendo a San Lorenzo en el Monumental, pero fue una noche negra en la que todo lo que le podía salir mal, salió mal. Todo comenzó con el gol de Adolfo Gaich, el delantero del momento, que recibió un pelotazo cruzado dentro del área, le hizo un sombrero a Javier Pinola y le reventó el arco a Armani.
Con la posesión del balón casi en su totalidad, el visitante se refugió aun más en su defensa, aunque se le presentó la posibilidad del empate cuando Gerónimo Poblete derribó a Milton Casco dentro del área. Rafael Santos Borré tomó la responsabilidad, pero pateó muy débil y Sebastián Torrico le contuvo el remate.
En la segunda mitad, River siguió yendo para adelante en la búsqueda del empate y para eso hizo ingresar a Pratto, Scocco y al juvenil Ferreira para llegar al gol. Cuando promediaba el complemento nuevamente el árbitro del encuentro sancionó penal para River, pero otra vez lo volvió a errar, en este caso en los pies de Juan Fernando Quintero, que estrelló su furibundo zurdazo al palo izquierdo de Torrico.
La nota negativa del equipo de Gallardo fueron las expulsiones de Ezequiel Palacios y Nicolás De la Cruz, por dos fuertes infracciones que fueron merecedoras de la tarjeta roja. Los minutos se extinguieron y el local no pudo siquiera llegar al empate y los festejos por el primer aniversario de la épica victoria frente a Boca por la Copa Libertadores se vio un tanto opacada.
Un torneo que da sorpresas constantemente y en este caso tanto Boca como River sucumbieron frente a equipos que hace un par de fechas navegaban en la intrascendencia. Argentinos tiene la gran chance de liderar en soledad y deberá demostrar ante Estudiantes si tiene el temple necesario para no temerle a las “alturas”.
