
El proyecto de ley que regula la pirotecnia sonora, y pide que “se respete el derecho a la salud de las personas dentro de la condición del espectro autista, niños, adultos mayores, y daña a los animales y el medio ambiente”, fue relanzado por el diputado nacional Eduardo “Bali” Bucca junto a Alexia Rattazzi (PANAACEA), Horacio Joffre Galibert (APADEA), Celeste Marisi (TGD padres TEA), y el diputado nacional Marco Lavagna, y varias asociaciones civiles.
Bucca abrió la charla agradeciendo a los presentes, y pidió que este no sea un proyecto de un legislador, sino “un proyecto de todos, consensuado, por eso le vamos a pedir a todos que nos ayuden. En estos meses el debate de la pirotecnia vuelve aparecer, empezamos a escuchar noticias que en los municipios empiezan a debatirlo. Se empieza a visibilizar con más fuerza, por eso vamos a aprovechar este tiempo para seguir trabajando individualmente con los legisladores, para que también acompañen y aprueben este proyecto”, manifestó el legislador.
El proyecto busca que el uso de estos explosivos sea regulado en el ámbito de la República Argentina, la comercialización, tenencia, manipulación, uso particular, fabricación, deposito, transporte, distribución y la venta al público mayorista o minorista, y venta ambulante en la vía pública, de artificios pirotécnicos cuyos efectos audibles o sonoros sean superiores a 84 decibles, cualquiera fuera su naturaleza y característica, como así también los denominados globos aerostáticos de pirotecnia.
Por su parte, Alexia Rattazzi de PANAACEA expresó que “muchas veces las cosas no cambian por desconocimiento, no creo que haya mala voluntad. Cuando la gente conoce y toma conciencia del dolor de otra persona, yo quiero pensar que todavía hay un resquicio de empatía en las personas, que todavía vivimos en un lugar que a las personas les importan otras personas. Esto es un proceso como decía Bali, que lleva la concientización a todos lados. Hay que contar y que le gente se entere, porque mucha gente no tiene ni idea, apelar a la empatía, ponerse en el lugar del otro. Hay que cambiar algo, no estamos diciendo que desaparezca la pirotecnia, sino bajar los decibeles”, expresó.
A su turno, el psicólogo Matías Cadaveira advirtió, mientras mostraba imágenes de niños accidentados por el uso de la pirotecnia, que “prohibir el cigarrillo dentro de espacios cerrados tomo mucho tiempo, y parecía imposible. Los que sufren las personas con hipersensibilidad es muy similar a un ataque de pánico. No pedimos que se prohíba, sino que se baje a 84 decibeles, porque lo que para algunos pocos es una fiesta para otros es un verdadero infierno”.
Se estima que en Argentina hay 700 mil personas dentro de la Condición del Espectro Autista (CEA). La estadística mundial dice que 1 de cada 58 niños es diagnosticado con CEA, y ante ruidos como los de la pirotecnia las personas con hipersensibilidad auditiva se tapan muy fuerte los oídos, tienen crisis de llanto e incluso llegan a autolesionarse. Toman una posición agresiva para comunicarse. Familias enteras tienen que desplazarse a lugares alejados de todo para evitar esta situación. Y lo que debería ser un sinónimo de celebración se convierte muchas veces en un calvario.
En la charla Bucca afirmó: “El ruido elevado daña y lo que para algunos pocos es diversión, para muchas familias argentinas significa pasarla mal. En pos de construir una sociedad más inclusiva, presentamos de nuevo este proyecto que prohíbe el uso y distribución de artículos de pirotecnia sonora superior a 84 decibeles. Estoy seguro que este proyecto va a marcar un antes y un después en la sociedad. Tenemos la obligación que se respete y garantice el derecho de todos de disfrutar las Fiestas”, finalizó el diputado.
Fuente: Parlamentario.
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