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Tango, una pasión sin límites

Tango, una pasión sin límites.

El investigador, Tito Rivadeneira, charló en “Haciendo Radio” acerca de su último libro titulado “Cuando el tango empezó: Villoldo y Gobbi” así como de la vida y obra del tanguero, Ángel Villoldo, en conmemoración al centenario de su muerte.
Entrevistado por el profesor Carlos Scavuzzo en su habitual columna “tanguera” en la producción radial de NCo, que se emite lunes, miércoles y viernes de 13 a 15 por la AM 850.

Por Candela Vargas
ccandelavargas@gmail.com
@cndvargas

Tito Rivadeneira: “Quiero divulgar la obra de Villoldo”

Las raíces del tango siguen intactas porque existe un encargado de expandir esta cultura que lleva tantos años en los oídos de los argentinos. Rivadeneira si bien es licenciado en Economía, su afición por el artista lo llevó a editar tres libros para que los lectores conozcan en profundidad quién fue aquel hombre de la Argentina tanguera del siglo XX.

“Es el hito cero del tango argentino”, definió el especialista al músico. Fue a partir del libro “El Buenos Aires de Ángel Villoldo” de Enrique Puccia que Rivadeneira comenzó a investigar en profundidad al compositor porque notó que faltaba más información al respecto. Entonces, para el año 2003 comenzó su estudio ya que le interesaba su historia al considerarlo un “personaje polifacético” dentro del género.

“Él fue un hombre del varieté. Alrededor de los 541 temas que él grabó, la mitad son escenas, diálogos, monólogos, es decir, toda la parte “varietera””, señaló el entrevistado al ejemplificar que alrededor de un 50% de su obra corresponde a esta denominación y solo el 20% de sus composiciones son propiamente tangos. El término “varieté” es entendido como las variedades que se producen dentro de un espectáculo, en el que se alternan diferentes actuaciones.

¿Ángel Villoldo es el padre del tango?

El tercer libro de Rivadeneira expone si el cantor era realmente “el padre del tango”. Es a partir de sus investigaciones que pudo llegar al eje de la cuestión ya que previo a eso, no había prueba que respalden dicha atribución, ni tampoco respuestas de músicos de aquel tiempo en contra de dicha frase. Esta es una discusión que provoca y provocó el intercambio de opiniones dentro del círculo tanguero porteño.

El punto de partida fue según el libro “Cuando el tango empezó: Villoldo y Gobbi” una “propaganda de Columbia en el archivo del año 13” en el que se definía a Villoldo como “el padre criollo del tango”. Esta denominación se dió ya que fue uno de los compositores más importantes de la primera época del tango y pionero de obras inmortalizadas en el tiempo como “La Morocha”, “El porteñito” y “El Choclo”.

Para Rivadeneira “el pueblo toma la propaganda y lo transforma en un relato sólido” y así fue. Sin embargo, disiente de tal afirmación ya que, para él, también existieron otros tangueros influyentes durante esos años. El escritor concuerda en que el artista fue “el único exportador de tango” ya que sus discos si bien eran trascendentales en Argentina, su influencia llegaba a todas partes de América Latina, incluso eran reproducidos por terceros en París.

Fue un hombre primerizo en todos los sentidos, un relator en primera persona de la Buenos Aires de fines del siglo XIX y comienzos del XX. “Fue el primer letrista, empezó a escribir “tanguitos” con un principio y un final. Antes de eso, la mayoría eran estribillos”, destacó el gran seguidor de Villoldo.

Una unión que no conoce tiempo y espacio

El licenciado confesó tener muchas cosas en común con el tanguero, y es por ese motivo, el por qué se convirtió en objeto de su devoción y la figura de sus obras. “Yo tengo muchas cosas con él. Me gusta la actuación, me gusta divertirme, bailo tango, toco piano y leo las partituras”, afirmó. Además, aseguró ser muy perseverante y constante porque según él “sino, no sacás nada”.

Su adoración a este gran referente lo llevo a realizar una obra teatral musical en su nombre llamada “Por siempre Villoldo” cuya duración fue de tres meses. Pero en 2009, cambió el rumbo de lo venía trabajando y fue el momento en el que “pisó fuerte”.

“Me intereso mucho el personaje porque estaba en los fundamentos del tango, y yo como yo toco piano, leo mucho las partituras de él, las estudio. Obviamente, fue un prolífico autor que supero en cantidad a sus pares, muchísimo más”, mencionó durante la entrevista.

Una muerte llena de interrogantes

En su segundo libro “Ángel Villoldo: Su obra en el inicio del tango y de los varietés” publicado en enero de 2014, el autor trata sobre las hipótesis que circulan alrededor de la muerte del músico el 14/10/1919 ante la escasez de la documentación encontrada al respecto. Una de las teorías es que falleció a causa de chocar con un tranvía, sin embargo, Rivadeneira desestima que haya sido así.

El tanguero si bien chocó con este antiguo medio de transporte, pero fue tiempo antes a su muerte y tampoco fue la causa de su deceso. Según lo que pudo constatar el investigador, el motivo fue un cáncer de próstata documentado en un certificado médico.

La muerte de Villoldo se produjo en la actual Ciuad Autónoma de Buenos Aires, y a raíz de la investigación realizada por el aficionado, sus restos descasan en una bóveda privada del Cementerio de la Chacarita. “Ni horacio Ferrer, ni José Bodelo tenían idea de donde estaba”, finalizó el especialista.

Portada de “Cuando el tango empezó: Villoldo y Gobbi”
Fuente: Mercado libre

Retrato de Ángel Villoldo
Fuente: Wikipedia

 

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