
Profesional de excelencia en materia de salud, intenso, solidario, buen compañero, amigo de sus amigos, el Dr. Bernabé Fernández llevó a cabo una charla para personas de la Tercera Edad, donde dejó en evidencia el drama que están viviendo nuestros abuelos.
“Hay días que algunos no comen para poder comprarse el medicamento”, graficó el médico sanitarita.
“La jornada tuvo como objetivo visibilizar una realidad que nos debe doler a todos y que tiene que ver con la salud de los ancianos. Para eso, hay que partir de la base que en los últimos tres años y medio hubo medicamentos que aumentaron hasta un 700 por ciento, cuando antes los obtenían gratis, o en el peor de los casos, pagaban un importe mínimo”, contó el galeno en diálogo con Diario NCO.
La receta es aguantar
Consultado sobre cuál es el motivo de semejante despropósito, el profesional lo atribuyó “a la insensibilidad del Estado, que no le importa la gente y menos los abuelos, que para el Gobierno son una carga. Además, esto nos condiciona y nos pone a los médicos ante la disyuntiva de qué camino tomar a la hora de extender una receta, porque desde el vamos sabemos que no van a poder comprar el medicamento”.
En esa misma línea, el facultativo admitió que “por el momento, hasta que no se produzca un cambio, la única receta valedera que tenemos para ofrecer, es que aguanten hasta diciembre, porque por lo visto el Gobierno no piensa cambiar el rumbo y lo que es peor, está dispuesto a profundizar el ajuste que viene llevando a cabo desde diciembre de 2015”.
Más adelante, el Dr. Bernabé Fernández fue explícito al afirmar que “la mayoría de los médicos hemos debido revisar el Vademecun y una vez diagnosticado el paciente, recetar el medicamento más barato y así alivianarles un poco la carga. Para muchos ancianos la situación es desesperante y he sido testigo de casos donde gente mayor tuvo que reducir su rutina a una comida por día para poder comprar los remedios”.
Consultado respecto al rol de los laboratorios en esta problemática social, el galeno consideró que “toda la industria farmacéutica está en crisis y condicionada por la decisión del Gobierno nacional de dolarizar la materia prima. Si sube el dólar, inmediatamente suben los medicamentos. Es una lógica irrebatible. Ojo, no digo que no haya abusos, pero en líneas generales es así”.
Falta de control
A continuación, y en ese mismo sentido, el Dr. Fernández sostuvo que otro de los problemas es que los organismos de contralor, deberían ser más rigurosos a la hora de las verificaciones. Y digo esto porque en el mercado farmacológico hay remedios donde los laboratorios dicen que tiene tal o cual fármaco y en realidad, o no los tiene o los posee en una dosis menor a lo que figura en el prospecto”.
Seguidamente el facultativo afirmó indignado: “Acá no se controla nada, estamos viviendo un momento de país donde todo da lo mismo, donde no se verifica absolutamente nada y lo que digo no solo sucede en el sector de salud, sino en todos los niveles. Lamentablemente se ha perdido el respeto por la persona y si esto no cambia de manera sustancial, vamos derechito al abismo”.
A renglón seguido el médico sanitarista detalló algunas situaciones que hielan la sangre, como el caso de “muchos abuelos que hay días que no comen para poder comprar el medicamento y otras situaciones donde han reducido la dosis recetada para que les dure más y así no dejar de alimentarse. Sucede que hay gente mayor que no tiene alternativa, porque la familia también está afectada por la crisis y no los puede ayudar como hacía en otro momento”.
“Es indignante que en el siglo XXI, en el año 2019 haya en la Argentina hombres y mujeres de la Tercera Edad tengan que vivir así. A veces me da vergüenza y escozor este tipo de situaciones. He luchado toda la vida y llegar a los 75 años y observar esto, me da muchísima tristeza. Imaginé que a esta edad iba a ver una patria feliz, con trabajo. Y ahora veo una patria con mucha gente desocupada, con abuelos al borde de la indigencia, lo que me genera una gran angustia”, acotó el doctor.
En otro tramo de la charla, el profesional redondeó el tema señalando: “Me pica esta situación porque sé que se puede arreglar y no se arregla. Sé que hay muchos viejitos que hacen malabares para subsistir y también me consta que hay instituciones como la Iglesia y la misma Municipalidad, que vienen implementando acciones para contener y reparar esta situación, pero no dan abasto ante tanta demanda”.
Casos testigo
“Llevamos casi cuatro años de permanente desgaste y encontrar soluciones en este contexto político y económico no es nada sencillo… Lo que valía 10 pesos ahora vale hasta setenta veces más. Tengo una paciente que cobra una pensión de 5 mil pesos por mes. Tiene una fibrosis pulmonar y con dos mangueritas para poder respirar, tiene que andar tirando de un carrito para poder comer. ¿Qué te parece? cómo no indignarse con estas cosas que pasan” expresó el médico.
Y para graficar aún más el concepto, el Dr. “Lito” Fernández como lo llaman sus amigos, contó que “todos los días vienen pacientes a mi consultorio para ver si les puedo dar muestras gratis, porque si compra el remedio no puede comer. Pero hasta en eso tenemos limitaciones, porque cada vez es menor la provisión de remedios de promoción que los laboratorios le dan a los visitadores médicos, que me cuentan que las partidas son cada vez más chicas”.
Respecto a la gente que concurre a las tiendas naturistas y adquiere esos medicamentos, el facultativo se quejó porque si bien “es totalmente legal, porque comercializan medicinas naturales, nosotros hemos estudiado para tener una farmacología distinta. El avance del mundo es diferente. Y estando en la era de la tecnología, no puede ser que estemos volviendo otra vez al consumo de hierbas”.
Y al respecto el galeno agregó: “Lamentablemente, en la Argentina no hemos retrocedido años, hemos retrocedido siglos… ¿Cómo puede ser que en La Matanza tengamos tres hospitales modelo que no funcionan por falta de equipamiento? El Néstor Kirchner, el Favaloro y el Balestrini, que casi no tiene médicos. Y que no le echen la culpa al Municipio, porque la responsabilidad es de la Provincia, lo que habla de una Estado totalmente ausente”.
La atención en el Pami
En cuanto a cómo se está cubriendo ese déficit en el Distrito, el Dr. Bernabé Fernández aclaró el panorama diciendo: “Hay centros de salud que están trabajado a full, como sucede con la Clínica Catán y la Clínica Los Cedros que claro, por ahí dan turnos para dentro de dos o tres meses. Eso sucede porque es imposible atender toda la demanda por la gran cantidad de jubilados y pensionados que hay. Eso genera algunos conflictos y los entiendo, pero no dan abasto”.
“Soy médico de Pami desde hace 43 años. Trabajé un tiempo en el Posadas y soy el primer médico de guardia que tuvo San Justo. Lo mismo me sucedió en Morón. Y eso no ocurrió porque yo sea un fenómeno, sino porque se dio así. Como así también se dio en Ituzaingó, donde me tocó armar todo lo que ahí hoy en día es Pami. Con esto quiero decir que no hablo por hablar, digo lo que digo porque conozco muy bien cómo es la situación”, aclaró el Dr.
En concordancia con sus dichos, el facultativo añadió: “Insisto con lo del Estado ausente porque la gente de Pami no sabe qué hacer… La Anses no le baja elementos para poder funcionar y eso a veces termina en un conflicto entre los pacientes y la institución. Esto tiene como única explicación la total ausencia del Estado y la única solución es que en las elecciones de este año haya un cambio de signo político y volvamos a lo que pasaba antes de 2015”.
Por último, pese a su optimismo político, el doctor Fernández se mostró preocupado por lo que puede pasar en el mientras tanto, donde muchos ancianos van a quedar en el camino: “La transición va a ser durísima. Pero la única que queda es que cada uno se comprometa a ayudar en algo. Yo repartiendo todas las muestras gratis que recibo. Otros dándole una mano a algún abuelo y así sucesivamente”.