Un colchón, bolsas y un muñeco de “Hello Kitty”: lo que secuestraron en el departamento de sus tíos, detenidos por el asesinato. Fue ahorcada con una sábana con dibujos infantiles.

Después de cuatro días de búsqueda, el cuerpo de Sheila Alejandra Ayala fue encontrado desnudo y entre la basura, a pocos metros de su casa en el barrio Villa Trujui de la localidad bonaerense de San Miguel. Sus tíos confesaron el crimen a la policía y ahora investigan si la mataron para ocultar un abuso sexual.
El final del misterio por la desaparición de la nena de 10 años dejó al descubierto también la serie de indicios macabros que, en las últimas horas, acorraló a Leonela Ayala y a su pareja, Fabián, hasta el punto de quebrarlos. “Tomamos alcohol y drogas y no sabemos qué pasó“, reconocieron ante la policía. Habían quedado en el centro de las sospechas.
Los perros rastreadores de la policía resultaron ser una de las piezas clave de la investigación. Ellos fueron los que marcaron este jueves la medianera donde estaba el cuerpo de Sheila, desnudo y envuelto en una bolsa negra. Sin embargo, no fue ese el lugar en donde estuvo durante los cuatro días que duró su búsqueda.