En un contexto social y político, MuMaLá -Mujeres de la Matria Latinoamérica- decidió realizar una encuesta en 2017 a quienes hayan cursado la escuela secundaria en la provincia de Buenos Aires. Los resultados que se conocieron son sorprendentes.
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La ley de Educación Sexual Integral (ESI) se sancionó en el año 2006 en la Argentina y hasta el momento, son pocas las instituciones que lo implementan, pero también es poca la gente que conoce la obligatoriedad de dicha ley. ¿Por qué no se implementa esta ley en instituciones educativas? ¿Cuántos adolescentes reciben ESI?.
Por Mailén Britos
@mailenbritosC
¿Por qué se realizó este sondeo?
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Dicha encuesta partió de la premisa de que desde 2006 es un derecho de los niños y adolescentes poder acceder a la educación sexual integral y a las herramientas necesarias para para el desarrollo pleno y libre de la sexualidad. Además, otro punto importante que llevó a la realización de esta consulta popular, fueron los datos conocidos por Amnistía Internacional.
Aquellos datos revelaron que en 2017 hubo 72.971 embarazos adolescentes no deseados, lo cual representa una tasa de 41,9 por ciento cada mil mujeres de entre 15 y 19 años. Esto demuestra una vulneración de los derechos sexuales y reproductivos y una falta de poder de elección libremente.
“Las mujeres que venimos trabajando en la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) hemos visto que uno de los argumentos falaces que querían instalar es que ya había ESI desarrollada en el territorio nacional y en la provincia de Buenos Aires. Teníamos registrado los embarazos adolescentes no deseados en la cual había una falta de educación sexual, así que en base a eso nos lanzamos a encuestar a los jóvenes”, explicó Analía Kelly, coordinadora de MuMaLá, en diálogo exclusivo con Diario NCO.
¿Cuál fue el impacto de los resultados?
Los resultados que arrojó este sondeo fueron asombrantes. Entre tanto, se pudo conocer que solo un 62 por ciento de la población sabe de qué la ESI es una ley obligatoria desde hace 12 años. Además, se pudo saber que solo el 54,9 por ciento sabe que la educación sexual integral debe verse en todos los niveles educativos.
“Los resultados nos sorprendieron porque hay un 85 por ciento de la población juvenil que te dice que la ley debe ser obligatoria en todas las escuelas. Cuando preguntamos si sabían que debería cumplirse esta obligatoriedad, nos encontramos con un porcentaje de personas que desconocían esto. Entonces eso nos da una primera aproximación de la falta de incorporación de contenidos o ideas generales en torno a la ESI que se debe brindar en las escuelas”, continuó Kelly.
Una de las preguntas importantes de esta encuesta, fue acerca del contenido que se brinda en las instituciones educativas en que la ley se cumple. A raíz de esta investigación, desde MuMaLá pudieron afirmar que la mayoría de los temas que se tratan en la materia, giran en torno al funcionamiento del órgano reproductor, el ciclo menstrual y los métodos anticonceptivos.
“Pudimos relevar que se deja por fuera la reflexión sobre la igualdad de derechos, la violencia de género. El funcionamiento del órgano reproductor, los métodos anticonceptivos, las enfermedades de transmisión sexual son cosas que deben ser dadas y que son importantes, pero también debe trabajarse sobre bases fundamentales como la autonomía del cuerpo, la libertad de elegir lo que se quiere hacer, con quien se quiere hacer y cómo se quiere hacer”, señaló.
La coordinadora de Mujeres de la Matria Latinoamericana expresó que los contenidos son lo que hacen a la educación sexual integral y que todos los elementos mencionados anteriormente (libertad para decidir, autonomía del cuerpo y conocimiento de este) no se están viendo en la materia de ESI y que son necesarias para no caer en embarazos no deseados o en cuestiones que perpetran la violencia de género.
Cumplimiento de la ley bajo patrones morales y religiosos.
En el último tiempo se habló mucho de la falta de educación sexual en las instituciones educativas. Pero también se hizo hincapié, en que muchos colegios o provincias conservadoras brindan la ESI desde la óptica religiosa, lo cual no permite la libertad de elección en materia sexual.
“Claramente influye lo moral y lo religioso. La decisión política que vos llevas adelante tiene que ver con una idea previa hacia como vos concretas eso en la realidad, es lo que nos sucede hoy con la interrupción voluntaria del embarazo. Hay argumentos que son falaces, con mucho conservadurismo encerrado en sí mismo lo cual no permite ver con claridad la realidad y atender a una demanda. Si no se brinda la ESI como debe ser, bajo un paradigma religioso, no se da la posibilidad de elegir libremente”, aclaró.
¿Por qué en estos 12 años no se cumplió la obligatoriedad de la ley?
En el año 2006, cuando el país era liderado por la actual senadora, Cristina Fernández de Kirchner, se aprobó la ley 26.150 de educación sexual integral. Desde entonces y a pesar de su característica de cumplimiento obligatorio, fueron pocas las instituciones que respetaron aquella ley. 12 años pasaron de aquella sanción, pero muchos siguen sin promoverla.
“Creo que hay un incumplimiento por la falta de capacitación, los docentes se encuentran sin capacitación. Tampoco se incorpora a la currícula como algo transversal, no hay circulación de información, ni capacitación ni orientación. La ley está y plantea a todos y cada uno de los niveles (inicial, primaria y secundaria), los contenidos para cada etapa de desarrollo, pero esta materia no está en las escuelas”, afirmó Kelly.
En el mismo sentido, la coordinadora de MuMaLá señaló que uno de los elementos que relevaron fue la frecuencia con la que cada adolescente recibe ESI en forma de clase o taller. “Nos encontramos con que solo el 28 por ciento recibió una o dos veces por año la materia en clase o en forma de taller. Y hay un 13 por ciento de personas que charlan este tema con los docentes, pero porque tienen una cercanía o una confianza”.
¿Qué se deberá aprender en cada nivel?
En nivel inicial se habla del reconocimiento y expresión de sentimientos y emociones, partes del cuerpo humano y las palabras correctas para poder nombrarlas. También se habla del poder decir “No” cuando se tiene el contacto físico con una persona que incomoda o confunde al niño o a la niña y el pedido de ayuda.
En nivel primario se trata el rol social de las mujeres y los varones en la historia, cuáles son sus diferencias biológicas, derechos vulnerados como abusos o violencia sexual, modelos corporales de los medios y publicidad, prejuicios y actitudes discriminatorias, entre otros tópicos.
Por último, en el nivel secundario se habla de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), los derechos vulnerados: acoso, abuso, violencia y explotación sexual, maltrato y trata de personas. Métodos anticonceptivos, construcción histórica del ideal de belleza corporal, desarrollo de capacidades para tomar decisiones y fortalecer la autoestima.
Si bien la ESI es necesaria en los tres niveles, aún hay padres y madres que se niegan a la posibilidad de que sus hijos en el nivel inicial -algunos también en el primario- tengan la materia de educación sexual integral, creyendo que es algo malo o que debe ser un tema tabú hasta que se despierte mágicamente en ellos.
“Cuando se niegan es parte de la misma premisa de creer que se va a trabajar el órgano reproductor, los anticonceptivos, el ciclo menstrual o las ETS. En este nivel es donde se va forjando la autonomía, la posibilidad de decir no, el cuidado del propio cuerpo. El niño y la niña deben saber que pueden poner límites sobre su cuerpo o que pueden manifestar incomodidad frente a la presencia de un adulto. Eso podría prevenir abusos o violaciones”, concluyó Analía Kelly.