
Desde California, el columnista habló sobre los cambios tecnológicos y sus efectos en la sociedad, sobre todo en un año electoral en la Argentina.
Fabián Banga dialogó en el programa “Haciendo Radio” -producido por Diario NCO y emitido lunes, miércoles y viernes desde las 13 por AM 850 y su canal por YouTube- sobre una cuestión actual que sucede en todo el mundo, y es que los efectos de la Internet y sus usos también son llevados a la política y las campañas en un año electoral.
El profesor reflexionó acerca de los objetivos de las redes sociales y la información, que más allá de comunicarnos y acercarnos, “vivimos en una sociedad que nosotros creemos que es muy comunicada, pero en realidad está muy incomunicada”.
“El Internet nos da la ilusión de que estamos comunicados, de que estamos al tanto de lo que pasa, que prevemos lo que va a pasar o tenemos la opinión de que tenemos una voz, es decir, vos vas y pones algo en Facebook o en Twitter o proponés me gusta esto, me gusta el presidente y en realidad nuestra voz no es tan fuerte, el micrófono lo tenemos en la mano, pero los parlantes que tenemos son mínimos”, opinó.
Comparó a esta ilusión con el pasado argentino durante la guerra por Malvinas, donde por los medios se difundía “recuperamos las Malvinas”, pero en realidad era una ilusión de que estaba todo bien y sumó a esto la analogía con el libro “1984” de Orwell en la cual “te ponen una pantalla algo que lo están repitiendo, pero en realidad no estás viendo nada”.
La información que circula por estos días, le generó a Fabián una sensación de esta ilusión según contó, más “si leés ciertos medios de comunicación que anuncian que esto va bien, lo que el presidente te dice ‘nos equivocamos en algunas cosas, pero vamos bien’ y ‘aceleremos que vamos en el camino’, yo siento una sensación aparte de la política, parte de los ideales que cada uno tenga, aparte de la ideología económica que todos tenemos”.
Así, cotejó las diferentes corrientes económicas que se presentan en nuestro país en los distintos partidos políticos en tiempos de campaña electoral: “Los dos quieren lo mejor, yo creo realmente que esta gente no quiera el mal, pero lo que nosotros vimos en la estructura es que sentís esa sensación de que lo que estás viendo no es en realidad algo concreto sino un tipo de performance… No se eso es algo que se me ocurrió”.
La democratización de la palabra en Internet
El proceso de la comunicación verbal entre dos personas se resume en un emisor de un mensaje y un receptor que puede responderlo, una interacción que según Fabián en Internet no se da, “no hay gente escuchando, cuando vos ponés algo en Facebook por más que tengas dos mil seguidores no lo ves”.
Asimismo, narró cómo junto a un grupo de trabajo se analizó cómo reacciona la gente en redes sociales, “hasta creábamos cuentas de Twitter y nos hablábamos entre esas cuentas para ver qué hacía la gente. No como un experimento o poner a nadie en una situación incómoda, sino para ver qué decía la gente y por ejemplo si yo voy y pongo una foto de mi perro caminando debajo de la lluvia vos lo podés ver, a los dos minutos tenés 30, 40, 50 personas diciendo qué lindo”.
En cambio, contó que la reacción fue diferente en publicaciones más serias: “Si yo voy y pongo tengan cuidado porque me parece que esto que acaba de decir este ministro me parece que es un problema gravísimo que puede afectar a vos y a tus hijos, pensá cuántas personas reaccionan a eso, capaz que dos o tres”.
Para Banga, hay dos corrientes de pensamiento que están definiendo estos tiempos, se cruza el neoliberalismo y el postmodernismo en el que se cuestionan estructuras heredadas de movimientos anteriores, como la forma de vestir, cuestionar lo que se tomaba como normal en el pasado y hoy ya no, lo cual tiene un lado positivo y otro que no.
“Cuando vos te pones a cuestionar todos estos temas, empezás a agregarle un grado muy grande de ego que eso lo propone el neoliberalismo. El neoliberalismo te dice ‘yo y mi libertad’, eso los liberales, ‘quiero ser libre’ por eso se llama liberalismo. Liberal es el que cree que el mercado tiene que ser libre y ‘es mi dinero y yo no le voy a pagar al estado’ y que es una idea, nosotros podemos estar de acuerdo o no, tiene una gran fuente en el ego que en el yo”, explicó.
Las campañas políticas en la era de la información
Además, expuso que Facebook hace mucho uso de ese pensamiento, y que la política lo ha sabido explotar por ejemplo en las campañas electorales del expresidente Obama en los Estados Unidos y la corriente kirchnerista en Argentina, a lo que aclaró que a pesar de que puede resultarle raro a la gente, tienen muchas similitudes en el uso que hicieron de Internet.
En tiempo de elecciones, explicó, se perdería si se dice la verdad, y ejemplificó con la campaña de Bush en la que le preguntaban “¿Cuál es tu filósofo favorito?” y ganó apoyo diciendo que era Jesús, “una figura que ni siquiera era un filósofo”, y agregó: “Vos le decís a la gente ‘miren va a ser difícil salir de esto, van a tener que pasar 40 años de trabajo duro y sufrimiento para poder salir’, no te vota nadie, es muy triste”.
“La gente tiene que estar mejor, eso no hay que cuestionarlo, es decir, hay ciertos principios éticos que no se pueden cuestionar. El sufrimiento del otro no funciona, ya hay que buscar que nosotros como sociedades decidimos que el sufrimiento del otro no puede ser, aparte de que vos seas religioso, no seas religioso eso no se cuestiona. Nosotros por eso somos una civilización, la estructura de una civilización es cuidar al otro que no se te caiga, si el otro se cae te caés también, eso es básico”, argumentó.
Con la premisa del ego generado con el tiempo en las redes sociales donde la importancia es el individuo, Fabián Banga analizó los diferentes slogans utilizados a través del tiempo en las distintas campañas políticas: “Podemos, vamos a cambiar, vamos a estar mejor, usted va a volver a tener lo que quiere. Pero imagínate que yo te digo ‘no van a poder tener lo que quieren porque si yo te digo lo que quieren, otro no lo va a tener, quizás va a tener la mitad de lo que usted quiere’, ¿quién votaría a ese candidato?”.
También recordó slogans de la corriente peronista como “la patria es el otro” en confrontación con “la revolución de la alegría” del Pro, o “qué linda va a estar Buenos Aires” años anteriores, a las que, en su opinión, “la idea de empujar la pelota para el futuro tendría que producirte desconfianza, pero no lo hace”.
“Esperemos que las cosas vayan mejorando, las estamos viendo desde acá de los diarios con mucho miedo. Hay que ser esperanzador, yo tengo mucha esperanza en la Argentina, es un país muy fuerte que lo ha demostrado por muchísimo tiempo. Lo que le vendría bien es ser un poco más inclusivo y son cosas que todos ya sabemos, pero veo las cosas con mucha esperanza”, culminó.
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