NCO 25 Años: Desde aquellas mateadas frente a la Borgward
En abril de 1995, mi pequeña carrera periodística se había detenido. Pasé de ser un estudiante de comunicación social, trabajando en un estudio contable. Fue entonces cuando recibí la propuesta por parte de Oscar Pettinato de trabajar de redactor en NCO, un medio que contaba hechos del mismo lugar en el que crecí, desde una redacción situada a apenas diez minutos de mi casa.
Por Adrián Rodríguez
Editor de Agencia de Noticias Argentinas (N.A)
La primera redacción del diario, frente a las entonces abandonadas instalaciones de la fábrica Borgward, ofrecía por sus ventanas un paisaje ralo, que contrastaba con el nutrido trabajo en el medio, donde primaba el entusiasmo por tratar de dar un panorama de lo que pasaba en el enorme territorio matancero.
Inolvidable, Omar Soto traía cassettes con largas charlas con protagonistas políticos y extensas sesiones del Concejo Deliberante, que había que traducir en notas y títulos. Un arduo trabajo, el primero intensivo para mí en un medio, entre mateadas compartidas con Oscar Pettinato, Omar Soto, Leandro Eduardo Sayago, Carlos Correa, Marta Astudillo, Vero Corbalan, la “China” Fernández, Silvio Vallejos, el “Negro” Ferreira”, “Pedro” Chappa” y muchos otros.
En una de las notas, aprendí la importancia de un medio como NCO en La Matanza, cuando un vecino de Casanova me aseguró que Alberto Pierri era el Intendente, sin conocer siquiera al verdadero entonces jefe comunal Héctor Cozzi.
Me di cuenta que había poco conocimiento sobre el funcionamiento de un gobierno municipal de cerca de 2,5 millones de habitantes.
Esa realidad, al igual que las necesidades y alegrías de la infinidad de barrios del distrito que se reflejaban en las páginas de NCO, no tenían ni tienen cabida en medios porteños y nacionales, ni siquiera en los provinciales.
También eco en medios locales como NCO, la coyuntura política local, sus protagonistas y su dinámica, informaciones que deberían ser fundamentales para el ciudadano que se presenta a votar en los comicios municipales, los cuales en la mayor parte de las ocasiones parecen un coletazo de lo que sucede a nivel nacional.
En 1997 me incorporé al medio nacional en el que actualmente trabajo, aunque mi relación laboral con NCO siguió con intermitencias hasta 2000. En ese último período, en la redacción de San Justo, conocí a Vanesa, mi compañera. Con ella me casé tuvimos nuestro primer hijo, y, Dios nos bendijo hace casi dos años con el segundo.
La importancia de NCO, que sigue en pie a lo largo de los años en forma interrumpida motorizado por el inalterable empuje de Oscar, se traduce en periodistas que en su redacción se formaron en experiencia y hoy son profesionales que, desde otros medios, siguen contándole a los matanceros lo que pasa en sus distritos. Sayago, Fernández, Silvio Vallejos son los casos testigos, más próximos a mis afectos, aunque se que hay muchos otros, de gente que hoy configura una parte importante de la prensa matancera, la cual me parece mucho más rica de lo que era a mediados de los ’90.
A 23 años del nacimiento del diario, mi deseo como periodista y como vecino, es que siga siendo escuela de comunicadores locales y que los gobernantes de nuestro distrito tengan siempre presente que son más útiles los medios que cuentan lo que pasa, que los meros reproductores de gacetillas creados para captar recursos de la pauta oficial.