
Con motivo de la función online de “Aktrissa Chayka” inspirada en “La Gaviota” de Antón Chéjov, la actriz y dramaturga, contó en una entrevista para Diario NCO acerca del proceso creativo, su múltiple interpretación de personajes, la experiencia de filmación y los adelantos para la presencialidad.

La Compañía de Teatro, “Familia Diciembre”, se reunió en el Estudio Frontera del socio G.G de Ariel Pochettino donde vieron la obra en un gran televisor, brindaron y deleitaron una picada. “Disfruto y aprendo de la experiencia, pero es raro ser tu propia espectadora”, confesó.
El evento especial se realizó el sábado 17 de julio a las 21 y se habilitó únicamente hasta las 00. “Me aterraba que el público después no venga al teatro, aunque al contrario, me llegaron comentarios muy conmovedores como sensaciones y críticas constructivas en cuanto a gestos o cierto uso de los elementos”, detalló su artífice.
Sobre los nuevos rumbos afirmó que la idea es seguir profundizando y mejorando. Por lo tanto, habrá una próxima función presencial el 18 de septiembre en el Teatro Del Borde (Las Flores). También, recibieron invitaciones del exterior, pero como expresó: “Aún estamos con prudencia viendo cómo se desarrollan las políticas de migración Internacional”.
Existió un momento trascendental, aquel en el que junto al director, Claudio Gatell descubrieron que su creación se trataba de una Oda al Teatro. “Me acuerdo de charlarlo y reconocer que no tiene una estructura “clásica”, sino que necesita cierto “paladar” porque es una ofrenda”, explicó.
NCO: En relación a la dramaturgia, ¿qué intentaste transmitir?
N.A: Hay un discurso fuerte hacia la vocación y el arte como militancia. Hablo de todo lo que me conmueve el teatro, las relaciones humanas y el amor como motor de vida. También, hay feminismo desde lo que dicen les personajes que no es evidente, pero quiénes llevamos adelante ciertas luchas lo entendemos. Detrás del sacrificio de estas mujeres está el verdadero costo que pagaron por el simple hecho de tener vulva y actuar. Elegir el arte por encima de la maternidad, el matrimonio y la vida que se esperaba de ellas. Imposible olvidar que actuar nos fue vedado durante cientos de años tanto en oriente como occidente.
NCO: Hay conceptos claves a lo largo del libreto, ¿de qué manera abordaste la Matrioska y la femineidad? Por otro lado, ¿qué nos podes especificar acerca de la maternidad?
N.A: Acá solemos decir mamuscka, pero lo correcto es “Matrioska”, un concepto de cajitas dentro de cajitas que era lo que necesitaba para organizar la historia. Comenzamos con una obra intitutalada que está dentro de “La Gaviota”. Esto sucede en otro clásico famoso, “Hamlet” y es un recurso llamado ‘Meta Teatro’ (teatro dentro del teatro). La femineidad es algo inherente y está presente en estos seres, excepto en “Espíritu”, que no tiene género. Luego, en cuanto a la maternidad está ausente porque es algo que como mujer no me atraviesa. La madre del personaje de Nina murió, al igual que su hijo. Ese personaje no fue maternado y tampoco supo hacerlo. Después, solo como un dato biográfico, Vera, cuenta que llora en el regazo de su madre.
NCO: Otro de tus puntales es la labor actoral en escena, ¿qué tal resultó ponerte en la piel de cada une de les personajes y con qué desafíos te enfrentaste?
N.A: Entro en la obra como “Espíritu” desde el cuerpo poético y lucho contra el diablo en el vacío. Es un disfrute enorme. “Nina”, es puro juego y está desequilibrada. Es una gaviota herida, renga, dolorosa, graciosa. “Vera”, es dulce, inocente, apasionada, sensible. Es casi una emperatriz y una virgen. Luego, “Natalia”, que no soy yo, es la síntesis de todas. Asimismo, la Gaviota Muerta, que es la danza que en la función improviso. En cuanto a los desafíos puedo nombrar aquellos técnicos actoralmente, como los cambios sutiles en la voz y en la columna de gestos. Otros más orgánicos, como dejarme llevar y a la vez tener en cuenta toda la estructura. Y en especial, seguir profundizando la tarea que me dejó el director, la de perder el control y atravesar la oscuridad con él como fantasma.
NCO: Retrocedemos al mes de junio, momento en el que llevaron adelante la filmación en Teatro Terrafirme. Ante los tiempos que corren es un acto de resistencia, ¿cómo fue la experiencia para “Familia Diciembre”?
N.A: Fue filmado en directo, es decir, de corrido y sin cortes. Así la experiencia es lo más teatral posible, para quien expecta, pero sobre todo para mí al priorizar que sea un simulacro de una función verdadera. Se utilizaron tres cámaras y se editó el sonido. Lo practicamos varias veces y todo el equipo, que da lo mejor, ensayó cada uno de los puestos. Fue muy divertido que al finalizar me escriban desde España, Canadá, Perú, Chile, etcétera.
NCO: Pienso en las anécdotas que vivenciaron como agrupación independiente, ¿hay alguna/s en particular que quieras compartir?
N.A: El último ensayo, antes de filmar, no me acordaba la letra de la mitad de la obra. Sucedió por saturación y además, por una dislexia en el habla que me acompaña siempre. Siendo la dramaturga soy mi peor enemiga y como actriz, no fijo tan fácilmente, entonces sufren todes. Es muy loco lo que le sucede al “cerebro/cuerpo” porque en la filmación oficial todo fue recordado. También, contamos con la compañía de una gata, Cris, nuestra espectadora oculta. Y no quiero dejar de mencionar que el Teatro Terrafirme está terminando su nueva instalación de luces así que los recursos eran limitados. Sin embargo, el público lo destacó como uno de los elementos más potentes.
NCO: Otra arista clave es la escenografía y por lo general, sucede que les espectadores pueden encontrar más de un significado en ciertos objetos como el espejo, que confieso para mí también, oficia a modo de rueda….
N.A: Hay elementos evidentes, otros no tanto, y sobre esa elección minuciosa puedo develar que el espejo es la dualidad, el pasado. La alfombra viene a delimitar la escena y el biombo no solo trae el camarín, si no que es un elemento que provoca efectos lumínicos. Para que la “Matrioska” no sea un cliché, me contacté con un hombre que vendía objetos de su madre, viajera por el mundo, y elegí unos canastos de Perú que quedaron justos. Les espectadores completan la obra y le dan su sentido porque el teatro es un arte vivo. Eso me intriga, divierte y genera preguntas.
NCO: Que “Aktrissa Chayka” continúe su vuelo y ya para despedirnos, ¿hay alguna frase o escena que vincules al actual contexto de pandemia?
N.A: Me identifica el desenlace: la incertidumbre, la muerte, la nada. Claudio dijo que la obra tenía que terminar con la repetición de la palabra del final. Tiene mil connotaciones y ahora para mí es la ausencia. Es todo esto que digo desde una profunda humanidad. La fragilidad de la vida y lo hermoso que puede significar estar aquí ahora, ser y sonreír.
Ficha Técnica
Dramaturgia y actuación: Natalia Arteman
Director: Claudio Gatell
Asistente de dirección: Anahi Horacio
Iluminación: Luciana Murdocca
Maquillaje: Tamara Timberini
Producción: “Familia Diciembre”
Colaboración en producción: Natalia Moha / Julieta Pajon
Cámaras: Ariel Pochettino / Mia Hoyos
Realización audiovisual: Ariel Pochettino
Con el apoyo de: Instituto Nacional del Teatro
Claudio Gatell (1964-2020)
Capturas de pantalla: Función online
Más novedades en: www.artemanteatro.com
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