
#Niunamenos. La estadística es escalofriante. Un análisis de un fenómeno inquietante y doloroso que crece día a día en todo el país.
Anahí Benítez es otro de los nombres que se suman a la terrible lista de las adolescentes asesinadas, a quienes en general un hombre las engañó y les quitó la vida.
En la mayoría de estos crímenes el femicida es un adulto. Y son estos asesinatos los que generan las salidas masivas de las personas a la calle para reclamar “Ni Una Menos”.
La primera movilización masiva fue tras el femicidio de Chiara Páez, de 14 años quien tras ser asesinada fue enterrada en la casa de los abuelos de su novio, que asumió el crimen y habría tenido la ayuda de sus padres, en Rufino. El crimen de Lucía Pérez luego de ser salvajemente violada en Mar del Plata otra vez hizo que mujeres y hombres salieran a la calle a gritar “Ni Una Menos”.
En esa oportunidad, incluso se convocó a las mujeres a vestirse de negro. Anahí había desaparecido el sábado 29 de julio, fue hallada y el 4 de agosto fue encontrada enterrada en una reserva de Lomas de Zamora.
Un total de 329 adolescentes de entre 16 y 21 años fueron víctimas de femicidios en los últimos nueve años en nuestro país, a un promedio de uno cada 10 días, según un relevamiento de la asociación civil La Casa del Encuentro.
“En casi todos los casos el femicida es mucho más grande que ellas, de 35 años para arriba. Las manipula, las va captando, alejando de su entorno”, dijo a Crónica la presidenta de la Casa del Encuentro, Ada Rico.
“Estos agresores eligen a la víctima y ahí apuntan”, sostuvo Rico para luego agregar: “Las redes sociales son un problema. Muchas veces los padres tienen las claves, pero ellas con la rebeldía adolescentes que todas tuvimos, sin ser conscientes del peligro, se abren otras cuentas con perfiles falsos. Por eso hay que hablar mucho con ellas para que sepan que detrás de las pantallas puede haber acechadores. En las casas y también en los colegios se tiene que hablar, pero siempre no cuando s se cometen los femicidios”, señaló.
Lo que si es cierto es que las redes sociales facilitan el acercamiento de los perversos tanto a las niños como a los adolescentes, con todo los riesgos que esto implica.
Cuando se hacen pasar por gente de su edad y buscan seducirlas, cuando las engañan con falsas ofertas laborales para captarlas y cuando se aprovechan de la diferencia de edad para manipularlas.
Según el informe, del total de las adolescentes asesinadas, la mayoría fueron baleadas, apuñaladas o golpeadas. La mayoría de los crímenes fueron en la vía pública. Y las redes sociales, la forma de llegar a ellas.
Ellas no son culpables ni por cómo se visten, ni por salir solas, ni por tener sueños, ni por publicar fotos, ni por creer que se pueden enamorar de alguien mayor. El único responsable es ese adulto que las manipula, las usa, las capta y muchas veces también las asesina.