Fue luego de un análisis que llevó a cabo la firma surcoreana respecto de esta problemática, que le ha costado más de 5.000 millones de dólares.
Samsung reveló hoy que las baterías fueron las responsables de las explosiones de su dispositivo Galaxy Note 7, como resultado de un análisis que llevó a cabo la firma surcoreana respecto de esta problemática que le ha costado más de 5.000 millones de dólares, según se informó.
El responsable de la división de telefonía móvil, Koh Dong-jin, presentó en Seúl los resultados del análisis después de que durante meses la empresa guardara silencio sobre las causas del problema, consignó hoy la agencia EFE.
Según las conclusiones del estudio, realizado por Samsung y otras tres entidades (las consultoras estadounidense UL y Exponent, y la empresa alemana de inspección técnica y certificación TÜV Rheinland), se descartaría la teoría de aquellos analistas que consideran que se exprimió hasta el límite el diseño del aparato.
En este sentido, la existencia de problemas de hardware o software quedarían aparentemente descartados.
La crisis del Galaxy Note 7 arrancó apenas días después de que comenzara a venderse el 19 de agosto, cuando la compañía recibió reportes de baterías que se incendiaban durante el proceso de carga.
Finalmente, Samsung decidió dejar de fabricar este modelo el 11 de octubre, tras ofrecer a los 2,5 millones de personas que habían comprado el dispositivo aparatos de reemplazo con baterías fabricadas por otro proveedor y que volvieron a dar problemas.
El suceso generó una pérdida operativa, según estimaciones de Samsung, de unos 6,1 billones de wones (5.209 millones de dólares aproximadamente).
La investigación ha tenido durante un mes a 700 técnicos e ingenieros recreando en los cuatro centros de fabricación del Galaxy Note 7 (uno Corea del Sur, uno en Vietnam y dos en China) procesos de carga y descarga con unos 200.000 dispositivos acoplados y unas 30.000 baterías de ion-litio.