UNLaM. La política está en todo, como dicen los politólogos, aun en instituciones que dicen ser científicas. En mis lejanos tiempos de estudiante universitario, los partidos políticos estudiantiles, poco tenían que ver con la política nacional, y solo tenían un rasgo común, todos eran de izquierda, marxista, o católica tercermundista, de presencia insignificante en la política nacional.
Por Alfredo Zurita
Pero en las últimas décadas la política partidaria nacional, o en algunos casos provinciales, penetró en las universidades, y ahora casi todos los partidos estudiantiles son brazos juveniles de partidos políticos nacionales, o con más frecuencia, de caudillos provinciales, en la medida de la desintegración de los partidos políticos nacionales.
La autonomía y el régimen de cogobierno permite a quien controla los partidos políticos universitarios designar decanos y rectores, ya que los estudiantes que son minoría en las asambleas que los eligen, actúan de forma más organizada, y los docentes, que son mayoría, tienden a actuar más en función de intereses corporativos, ligados a su profesión, es decir a su facultad, que a políticas universitarias o partidarias.
La organización de las universidades por departamentos para evitar este corporativismo, es rara en el país, y la misma UNNE fundada con este enfoque, lo abandonó al poco tiempo, yendo a la estructura tradicional de facultades, que refuerza el corporativismo, y donde cada carrera/profesión trata de quedarse con la mejor tajada presupuestaria, y apoyar al colegio profesional respectivo.
El caso de los conflictos en el ingreso a medicina hace un año, en que las carreras de medicina se consolidaron entre ellas, y actuaron con independencia de rectorados, desconociendo la ley de ingreso irrestricto. Los problemas de los médicos, que los arreglen los médicos, fue la actitud de las universidades.
En las últimas semanas hay un conflicto en la Universidad Nacional de la Matanza, donde no se ha renovado el contrato de 15 docentes de Medicina, que además forman parte de la directiva de un gremio docente, opositor a l rector, que está en el cargo desde hace más años que los convenientes, para un cargo que debiera ser rotativo, como siempre lo fue, hasta ahora, en que la re-re es epidemia en todos los cargos públicos, y hay gobernadores y rectores quasi vitalicios.
La carrera de medicina es nueva allí, aún no tiene graduados, y ha sido organizada por un especialista en salud pública, hecho de por sí algo insólito, pues esta función es generalmente confiada a clínicos o cirujanos. A mediados del 2015 el organizador fue convocado como viceministro de salud de la nación, y creó una escuela nacional de salud pública que funcionaria en el Instituto Malbrán, con extensiones en las universidades de la Matanza, Del Sur, Rosario y la Plata, de donde provenían los docentes de medicina de la carrera de La Matanza, afines a sus ideas
Esta escuela fue disuelta apenas asumió el nuevo gobierno, y el organizador al retornar a sus funciones en la Universidad de la Matanza se encontró que ya no era más el director de carrera, y parte de los docentes que había reclutado para la carrera habían sido cesados en sus cargos, cosa que se completa ahora. El que ninguno de los docentes estuviera concursado, facilitó la maniobra, tanto de reclutar docentes adictos a sus ideas por el organizador, como despedirlos por el rectorado.
Las razones invocadas han sido varias, para uno de los docentes despedidos más prestigiosos, y de edad avanzada, para el que se invocó su edad como causal, ya que la legislación prohíbe que los docentes sigan en funciones docentes más allá de los 70 años, fue un ataque de los médicos de la Matanza, indignados por la enseñanza social critica que se estaba dando a los estudiantes, que el mismo organizador definió como contrahegemónica, aludiendo al modelo biologicista que impera en todas las carreras, y en el ejercicio de la medicina hoy en día, pero otros dicen que se trata de una interna entre diversas fracciones del partido que gobierna ese municipio, mucho más poblado que la mayoría de las provincias del país. Según se dice las elecciones nacionales, se ganan o se pierden en La Matanza.
Sigo el devenir de esta nueva carrera de medicina, porque su organizador fue quien asesoró a la nueva carrera de medicina de la UNCAUS, también aspirando a formar un médico social crítico, y en La Matanza se formó a los profesionales de Sáenz Peña convocados como docentes de la nueva carrera. Visitada varias veces por ministros nacionales de salud y educación del anterior gobierno nacional, se destacó en estas visitas la visión contrahegemónica de la carrera, cuya dirección ha sido confiada en los últimos meses a un docente de la carrera de medicina de la Universidad Nacional de Rosario que ejerce en simultáneo ambas funciones. (?).
Se trata de un médico ambientalista, que está enfrentado con su propio decano, y las autoridades de la provincia de Santa Fe, ya que conduce a los estudiantes en campañas que demostrarían los terribles efectos del glifosato sobre las poblaciones expuestas al mismo en las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, no aún en Chaco, lo cual sin duda se hará a breve plazo, reforzando la presencia de los grupos ambientalistas locales, que serán reforzados por logos universitarios, que se presumen científicos, y alejados de la política partidaria, cosa ilusoria si las hay.
La debilidad de las evidencias científicas existentes contra el uso de glifosato , que no es tan inocuo como dice la empresa que lo fabrica, ni los productores que lo usan, más si se lo hace en forma descuidada, es compensada por cientos de estudios de ambientalistas que han sido invocados por un fiscal federal hace pocas semanas para pedir que se prohíba el uso de glifosato en el país, pedido descartado en primera instancia por el juez, aunque la Federación Argentina de Profesionales de la Salud, y sus filiales, APTASCh aquí, apoya el pedido de prohibición, aunque ello afectará la economía del país, muy soja glifosato dependiente, y los impuestos de los cuales salen los salarios de los profesionales de FESPROSA, que además piden aumentos, pases a planta y bonificaciones.
Que saldrá de este cóctel de universidad, política y economía es difícil de saber, así que habrá que esperar el curso de los acontecimientos, aunque podemos presumir que la economía se impondrá, pues la política y la universidad viven de ella, y el decano de Agronomía de Córdoba, derrotó meses atrás a un rector pro ambientalistas, que apoyó la candidatura de un médico, que ya había sido rector, e incluso ministro nacional de educación. Este nuevo rector ya consiguió aprobar el mecanismo de elección directa de rector, para transparentar el existente, con vistas a reducir el poder de las roscas, cosa también que me parece ilusoria, pero todo es cuestión de probar.
Fuente: Datachaco.com