Emergencia democrática. Es tan enorme el absurdo político que significa que una mayoría exigua, pero mayoría al fin_ haya elegido un gobierno tan claramente opuesto al interés general y muy por el contrario, absolutamente comprometido con el poder económico que detenta una ínfima minoría, que se torna muy difícil encontrar explicaciones para semejante suicidio político colectivo, sobre todo si reparamos en que nada de lo que está sucediendo resulta sorpresivo a la luz de los antecedentes de las fuerzas políticas que integran el gobierno , de los conocidos personajes que lo ejercen y de las incalificables acciones que fueron capaces de cometer para llegar al poder.
Francisco Jorge Martínez Pería.
Abogado.
Que no hubieran dicho y hecho ellos, los declamados defensores de la República, si hubieran perdido las elecciones por tan escaso margen basta recordar Tucumán para imaginárselo_ si el gobierno anterior hubiera intentado designar dos jueces de la Corte de la forma en que lo hizo éste, si hubiera provocado una inflación galopante como la que han desatado para favorecer a un ínfimo grupo de empresas exportadoras, mientras el INDEC deja de publicar los índices inflacionarios, si hubiera anulado leyes fundamentales por decretos de necesidad y urgencia , si hubiera provocado tantos despidos y tanta represión y hasta una presa política en menos de un mes , cuando hace poco denunciábamos a Venezuela en el Mercosur por ese mismo motivo y si, en ese escaso tiempo, hubiera acallado prácticamente todas las voces opositoras.
A cuantos cacerolazos violentos como nunca se vio en las manifestaciones populares hubieran convocado? Cuantas denuncias en foros internacionales hubieran formulado? Donde están ahora los pseudo periodistas e intelectuales independientes que de un día para el otro pasaron sin escalas de las izquierda a la más repugnante derecha , los denunciadores seriales que jamás pudieron comprobar ninguna de sus disparatadas acusaciones, los fiscales y jueces presurosos para actuar ante el menor vestigio de inconstitucionalidad y el Colegio Público de Abogados más importante del país, que todas las semanas se ufanaba de haber presentado una acción legal contra leyes votadas democráticamente por el Congreso y ahora admite decenas de decretos de necesidad y urgencia sin chistar.
Hay muchos responsables del absurdo político en el que hemos caído, empezando por los monopolios de desinformación sistemática, pero creo que ha llegado el momento en que la clase media argentina y latinoamericana en general, se pregunte seriamente porque es usada reiteradamente por el poder económico nacional e internacional como servil instrumento de sus intereses claramente antidemocráticos. Porque creo que esa es la clave del absurdo político que ha desembocado en más la grave emergencia que atraviesa la Nación y la única que no ha sido declarada por el gobierno, la de la democracia republicana.
