Según comentó Ginger, su esposa, en diálogo con NCO, toda la ayuda que recibió hasta el momento proviene de la solidaridad de la gente que se acerca a conocerlo. “Ellos nos asisten con alimentación”, remarcó la mujer dando cuenta de que las donaciones llegan únicamente por la voluntad de la sociedad civil.
Nora Adámoli
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El joven estadounidense que reside en Ramos Mejía y padece de esclerosis múltiple primaria, podría mejorar su calidad de vida con una intervención quirúrgica, que reduciría los síntomas. La vida de Roger Williams cambió drásticamente cuando un accidente automovilístico lo dejó postrado. De acuerdo a lo que cuenta su esposa, en Norteamérica no fue asistido, por lo que encontró como opción más viable radicarse en Argentina con Ginger, con quien se casó hace tres años.
No obstante, aquí las cosas tampoco son tan fáciles, especialmente en lo que tiene que ver con la alimentación especial (ya que se nutre mediante una sonda nasogástrica), que demanda de unos 6 mil pesos mensuales.
Desde el Estado, las comunicaciones pendientes no volvieron a concretarse y el muchacho sigue esperando. Ahora, un grupo de gente que conoce la situación, les sugirió juntar tapitas plásticas (como en el caso de Gabriel Santoro) para luego venderlas y contar con el dinero que necesitan.
Ese es el camino que en este momento están tomando. Así, asociaciones amigas se van poniendo en contacto con Ginger para acercar las tapas a la casa de Ramos Mejía en la que viven y de paso, visitar a Roger.
Por otra parte, mencionó que cuando las contestaciones resultan adversas, opta por no contárselo a su esposo, porque “él se ilusiona, y me pone triste a mí cuando las cosas no se consiguen. A veces me pide comer un pedazo de carne o una pizza pero le tengo que decir no porque no puede tragar. Esto no sucedería si él ya contara con la rehabilitación”.
“Hay tanta gente que puede hacer algo palpable y que no les costaría, pero no y no lo digo por mi caso sino por otras personas necesitadas a las que les pasa lo mismo. Yo no seré madre pero soy una esposa que tuvo que oír al doctor decir que mi Roger no iba a salir del coma. De hecho, tuve que ir a despedirme. Pero él no quiere morir, yo tampoco quiero perderlo, soy una mujer que continúa luchando porque mi marido no puede hacer nada por sí mismo”, reveló.
Así, recordó que cada día que pasa, en cada sitio que encuentra escribe y comenta lo que sucede con Roger: “Me paso publicando en todos lados, escribiendo, pero nada palpable llega. Me es triste verlo con ganas de vivir, de que se realice la intervención. Yo no puedo hacer más y me parte el alma, me duele en lo más profundo de mi ser porque lo amo. Él quiere ser padre, ver a un bebé llegar y poder jugar con él, tocarlo sin lastimarlo, algo que hoy no puede porque no tiene control de sus brazos”.
“Mi flaco depende únicamente de mí en todo. Recibimos ayuda de nuestros padres y hermanos pero hay cosas que ellos no pueden hacer, aunque sabemos que nos lo facilitarían si tuvieran los medios”, dijo la joven. Para ofrecer donaciones, los interesados pueden comunicarse al (54) (011) 4654-0955 o al celular 15-6253-9549. La página en Facebook es “Roger Williams (Ayudemos A Roger)”.
Actualmente, el hombre es atendido en el hospital Posadas de Haedo, centro de salud al que Ginger destaca por la labor que realizan con su marido. “Él depende de mí en un 100 por ciento, para comer, para moverse, para hacer todo. Si bien Roger es estadounidense, jamás recibió ningún tipo de ayuda. Por eso, cuando vino aquí comenzó a tratarse en el Posadas, donde le dieron el diagnóstico final. Sin embargo, nosotros no tenemos los medios para atenderlo como corresponde porque yo tuve que abandonar mi empleo, no tenemos obra social ni cobramos una pensión”, mencionó en una edición anterior.
fer, ganate el cielo……….