Por su enfermedad, el chico necesita ambientes sin humedad. Juntaron los materiales y ahora convocan a voluntarios. “Tenemos todas las cosas pero nos falta gente que venga a colaborar”, contó su mamá.
Por Brian Pécora
Máximo es uno de los tres hijos de Sara Domingues y Marcelo Acosta, vecinos de González Catán. Nació como trillizo, pero sus dos hermanos fallecieron al mes de vida como consecuencia del parto prematuro. El sólo pesaba 900 gramos, por lo que tuvo muchas complicaciones. Cuatro años después, todavía sufre los problemas derivados de ese episodio: tiene desnutrición, discapacidad auditiva y afecciones respiratorias. Para mejorar su calidad de vida, los padres de Máximo sueñan con una casa acorde con sus necesidades. Ya cuentan con materiales, donados por integrantes de Red Solidaria en Caseros y ahora piden a los vecinos que se sumen para dar una mano en la construcción.
“Tenemos todas las cosas pero nos falta gente que venga a colaborar. Tenemos riesgo de que se echen a perder algunos materiales. No importa si sabe o no de construcción, todo suma. Además hay gente que entiende del tema y que nos da indicaciones”, cuenta Sara, la madre de Máximo. Aunque principalmente las jornadas se realizan los fines de semana, Sara aclara que “el que quiera colaborar puede ir cualquier día”.
El sueño de la casa empezó hace un tiempo. Por su hipoacusia, Máximo conoció a Natalia Mutti, profesora de sordos y perturbados del lenguaje, y miembro de la Red Solidaria en Caseros. “Por todas las dificultades que tiene Maxi, no puede permitirse seguir deteriorando su salud. Por eso trabajamos para darle un hogar donde puede calefaccionarse bien”, expresa Mutti. Para evitar el ingreso de humedad y tener las condiciones climáticas ideales, se decidió realizar una construcción especial en la que se utilizan ecoladrillos, botellas plásticas rellenadas con residuos. “Son más aislantes que los ladrillos”, agrega Sara.
Además de los ecoladrillos, Red Solidaria recibió pintura y cemento, mientras que la Comuna donó arena, alambre y clavos. Lo que todavía hace falta es cemento, arena, tubos estructurales y piedra partida. La construcción se realiza en Sarmiento 5980, en el kilómetro 31 de la ruta 3, González Catán. Había empezado el 9 de marzo, pero tuvo que suspenderse por la inundación. Retomaron la obra el sábado y ya programaron nuevas fechas con todos los vecinos.
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