Los fondos de los Kirchner, otra vez en la mira

Escándalo económico y político por una cámara oculta al marido de Karina Jelinek.

Por Nicolás Herrero
Herrero33787312@gmail.com

Lanata presentó una cámara oculta en que Leonardo Fariña, el marido de Karina Jelinek, involucra a los K en un escándalo de corrupción y lavado de dinero.
Jorge Lanata presentó en Periodismo para Todos una cámara oculta a Leonardo Fariña, el millonario esposo de Karina Jelinek, quien explicó de dónde proviene su fortuna, y destapó un escándalo de corrupción y lavado de dinero, que involucra al empresario kirchnerista Lázaro Báez y al propio Néstor Kirchner.

“Vos no tenés dimensión de la estructura que había armado Néstor. Yo puedo asegurar que el tipo tenía todo armado”, dice el marido de la morocha, quien con solo 25 años y un diploma de contador pasó de viajar en colectivo al Colegio Nacional de La Plata —del que egresó en 2004— y de moverse en un Peugeot 206 a ser propietario de un BMW 3.0 valuado en 467.600 pesos.
Los fondos de los Kirchner, otra vez están en la mira, dado que este escándalo se suma al acontecido en el año 2007, cuando todos los medios hablaban de la “valija de Wilson”. Según el FBI, el dinero fue enviado por el presidente venezolano, Hugo Chávez, para apoyar la fórmula Cristina Fernández-Julio Cobos.

“La valija de Wilson”, las interminables acusaciones de enriquecimiento ilícito y el impactante caso de Amado Boudu, se suman ahora a la cámara oculta que el periodista Jorge Lanata le hizo al marido de Karina Jelinek, Leonardo Fariña.

En su testimonio, Fariña vincula también a otro personaje de la farándula: Fabián Rossi, el esposo de Iliana Calabró, quien hacía de nexo con un estudio contable en Panamá para realizar las transferencias de dinero.
El marido de Jelinek dejó de operar cuando su perfil había transitado todos los medios. El ex “valijero” asegura que un contador de Báez, Daniel Pérez Gadín, es quien hoy cumple “todas las funciones que yo tenía”. Gadín también maneja la financiera SGI.

El nombre de la financiera era SGI, y cambió de nombre tras la salida de su dueño. Federico Elaskar era su dueño y contó que tuvo “relaciones comerciales con Leonardo Fariña”, quien manejó “entre US$ 50 y 60 millones” y quien era un “cadete multimillonario de Lázaro Báez”, empresario ligado a la construcción en la provincia de Santa Cruz.

Al empezar la entrevista, Elaskar se definió como un “financista” que se encontraba “desempleado”. Además, aseguró que su negocio llegó a tener “sucursales en Mendoza, Panamá y corresponsalías en los Estados Unidos”.

En cuanto a sus vínculos con Leonardo Fariña, quien está casado con la modelo Karina Jelinek, afirmó que lo conoció en “enero de 2011, por una serie de operaciones financieras entre gente del extranjero y gente de la Argentina”. Así, agregó: “Durante el primer semestre de 2011 me dediqué a hacer varias operaciones por cuenta y orden de Leonardo Fariña para su cliente que era Lázaro Báez. Durante esa época manejé alrededor de unos 50 millones de euros”.

En conclusión, este es un escándalo político, económico y mediático que pone en tela de juicio, otra vez, la transparencia de nuestras organizaciones públicas y estatales. El nuestro deber, como ente periodístico, denunciar los hechos de corrupción que afecten al patrimonio de la Nación.