Han vuelto los sindicatos de remiseros a caminar las calles matanceras. Por un lado tenemos al Sindicato Único de Trabajadores de Remises y Autos al Instante y, por el otro, a la Unión de Conductores de Autos al Instante y Remises de la República Argentina; ambas con sedes en el distrito.
Una tiene su sede en San Justo y la otra esta en Avenida San Martín. Pero las dos caminan y siembran el terror por el municipio.
Tomemos el caso de Carlos, de La Tablada, dueño de una remisería chica, con sólo 4 coches funcionando 14 horas. Obviamente la remisería de Carlos no esta habilitada, no le dan los costos (según él) para tenerla en regla. Trabaja un promedio de $150 por coche y trabaja principalmente con vecinos y conocidos. Nunca lo visitó la municipalidad, nunca lo inspeccionó control comunal y la policía pasaba cada tanto para verificar que los autos no fueran robados.
Hace un par de semanas a Carlos lo visitó uno de los sindicatos. Medio en broma medio en serio le dijeron que debería afilar al gremio a 3 de los 4 cuatro chóferes, porque en caso contrario harían que el municipio cerrase para siempre la agencia.
Carlos no le dio mucha bola y una semana después recibió una convocatoria para una conciliación del Ministerio de Trabajo. En la conciliación se sentó con la gente del sindicato y lo obligaron a acordar. Tuvo que afiliar a tres chóferes al sindicato porque de lo contrario le cerraban la remisería.
Días después, Carlos recibe la visita del otro sindicato en su remisería y le dicen: “El otro sindicato no existe, nadie los conoce. Vos tenés que afiliar a la gente con nosotros” y se van. Por la tarde a ala remisería cae la policía, verifican los autos, verifican los papeles de los chóferes, revisan el interior de la agencia y le aconsejan que se afilie al sindicato que lo visitó por la mañana. Al otro día recibe una nueva convocatoria del Ministerio de Trabajo Al concurrir nuevamente pregunta “Pero ¿cómo es el tema?, ¿cuál de los dos sindicatos reconocen ustedes?, ¿a cuál me tengo que afiliar?”. La respuesta lo deja atónito “Nosotros reconocemos a los dos sindicatos y te tenés que afiliar al que te guste más.
Lo que queda claro es que mientras no tenga la remisería habilitada, va a tener que afiliarse a los dos.
A todo esto Carlos lleva gastados más de $3000 entre uno y otro sindicato.
Muchos casos como el de Carlos se están dando últimamente en La Matanza, sobre todo en remisería chicas y que no están habilitadas. ¿No será que la normativa vigente no contempla a las agencias chicas y muchos se aprovechan de esa situación?. Eso si, a las agencias que trabajan en las puertas de los bingos nadie las molestó, ni a las que están dentro de los hipermercados y shopping del distrito y ni hablar a los 0.50 de Laferrere.
El reto PARA LOS ARGENTINOS DE BIEN es enorme: lograr una transición pacífica y exitosa de la crisis al progreso, de la pobreza a la movilidad social, de la dependencia a la participación ciudadana activa, procurando el crecimiento económico que permita ampliar las oportunidades para todos, y no solo para los sectores que podrían beneficiar con votos a gobiernos populistas. Lo anterior es un llamado a la responsabilidad individual: al ahorro y a la prevención para el futuro, además de incurrir en un voluntariado activo para lograr avances relevantes en la lucha contra la pobreza. Pretender que sea solo el Estado el responsable de ayudar al prójimo necesitado no es más que la comodidad hipócrita de no querer actuar personalmente.