Luego de reunirse con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza y el Ministro de Derechos Humanos de la provincia, Guido Carlotto, la familia del adolescente desaparecido en 2009, señaló que esperan “acciones” y que hasta ahora están “en el aire”.
La familia de Luciano Arruga mantuvo una reunión con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza y el secretario de Derechos Humanos, Guido Carlotto, y manifestaron que no califican al encuentro “ni como positivo, ni como negativo”, sino que esperan que se asuma un “compromiso político”, para avanzar en la causa.
Al encuentro, la familia del adolescente que desapareció tras haber estado detenido en el destacamento policial de Lomas del Mirador, llevó fuertes denuncias y críticas al mismo gobernador de la provincia, a quien le habían solicitado en reiteradas oportunidades concretar una audiencia.
“La actitud de Scioli fue receptiva, no sentó postura sobre los puntos planteados, solo dijo que va a trabajar en el tema”, contó Rosaura Barletta, miembro del entorno intimo de Arruga.
Los puntos en cuestión fueron tres. En primer lugar se le pidió a Scioli que “el Estado ponga sus recursos a disposición de la Justicia”. Esto referido a la cuestión de que la causa por la desaparición de Luciano esta caratulada como “averiguación de paradero”.
En ese sentido, Barletta refirió a los dos testigos que declararon en la causa, y manifestaron que vieron a Luciano Arruga la noche del 31 de enero en el destacamento de Lomas del Mirador, con indicios en su cuerpo de haber sido torturado.
Además los peritajes que se realizaron con perros, indicaron que el adolescente estuvo tanto en la comisaría, como en un patrullero perteneciente a la misma.
El segundo punto, se refirió a la polémica por el Espacio de la Memoria que se inauguró en el ex destacamento de Lomas del Mirador, y al que luego se le negó la posesión de la llave y la utilización de ese lugar a la familia de Luciano.
La tercera cuestión que se planteó fue la continuidad en funciones de los 8 policías que estaban de servicio la noche en que Luciano desapareció en la comisaría. Los efectivos siguen desarrollando sus tareas en diferentes dependencias del Distrito, y en la investigación fueron llamados a declarar como testigos.
Poco antes de desaparecer, Luciano le había contado a su madre que policías lo estaban extorsionando para que él robara en “zonas liberadas”. Pero el joven se negó y desde un principio su familia sospechó que este fue el motivo de la desaparición.
Según la familia de Arruga, esta práctica sigue vigente en Lomas del Mirador. “Es una problemática, no son hechos aislados, el tema de cooptar a menores de los barrios más humildes y obligarlos a robar para ellos ofreciéndoles ciertas garantías”, dijeron. Tras la reunión, los familiares de Luciano manifestaron que esperarán acciones concretas por parte del gobernador, pero que hasta ahora, están “en el aire”.
El encuentro con Scioli estaba pendiente desde los primeros meses de la desaparición del adolescente. La familia de Arruga, recordó que “en una ocasión, a 6 meses sin Luciano el gobernador se comprometió a recibirnos, nosotros nos movilizamos a La Plata y en su lugar nos recibió el ministro Ricardo Casal, que hizo oídos sordos a nuestra firme denuncia sobre las redes delictivas organizadas por la policía en los barrios pobres”.
En ese sentido, su familia señaló: “esto habla a las claras de la falta de compromiso político que hubo desde el primer momento con esta causa y nos tiene que llamar a todos y todas a organizarnos en nuestros barrios, generando poder popular que obligue a funcionarios de este estilo a tener que dar el brazo a torcer reconociendo públicamente estas prácticas”.
Las críticas no solo fueron dirigidas al máximo referente del gobierno de la provincia, sino que alcanzaron también al Gobierno Nacional. “Claramente las políticas de memoria, verdad y justicia que se fomentan desde el gobierno nacional no tienen un correlato con la defensa de los derechos humanos de hoy, que se ven vulnerados de las formas más crueles”, dijeron.
En la misma línea, desde el entorno más intimo de Arruga manifestaron: “hoy nuestros pibes son violentados física y psicológicamente por diferentes fuerzas de seguridad que nadie controla ni juzga, sin olvidar que a nuestro pesar necesitamos de la voluntad política de este para avanzar en la investigación de la búsqueda de Luciano”.