Lo hizo luego que la Casación confirmara su condena de 15 años de cárcel como acusado por el crimen de la bailarina. Hasta ahora, se rechazó la teoría del suicidio que planteó el empresario, dueño de Pinar de Rocha. El hecho ocurrió en 2008.
El empresario y dueño de Pinar de Rocha Daniel Bellini apeló ante la Suprema Corte Bonaerense el fallo por el que días atrás se confirmó su condena de 15 años de cárcel por el asesinato de su pareja, la bailarina Morena Pearson, ocurrido en marzo de 2008, según informaron fuentes judiciales a Online-911.
Así lo hizo la defensa de Bellini quien permanece detenido en la Unidad 25 de Olmos cumpliendo la condena. La Sala III de la Cámara de Casación bonaerense confirmó días atrás la condena, ya que sólo redujo un año de la misma, de 16 años a 15.
En el recurso extraordinario, Bellini pidió su absolución, y la primera medida que tendrá que adoptar la Suprema Corte es si el planteo es o no admisible y luego estudiar el fondo del caso.
Bellini fue condenado por el homicidio de Pearson por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Morón en agosto de 2011, por el delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con tenencia ilegal de arma de guerra”.
La joven bailarina Pearson fue encontrada sin vida en la vivienda que compartía con Bellini a metros del boliche “Pinar de Rocha”, en la madrugada del 21 de marzo de 2008, y luego que la pareja tuviese una fuerte discusión aparentemente por celos.
Tal cual contó Bellini, esa noche, él y Morena mantuvieron una fuerte discusión en “Pinar de Rocha” y concretamente porque ella bailó muy provocativamente con un amigo, también bailarín, en el VIP de “Pinar de Rocha”.
Pero la discusión siguió en la vivienda, y luego – según la versión de Bellini- él le dijo que la relación estaba terminada, que se separarían y se fue hacia “Pinar de Rocha” a reunirse con un abogado.
Cuando regresó más tarde a su casa, según dijo, minutos antes de la 6 de la madrugada, encontró a Morena tirada en el vestidor de la habitación sobre un charco de sangre, con un tiro en la cabeza y una pistola abajo de su pierna derecha.