Número de edición 8481
La Matanza

Villa Madero: Se realizó la fogata de San Pablo y San Pedro

Por Emilio González Larrea
Cultura desde el Pie

El 9 de Julio en la ciudad de Madero se juntó la celebración del Día de la Independencia con las tradiciones populares. Convocados por la Asamblea Vecinal Vía Verde los vecinos del
barrio se juntaron en Agrelo y Olavarría, sobre la llamada vía muerta para realizar la tradicional
fogata que se había suspendido dos veces por razones climáticas. A las 19 hs. comenzaron a
congregarse vecinos, entre ellos muchos chicos, con muñecos y cosas viejas para quemar como
indica la tradición. También unas papas y batatas para asar a las brasas.

De acuerdo a la tradicional costumbre se le pregunto a los presentes las cosas viejas que querían quemar en el fuego. Los preguntones recorrían los grupos de concurrentes para saber qué querían quemar. Entre los chicos predominó el pedido de quemar las tareas escolares, entre otros deseos para quemar estuvieron la ineficiencia, el individualismo y la mala onda.

Si hizo presente la murga del barrio que al son de los bombos y redoblantes, con saltos y cabriolas acompañó la fiesta.

La Fogata de San Juan es una celebración pagana-religiosa y popular que se hace cuando comienza el solsticio de invierno- 21-22 de junio- y la de San Pedro y San Pablo en la noche del 29 de junio. Son celebraciones ancestrales que se practican en muchos lugares del mundo todavía y que aquí era una tradición popular en barrios y provincias. Si bien con menor intensidad, todavía quedan lugares en los que se mantiene esta tradición.

Vía Verde es una organización vecinal que viene luchando desde hace varios años por recuperar el espacio sobre la vía muerta que se extiende de la avenida General Paz hasta la calle Boulogne Sur Mer en el límite de Madero con Tapiales. El objetivo de los vecinos es usar ese espacio libre para actividades comunes ya que no existen plazas o lugares para el esparcimiento vecinal.

En el marco de las actividades que vienen desarrollando, convocaron a esta fogata con la idea de que los vecinos se integren al barrio, que participen para trabajar por el barrio que quieren. Para salir del aislamiento, del encierro en sus casas, para dejar de usar el barrio solo como dormitorio. Que las vivencias del barrio no sea un recuerdo de antaño sino un presente vivo, colectivo y solidario.

Alrededor del fuego se reunieron muchos vecinos que anhelan un destino común para su barrio. Fue una fiesta muy emotiva, como las de antes cuando éramos niños, pero no para vivirla desde la nostalgia, por lo contrario, desde la esperanza de reencontrarse para luchar por objetivos comunes desde el territorio, con el cual nos identificamos.

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